Pese a las limitaciones de las observaciones, usando nuevas técnicas de cálculo han salido a la luz cambios entre las imágenes obtenidas por el Hubble. Lo más llamativo es el importante enrojecimiento de la superficie de Plutón en el periodo que va de 2000 a 2002. Y eso pese a que el hemisferio norte, iluminado, ha incrementado su brillo. Este cambio, sin duda relacionado con la radiación ultravioleta del Sol, es destacable teniendo en cuenta que no se ha observado nada similar en el principal satélite de Plutón, Caronte. Por otro lado, algunas características han permanecido inalterables, especialmente una mancha oscura situada entre los 80º y 160º de longitud y los +20º y -30º de latitud. Algunas de las regiones más brillantes parecen estar asociadas a zonas con presencia de hielos de monóxido de carbono.
Las nuevas imágenes del Hubble (NASA).
Comparación entre las observaciones del Hubble en 1994 y en 2003 (NASA).
Los cambios son tan significativos que son los mayores de un cuerpo con superficie sólida en el Sistema Solar registrados en tan corto periodo de tiempo. La causa de los mismos no está clara y, de hecho, parecen ser contrarios a las predicciones de muchos modelos teóricos. No se descarta algún tipo de criovulcanismo. Hay que recordar que la superficie de Plutón se haya sometida a un cambio continuo de temperatura debido a la elevada elipticidad de su órbita, que provoca la sublimación y precipitación de los distintos hielos que forman la corteza (nitrógeno, metano, monóxido de carbono, etc.). Por otro lado, resulta un misterio que Caronte no presenta estos cambios temporales, aunque la distribución de las variaciones de albedo depende fuertemente de la latitud, ya que el ecuador es más brillante que los polos.
Modelo de albedo de Caronte (Marc W. Buie et al./NASA).
Más allá de los cambios atmosféricos/superficiales, el análisis reciente demuestra lo que se puede hacer con métodos de cálculo potentes y novedosos modelos teóricos, especialmente si tenemos en cuenta que las imágenes originales del instrumento FOC fueron las siguientes:
Imágenes originales de Plutón tomadas por el instrumento FOC. Los números corresponden a la longitud (Marc W. Buie et al./NASA).
Al fin y al cabo, para conseguir los mapas mostrados en esta ocasión se han necesitado cuatro años y veinte ordenadores dedicados a este fin.
Plutón se revela así como un mundo dinámico y activo que sin duda nos sorprenderá cuando la New Horizons pase a su lado.
Más información:
- PLUTO AND CHARON WITH THE HUBBLE SPACE TELESCOPE. II. RESOLVING CHANGES ON PLUTO’S SURFACE AND A MAP FOR CHARON, Marc W. Buie et al. (The Astronomical Journal, marzo 2010).
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