La cámara HiRISE de la MRO captó el pasado verano a la sonda Phoenix sobre las planicies polares tras haber sobrevivido al invierno marciano. La sonda sucumbió a las bajas temperaturas en agosto de 2008, tras haber funcionado durante 125 días. El principal descubrimiento de Phoenix fue sin duda la presencia de hielo de agua a muy poca profundidad de la superficie marciana. Durante el invierno, la sonda quedó cubierta por la capa de hielo de dióxido de carbono del casquete boreal. Es muy difícil saber qué daños ha sufrido en este periodo, pero obviamente nadie considera que pueda volver a funcionar cuando la inclinación del Sol con respecto a los paneles solares propicie la generación adecuada de electricidad. Por otro lado, la MRO sigue experimentando problemas y continúa en modo seguro desde hace ya más de un mes y medio.
Imágenes de la zona de aterrizaje de Phoenix obtenidas el pasado 22 de agosto. Aún se aprecia la escarcha de dióxido de carbono (NASA).
La misma zona el 30 de julio (NASA).
La zona de aterrizaje de Phoenix antes del invierno el 20 de julio de 2008 (NASA).
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