Desde que se detectaron los primeros exoplanetas los astrónomos se sorprendieron al descubrir que la muchos de ellos tenían órbitas muy excéntricas y que además muchos otros orbitaban muy cerca de su estrella, mientras que en nuestro Sistema Solar todos los planetas tienen órbitas casi circulares y los gigantes gaseosos como Júpiter o Saturno orbitan a bastante distancia. En seguida hubo que replantearse muchas cosas sobre los modelos de formación de planetas y entre los estudios más recientes figura éste.
Según estos científicos, Júpiter se habría formado un poco más lejos y Saturno más cerca. Unos 700 millones de años después de la formación del Sistema Solar, debido a las interacciones gravitatorias entre los dos gigantes gaseosos, los dos planetas se habrían movido hasta sus posiciones actuales, con varias consecuencias:
1- Júpiter habría "empujado" muchos planetesimales y asteroides hacia el sistema solar interior, explicando así el último bombardeo masivo que se puede apreciar en la Luna, Mercurio o Marte, además de frustrar la formación de otro planeta entre Marte y Júpiter. Además seguro que empujó al resto de planetas rocosos, pues otros estudios sugieren que la Tierra se formó más lejos del Sol.
2- Saturno, al alejarse, habría empujado también, para no ser menos, a Urano y Neptuno, de acuerdo con otros estudios que sugieren una formación más cercana al Sol para estos gigantes de hielo.
Interesante, ¿no?
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