Para resumir, podemos citar los principales candidatos a una nave interestelar:
- Motor nuclear (de fisión): ideal para viajes por el Sistema Solar, pero poco eficiente para una nave interestelar.
- Fusión nuclear: ligeramente mejor, pero tampoco es una panacea. El famoso proyecto Daedalus de la British Interplanetary Society usaba una nave de fusión. El principal problema es que todavía queda por diseñar un motor de fusión viable. En los 70 se pensaba que este tipo de motores estaban a la vuelta de la esquina, pero hoy sabemos que la tecnología y la teoría implicadas son muchísimo más complejas: tanto si el motor está basado en un reactor de fusión tipo tokamak como en uno de pulsos, quedan décadas para que la tecnología esté disponible y es posible que aún más tiempo para que sea viable.
- Antimateria: genial. Con la antimateria las estrellas estarían a nuestro alcance...si no fuera por que se trata de la sustancia más cara del mundo. Generar la suficiente cantidad de antimateria para producir el combustible de una nave interestelar está fuera de nuestro alcance por muchas décadas (quizás siglos)...pero si lo logramos, sería fantástico.
- Estatocolector Bussard: sin duda la nave más impresionante jamás imaginada por el hombre. Protagonista de decenas de novelas de ciencia-ficción, como la clásica Tau Zero de Poul Anderson. Incluso hacía una breve aparición en Cosmos. Lástima que quizás no sea siquiera factible, por no hablar que para construirla se necesitarían no ya avances, sino varios milagros en miles de campos de la física y la ingeniería.
- Vela Solar propulsada por láser: un método muy ingenioso desarrollado por primera vez en profundidad por Robert L. Forward (el creador de los Cheela), pero que no me acaba de convencer: es demasiado lento y necesita una infraestructura interplanetaria gigantesca.
- Propulsión nuclear de pulsos: el famoso Proyecto Orión. Curiosamente, en casi todas las obras sobre el viaje interestelar se menciona como un callejón sin salida, pero en la actualidad se trata de la tecnología de propulsión interestelar más viable. ¡Ojo!, hablo de vuelos interestelares, no de misiones orbitales, donde obviamente su uso sería peligroso y contaminante. La razón de su impopularidad radica en su funcionamiento: conseguir un impulso usando explosiones nucleares en la parte trasera de la nave. Y si digo que es la tecnología más viable es porque no hace falta ningún milagro tecnológico ni ninguna revolución en la física para construir una nave semejante. Sin embargo, el rechazo obvio que las armas nucleares generan en la población hacen de él un proyecto impopular, aunque paradójicamente sea más "seguro" que una nave de antimateria.
- Cohete de Fragmentos de fisión.
- Vela de fisión (también propuesta por Robert L. Forward).
- Velas Magnéticas.
- Propulsión "a rayos".
Una reflexión final: ¿lanzará la humanidad algún día una nave interestelar? La respuesta a esta pregunta no es trivial. Ahora sabemos que si queremos estudiar un sistema solar vecino no necesitamos lanzar una costosísima, complejísima y lentísima (aunque viaje a 0,1 c) nave interestelar, sino que basta con construir grandes telescopios en órbita solar o terrestre, como el propuesto Terrestrial Planet Imager. Pese a todo, creo firmemente que el sueño se hará algún día realidad, aunque no estemos aquí para verlo.
No comments:
Post a Comment