Para aquellos que no hayan seguido la fiebre metanil, recordar que el metano es un gas altamente inestable en la atmósfera de un planeta y que requiere una fuente activa que lo genere continuamente. Esta fuente sólo puede ser de origen volcánico o biológico.
Lo del metano, como lo del agua, en Marte no es nuevo. Ya sabíamos que había metano desde hace varios años (por lo menos desde 1999). También sabíamos que se producían variaciones espaciales y temporales en su distribución. Sin embargo ahora sabemos más concretamente que la concentración de este gas cambia según las estaciones (aumenta en verano) y además se han identificado las principales zonas donde se genera el metano: Arabia Terra, Nili Fossae y la parte sureste de Syrtis Major. Todas estas zonas se asocian con actividad volcánica o hidrotermal, lo que favorece la hipótesis volcánica.
Ahora bien, ¿a qué se debe la variación estacional? Aparte de una explicación biológica, la única alternativa es que en los meses de verano las temperaturas más altas provoquen la fusión del permafrost o hielo que tapona alguna de las chimeneas volcánicas, permitiendo la expulsión del metano a la atmósfera (unas 19000 toneladas). ¿Y sobre la actividad biológica? Pues habrá que seguir esperando a tener más datos, pero la evidencia es cuanto menos sugerente, ya que no se han detectado otros gases asociados a emisiones volcánicas (dióxido de azufre), aunque esto puede que sea debido simplemente a la poca resolución espectral.
El caso es que este estudio confirma que Marte es un lugar activo, con importantes acuíferos subterráneos que favorecen la emisión de metano debido a una posible actividad volcánica...o a la presencia de marcianitos.
No comments:
Post a Comment