Tres años después de la firma del decreto ordenando la construcción del nuevo cosmódromo de Vostochni, el primer ministro ruso Vladímir Putin ha inaugurado formalmente las obras del complejo. El nuevo centro espacial, situado en la óblast de Amur, debe eliminar la actual dependencia de Rusia con respecto al cosmódromo de Baikonur, administrado por el gobierno ruso, pero situado en Kazajistán.
Rusia ya cuenta con un cosmódromo en su territorio, Plesetsk, además de otras bases desde donde se pueden realizar lanzamientos orbitales, como Kapustin Yar o Yasni (antigua base de misiles de Dombarovski). No obstante, Plesetsk es un centro militar destinado al lanzamiento de satélites en órbita polar, así que Rusia sigue dependiendo de Baikonur para realizar los lanzamientos tripulados de las Soyuz y de los cohetes Zenit y Protón. A pesar de que recientemente se amplió el acuerdo que permite la explotación rusa de Baikonur hasta 2050, el gobierno ruso y Roskomos consideran que Vostochni ("oriental" en ruso) es una prioridad en el esfuerzo espacial del país. En el presupuesto espacial ruso de 2011 se contempla una partida de unos 89 millones de euros para iniciar las obras del cosmódromo, aunque se estima que será necesario invertir al menos diez veces esa cantidad para finalizar la construcción del complejo.
Pese a lo que pudiera parecer, Vostochni no nace de la nada, pues empleará las instalaciones de la antigua base de misiles intercontinentales de Svobodni. Desde esta base se realizaron entre 1997 y 2006 cinco lanzamientos espaciales del cohete Start (un misil Tópol SS-25 modificado). Vostochni debe contar en un principio con dos rampas de lanzamiento, además de un aeropuerto y todas las instalaciones necesarias para el procesado de cohetes: un edificio de ensamblaje (MIK), salas limpias, instalaciones para fabricar y almacenar los propergoles, etc. Además de la infraestructura del cosmódromo, el gobierno federal y la región de Amur desean crear también una "ciudad de las ciencias" en la cercanías del cosmódromo, junto a Uglegorsk.
El caso es que el proyecto de Vostochni se enfrenta a un difícil dilema. Roskosmos quiere que el cosmódromo se convierta a partir de 2018 en el centro de lanzamiento de la nueva nave tripulada rusa, la PPTS/PTK-NP de RKK Energía, así como de su nuevo lanzador, el flamante Rus-M de la empresa TsSKB Progress. Sin embargo, los lanzadores rusos más comerciales -Soyuz, Protón y Zenit- se quedarían en principio fuera de este centro. Tampoco está claro que el nuevo cohete Angará de Khrúnichev pueda ser lanzado desde Vostochni (aunque en principio sí que debería despegar desde Plestsk). ¿Tiene sentido construir de la nada un nuevo centro espacial para solamente garantizar el lanzamiento de una familia de lanzadores? Este es el gran dilema al que se enfrenta hoy en día Roskosmos.
Putin junto a la maqueta de Vostochni y del cohete Rus-M (amur.ru).
Cosmódromo de Vostochni.
Por ahora, este letrero es prácticamente la única infraestructura construida recientemente para el cosmódromo.
Junto a la construcción del cosmódromo propiamente dicho, también se planea la creación de una nueva ciudad de las ciencias (fuente).
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