Si nos enterrasen bajo una capa de hielo de dióxido de carbono de varios metros de altura no esperaríamos salir muy bien parados. Pero, pese a todo, la NASA lleva varios meses intentado contactar con la sonda Phoenix después de que el casquete polar boreal se haya sublimado, dejando al descubierto a la pequeña nave. Las probabilidades de éxito eran escasas, pero valía la pena intentarlo. Ahora, la agencia norteamericana ha dado oficialmente por perdida a la sonda tras ver estas imágenes de la cámara HiRISE a bordo de la Mars Reconnaissance Orbiter:
Como podemos apreciar, aunque las condiciones de iluminación son muy parecidas, hay cambios notables en el vehículo. Probablemente, estos cambios sean debidos a los daños que causó la capa de hielo seco sobre los sistemas de la nave, especialmente los paneles solares, que aparecen total o parcialmente destruidos.
Uno de los paneles solares de Phoenix (NASA).
Phoenix aterrizó en el planeta rojo el 25 de mayo de 2008. Funcionó durante 125 días y demostró la existencia de hielo de agua a pocos centímetros de la superficie marciana. Aunque finalmente no haya hecho honor a su nombre, no nos olvidemos de que se trata, científicamente hablando, de una de las misiones espaciales más exitosas de las últimas décadas.
Phoenix.
No comments:
Post a Comment