El pasado 29 de diciembre, la NASA hacía pública las tres candidatas a la próxima sonda del tipo New Frontiers (con un coste máximo de 650 millones de dólares, sin contar el lanzador) para explorar el Sistema Solar. La decisión final tendrá lugar en 2011, pero en este plazo los equipos a cargo de cada proyecto podrán refinar sus propuestas gracias a 3,3 millones de dólares adicionales.
Las misiones candidatas son:
- SAGE (Surface and Atmosphere Geochemical Explorer): misión para el estudio de la atmósfera y superficie de Venus. Se trata de una sonda que analizará la atmósfera venusina durante el descenso y estará provista de instrumentos para el análisis de la composición química del suelo del planeta vecino. En los últimos años el estudio de Venus se ha convertido en una prioridad para la comunidad científica, así que en muchos aspectos esta misión es la que más papeletas tiene para ser aprobada. Desgraciadamente, también es la más compleja (y, por lo tanto, arriesgada) de las tres. Además, gran parte de la originalidad científica de la misión se basa en el análisis detallado del una sola zona del suelo venusino. Puesto que conocemos muy pocos detalles de la superficie del planeta, una misión que se dedicase a investigar un sólo lugar de la superficie se arriesga a aterrizar en una zona poco interesante. Quizás sería mejor esperar a tener un mapa de radar en alta resolución de toda la superficie. Por otro lado, el diseño de la nave es bastante novedoso, ya que SAGE no utilizaría paracaídas, sino que aprovecharía la alta densidad de la atmósfera venusina para impactar con una velocidad terminal reducida de 10 m/s, usando una estructura colapsable para amortiguar el choque.
SAGE (NASA).
- Osiris-Rex (Origins Spectral Interpretation Resource Identification Security Regolith Explorer): su objetivo es el retorno de muestras de un asteroide cercano a la Tierra (NEO), probablemente el pequeño 1999 RQ36 de apenas 500 m. Digamos que es una especie de Hayabusa 2.0. A su favor, es una misión relativamente sencilla de llevar a cabo y muy interesante desde el punto de vista científico. Por otro lado, quizás no resulte especialmente atractiva de cara a la opinión pública, especialmente teniendo en cuenta que no es la primera misión que visita un asteroide. Pero el mayor inconveniente es que ya hay una misión de la ESA con un objetivo similar, Marco Polo, aunque de aprobarse siempre podrían fusionarse ambos proyectos. Eso sí, si al final el Programa Constellation decide explorar asteroides cercanos, está claro que esta misión tendría muchas más posibilidades.
Osiris-Rex (NASA).
Esquema de la sonda Marco Polo (ESA).
- MoonRise: una sonda para el retorno de aproximadamente un kilo de muestras lunares provenientes de la mayor cuenca de impacto del Sistema Solar. Se trata de la Cuenca Aitken, situada cerca del polo sur lunar en la cara oculta y que además es probablemente la más antigua de las cuencas de impacto de nuestro satélite. No es una misión excesivamente original desde el punto de vista científico, pues al fin y al cabo, ya hay decenas de kilos de muestras de rocas lunares en los laboratorios terrestres. Sin embargo, es cierto que actualmente no tenemos muestras de la cara oculta y muchos expertos consideran que es una prioridad. Si el Programa Constellation mantiene como objetivo prioritario explorar la Luna, seguramente ésta será la misión a elegir, pero personalmente preferiría ver una misión que explorase los recientemente descubiertos depósitos de hielo del polo sur lunar.
La cuenca Aitken en la Luna (Wikipedia).
Estas misiones no son nuevas, pues ya se habían visto proyectos similares para otro tipo de misiones de la NASA con distinto presupuesto (Discovery), pero ahora la NASA tendrá que elegir entre una de ellas. Mi favorita es SAGE, seguida de MoonRise. Osiris-Rex es muy interesante, pero creo que sería una duplicación de esfuerzos con respecto a la europea Marco Polo. En 2011 sabremos la elegida. Hagan sus apuestas.
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