Otros factores que han determinado esta elección de fechas son el tipo de trayectoria, que debe permitir que los dos orbitadores de la NASA en servicio -el MRO (Mars Reconnaissance Orbiter) y la Mars Odyssey- puedan seguir el descenso de la nave. Esto es preciso para obtener telemetría de calidad en estos momentos críticos de la misión. Con el apoyo de los orbitadores, la tasa de transmisión de datos puede llegar a superar los 8000 bits/segundo, mientras que si la sonda se comunica directamente con la Tierra, este ritmo se queda en solamente 1 bit/s. Desde la debacle de la Mars Polar Lander, la NASA no quiere arriesgarse a que una sonda marciana pueda fallar sin una cobertura de comunicaciones de calidad.


Curiosity (NASA).
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