La Soyuz TMA-01M (denominada oficialmente Soyuz TMA-M) es la primera nave Soyuz que incorpora un un sistema de telemetría digital, además de un ordenador central más pequeño y ligero. Fue lanzada el pasado 7 de octubre de 2010 y actualmente se encuentra acoplada al módulo Poisk del segmento ruso de la ISS. La hora del regreso a casa se acerca y deberá aterrizar el próximo día 16 de marzo con Alexándr Kaleri, Oleg Skrípochka y Scott Kelly, miembros de la Expedición 26. Sin embargo, todo parece indicar que este vuelo inaugural está siendo más problemático de lo esperado.
Lanzamiento de la Soyuz TMA-01M el pasado 7 de octubre (Roskosmos).
Tripulación de la Soyuz TMA-01M: Kelly, Kaleri y Skrípochka (NASA).
Durante el lanzamiento, la presión de la cabina sufrió un ligero incremento por culpa de una pequeña fuga de oxígeno, un problema que ya había experimentado la Soyuz TMA-19. Aunque la presión debe mantenerse alrededor de los 760 mm de Hg (1 atmósfera), llegó a alcanzar los 933 mm de Hg. A priori, no se trata de un problema especialmente grave, pero recientemente hemos podido saber que la proporción de oxígeno dentro de la cápsula (SA) alcanzó el 35,9%, una cifra alarmante que incrementa enormemente los riesgos de incendio dentro de la nave. En la misión Soyuz TMA-18 se produjo un problema similar, aunque durante el aterrizaje en vez del despegue. En esta ocasión, la tripulación tuvo que abrir una válvula para reducir la presión interna del vehículo, un procedimiento un tanto irregular. La empresa fabricante de las Soyuz, RKK Energía, sostiene que la causa de este fallo ya ha sido identificada y corregida.
Posición de la Soyuz TMA-01M en la ISS (NASA).
Pero ha surgido otro problema potencialmente más peligroso que puede afectar al regreso de la TMA-01M. Parece ser que la consola de control Neptun-ME del SA presentó ciertos fallos durante el despegue y viaje en solitario de dos días hasta la estación. De hecho, el mes pasado, Alexándr Kaleri examinó la consola empleando un amperímetro M4294M con el fin de buscar posibles errores en el sistema. Durante la reentrada, el ordenador KS0 20M del SA controla el descenso de la nave, orientándola adecuadamente para permitir que la deceleración no supere 3-5 g. Si el sistema de control no funciona correctamente, la reentrada podría verse comprometida o, lo que es peor aún, la tripulación podría recibir datos incorrectos en la consola Neptun.
Partes de la Soyuz (Roskosmos).
Panel Neptun-ME de la Soyuz TMA/TMA-M.
En caso de que exista algún problema real con la consola o el ordenador, una solución podría ser regresar a la Tierra mediante una entrada balística (BS, Баллистический Спуск, БС), efectuado anteriormente por las Soyuz TMA-1, TMA-10 y TMA-11. Durante una entrada balística, la cápsula gira sobre si misma a una velocidad de 12,5º por segundo y el ordenador amortigua cualquier otro movimiento lateral utilizando 8 pequeños motores (URMD) de 10 kgf de empuje a base de peróxido de hidrógeno. El giro continuado de nave impide disminuir la deceleración mediante el ajuste de la posición del centro de gravedad del SA y se suelen alcanzar unos incómodos 8-9 g.
No obstante, y aunque pueda parecer lo contrario, se trata de un método más seguro que el normal, ya que la tripulación llegará sana y salva a la Tierra aunque el ordenador o el sistema de control presente algún fallo. En una entrada balística la trayectoria es más directa y el punto de aterrizaje suele estar a unos 400 km del esperado por detrás de la dirección de avance orbital de la Soyuz. En caso de no poder activar la entrada balística, la nave dispone de un sistema de reserva denominado Descenso Balístico de Reserva o BSR (Баллистический Спуск Резервный, БСР), durante el cual la cápsula gira a 18º por segundo y el ordenador no puede amortiguar ningún otro movimiento lateral. Como última opción, la tripulación puede optar por una reentrada manual (RUS), aunque nadie lo ha intentado jamás y los manuales de operaciones de la Soyuz desaconsejan claramente esta alternativa.
Esquema de los propulsores del sistema SIO-S de la cápsula (SA) Soyuz para controlar la reentrada (NASA).
Por estos motivos, parece ser que RKK Energía está sopesando la posibilidad de hacer regresar a la Soyuz TMA-01M mediante un descenso balístico para evitar males mayores. Por otro lado, los problemas con esta nave también podrían explicar la reciente negativa de Roskosmos a llevar a cabo la sesión fotográfica de la estación durante la pasada misión STS-133 Discovery.
La serie TMA-M (Serie 700 ó 11FA732A47) incorpora novedades que ya fueron introducidas con la serie Progress M-M (Serie 400) en 2008. La mejora principal es la sustitución del ordenador central de la nave Argón-16 (Аргон-16) por uno nuevo denominado TsVM-101 (ЦВМ-101). Este ordenador pesa solamente 8,5 kg y su potencia es de 40-60 W. Integra además un microprocesador 1B812 con arquitectura RISC 3081. Está situado en el módulo de propulsión (PAO) de la Soyuz, dentro del compartimento presurizado. La otra mejora de la serie es la introducción del sistema de telemetría digital MBITS, que además incluye un cableado más ligero.
Cambios introducidos en la Soyuz TMA-M: en verde, la nueva telemetría MBITS del sistema SBI; en rojo, los nuevos aparatos del sistema de ordenadores SUDN; en azul, las mejoras del sistema de regulación de temperatura SOTR.
Estos problemas nos demuestran lo complicado que resulta trabajar en el espacio, donde no existe nada parecido a la "rutina". No importa que la Soyuz sea una nave muy segura de probada eficacia, el espacio siempre te reserva alguna sorpresa.
Lanzamiento de la Soyuz TMA-01M el pasado 7 de octubre (Roskosmos).
Tripulación de la Soyuz TMA-01M: Kelly, Kaleri y Skrípochka (NASA).
Durante el lanzamiento, la presión de la cabina sufrió un ligero incremento por culpa de una pequeña fuga de oxígeno, un problema que ya había experimentado la Soyuz TMA-19. Aunque la presión debe mantenerse alrededor de los 760 mm de Hg (1 atmósfera), llegó a alcanzar los 933 mm de Hg. A priori, no se trata de un problema especialmente grave, pero recientemente hemos podido saber que la proporción de oxígeno dentro de la cápsula (SA) alcanzó el 35,9%, una cifra alarmante que incrementa enormemente los riesgos de incendio dentro de la nave. En la misión Soyuz TMA-18 se produjo un problema similar, aunque durante el aterrizaje en vez del despegue. En esta ocasión, la tripulación tuvo que abrir una válvula para reducir la presión interna del vehículo, un procedimiento un tanto irregular. La empresa fabricante de las Soyuz, RKK Energía, sostiene que la causa de este fallo ya ha sido identificada y corregida.
Posición de la Soyuz TMA-01M en la ISS (NASA).
Pero ha surgido otro problema potencialmente más peligroso que puede afectar al regreso de la TMA-01M. Parece ser que la consola de control Neptun-ME del SA presentó ciertos fallos durante el despegue y viaje en solitario de dos días hasta la estación. De hecho, el mes pasado, Alexándr Kaleri examinó la consola empleando un amperímetro M4294M con el fin de buscar posibles errores en el sistema. Durante la reentrada, el ordenador KS0 20M del SA controla el descenso de la nave, orientándola adecuadamente para permitir que la deceleración no supere 3-5 g. Si el sistema de control no funciona correctamente, la reentrada podría verse comprometida o, lo que es peor aún, la tripulación podría recibir datos incorrectos en la consola Neptun.
Partes de la Soyuz (Roskosmos).
Panel Neptun-ME de la Soyuz TMA/TMA-M.
En caso de que exista algún problema real con la consola o el ordenador, una solución podría ser regresar a la Tierra mediante una entrada balística (BS, Баллистический Спуск, БС), efectuado anteriormente por las Soyuz TMA-1, TMA-10 y TMA-11. Durante una entrada balística, la cápsula gira sobre si misma a una velocidad de 12,5º por segundo y el ordenador amortigua cualquier otro movimiento lateral utilizando 8 pequeños motores (URMD) de 10 kgf de empuje a base de peróxido de hidrógeno. El giro continuado de nave impide disminuir la deceleración mediante el ajuste de la posición del centro de gravedad del SA y se suelen alcanzar unos incómodos 8-9 g.
No obstante, y aunque pueda parecer lo contrario, se trata de un método más seguro que el normal, ya que la tripulación llegará sana y salva a la Tierra aunque el ordenador o el sistema de control presente algún fallo. En una entrada balística la trayectoria es más directa y el punto de aterrizaje suele estar a unos 400 km del esperado por detrás de la dirección de avance orbital de la Soyuz. En caso de no poder activar la entrada balística, la nave dispone de un sistema de reserva denominado Descenso Balístico de Reserva o BSR (Баллистический Спуск Резервный, БСР), durante el cual la cápsula gira a 18º por segundo y el ordenador no puede amortiguar ningún otro movimiento lateral. Como última opción, la tripulación puede optar por una reentrada manual (RUS), aunque nadie lo ha intentado jamás y los manuales de operaciones de la Soyuz desaconsejan claramente esta alternativa.
Esquema de los propulsores del sistema SIO-S de la cápsula (SA) Soyuz para controlar la reentrada (NASA).
Por estos motivos, parece ser que RKK Energía está sopesando la posibilidad de hacer regresar a la Soyuz TMA-01M mediante un descenso balístico para evitar males mayores. Por otro lado, los problemas con esta nave también podrían explicar la reciente negativa de Roskosmos a llevar a cabo la sesión fotográfica de la estación durante la pasada misión STS-133 Discovery.
La serie TMA-M (Serie 700 ó 11FA732A47) incorpora novedades que ya fueron introducidas con la serie Progress M-M (Serie 400) en 2008. La mejora principal es la sustitución del ordenador central de la nave Argón-16 (Аргон-16) por uno nuevo denominado TsVM-101 (ЦВМ-101). Este ordenador pesa solamente 8,5 kg y su potencia es de 40-60 W. Integra además un microprocesador 1B812 con arquitectura RISC 3081. Está situado en el módulo de propulsión (PAO) de la Soyuz, dentro del compartimento presurizado. La otra mejora de la serie es la introducción del sistema de telemetría digital MBITS, que además incluye un cableado más ligero.
Cambios introducidos en la Soyuz TMA-M: en verde, la nueva telemetría MBITS del sistema SBI; en rojo, los nuevos aparatos del sistema de ordenadores SUDN; en azul, las mejoras del sistema de regulación de temperatura SOTR.
Estos problemas nos demuestran lo complicado que resulta trabajar en el espacio, donde no existe nada parecido a la "rutina". No importa que la Soyuz sea una nave muy segura de probada eficacia, el espacio siempre te reserva alguna sorpresa.
No comments:
Post a Comment