Durante el pasado mes de agosto el Sol ha venido recuperando un nivel de actividad que señala la terminación de su época de reposo. Manchas solares, protuberancias, erupciones y agujeros en la corona se han venido sucediendo durante las últimas semanas. Esta reactivación solar también ha originado auroras boreales que han sido observadas hasta latitudes relativamente bajas.
El Sol es una masa de gas que se encuentra literalmente en ebullición. Su superficie, la fotosfera, está dividida en células de convección, cada una con un tamaño parecido al de la península Ibérica (unos 1.000 kilómetros). La monotonía de esta superficie se rompe a veces con la aparición de grandes regiones oscuras que alcanzan el tamaño de la Tierra (unos 12.000 kilómetros). Estas 'manchas solares' aparecen por grupos, tienen una temperatura 1.500 grados más baja que la temperatura media del resto de la fotosfera (unos 5.800 grados) y se mantienen entre un día y tres meses para desaparecer a continuación sin dejar rastro.
El número de manchas solares varía enormemente siguiendo un ciclo que tiene un periodo medio de once años. Pero este periodo es muy irregular, y su duración puede variar entre siete y quince años. En el mínimo de actividad no se observa ninguna mancha. Ha habido mínimos históricos muy prolongados, entre ellos destaca el mínimo de Maunder que se extendió durante la segunda mitad del siglo XVII.
El Sol es una masa de gas que se encuentra literalmente en ebullición. Su superficie, la fotosfera, está dividida en células de convección, cada una con un tamaño parecido al de la península Ibérica (unos 1.000 kilómetros). La monotonía de esta superficie se rompe a veces con la aparición de grandes regiones oscuras que alcanzan el tamaño de la Tierra (unos 12.000 kilómetros). Estas 'manchas solares' aparecen por grupos, tienen una temperatura 1.500 grados más baja que la temperatura media del resto de la fotosfera (unos 5.800 grados) y se mantienen entre un día y tres meses para desaparecer a continuación sin dejar rastro.
El número de manchas solares varía enormemente siguiendo un ciclo que tiene un periodo medio de once años. Pero este periodo es muy irregular, y su duración puede variar entre siete y quince años. En el mínimo de actividad no se observa ninguna mancha. Ha habido mínimos históricos muy prolongados, entre ellos destaca el mínimo de Maunder que se extendió durante la segunda mitad del siglo XVII.
Fuente: El Mundo, La NASA
Jose
No comments:
Post a Comment