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Thursday, September 23, 2010

La cola de Mercurio y las noticias

Pues ahora resulta que Mercurio tiene una cola. Sí, como si fuera un cometa, pero en plan bestia. Detrás del planeta más pequeño del Sistema Solar podemos encontrar un séquito de átomos de sodio -aunque también de calcio y magnesio- arrancados de su superficie por la radiación solar. Esta es la "noticia astronómica" del día en muchos medios. El problema es que no es noticia, porque se trata de un fenómeno conocido de sobras desde hace años. ¿No me creen? Si sale hasta en la Wikipedia y todo.


Mercurio con su cola de sodio visto por STEREO Ahead (NASA).


Detalles de la cola (NASA).

¿Qué es lo que ha cambiado en esta ocasión? Pues obviamente lo que ha ocurrido es que se ha metido por en medio el poderoso departamento de prensa de la NASA, más concretamente, el de la misión STEREO. Este par de telescopios solares llevan estudiando la cola de Mercurio desde 2008 y los investigadores han anunciado sus resultados en el reciente European Planetary Science Congress (EPSC), que tiene lugar esta semana en Roma. Los datos de STEREO son muy interesantes, pero el hecho de que Mercurio posea una cola no es algo novedoso.

Esta "noticia" me sirve para reflexionar brevemente sobre algunos métodos de divulgación científica. Como se comentaba en Experientia Docet hace poco, los comunicados de prensa provenientes de instituciones científicas de prestigio no son fuentes infalibles de información. En un mundo donde la inmediatez prima sobre el análisis reposado y donde la noticia impactante es la reina, resulta difícil apelar a la reflexión en los medios. El comunicado de prensa o press kit es fundamental en estos tiempos donde sobran los medios de difusión y redes sociales, pero faltan contenidos originales. Si el comunicado de prensa falla, la divulgación científica se convierte en un proceso viciado en su origen. La cultura del copypasteo en la que vivimos se encargará de amplificar los efectos perniciosos de cualquier fallo en la divulgación. El "campo de distorsión de la realidad" de las noticias científicas basadas en comunicados de prensa se puede clasificar en cuatro tipos distintos:
  1. La nota de prensa es correcta, pero el periodista exagera y/o saca de contexto ciertos elementos. Es la distorsión más común y supongo que inevitable hasta cierto punto, pues no podemos pretender que todos los periodistas o blogueros sean expertos en todas las ramas de la ciencia. Hay que vivir con ella.
  2. Nota de prensa sensacionalista: el departamento de prensa de alguna institución de prestigio "engaña" al lector arrimando el ascua a su sardina para que parezca que sus investigadores han realizado un descubrimiento nuevo y/o revolucionario. Suele ocurrir que el supuesto "descubrimiento" no es tal o que su importancia se exagera varios órdenes de magnitud. Desgraciadamente, esta distorsión es cada día más común, como podemos ver en el asunto de la cola de Mercurio.
  3. Nota de prensa errónea: en este caso, el comunicado contiene directamente errores de bulto que pueden despistar a cualquiera. En ocasiones no se ha producido ningún descubrimiento o investigación real y el comunicado sólo sirve para que la institución -o el departamento de prensa- parezca que está haciendo "algo útil". Se trata de una distorsión poco frecuente, pero más común de lo que uno pudiera pensar.
  4. Nota de prensa "tipo ESA": los datos se obtuvieron hace diez o veinte años, pero en su momento no se les dio mucha difusión. Lo que se comenta como noticia son en realidad los resultados de un paper publicado en alguna revista de prestigio. Nada que objetar a este tipo de divulgación, pues suele tratarse de temas interesantes tratados con mucho rigor. El problema es que la mayoría de las veces no son "noticias".

Algunos opinan que esto son minucias y que lo realmente importante es que las noticias de astronomía -o ciencia en general- lleguen al gran público. De este modo, es de suponer que se despertará el interés por el tema en una minoría de los lectores, que buscarán y ampliarán la información por su cuenta. Pero, ¿de verdad esto funciona así? No sé, tengo la impresión de que este tipo de noticias no son más que una excusa para rellenar el hueco de "la-curiosidad-astronómica-del-día". El lector lee la noticia, piensa "qué cosas más raras pasan ahí fuera", con suerte la comenta con algunos amigos por el twitter o el facebook y fin del asunto. ¿Se acordará de ella al día siguiente? ¿A la semana siguiente? Lo más probable es que no. ¿Vale la pena la divulgación de "noticias" astronómicas? Cuidado, no hablo de descubrimientos realmente originales y novedosos, sino de noticias comunes. Hemos llegado a una saturación tal de noticias diarias que no sé si es contraproducente su difusión, porque cada vez se hace más complicado diferenciar lo anecdótico de lo realmente trascendente. En un mundo ideal los artículos comentarían el contexto de la noticia y su importancia real, pero entiendo que esto es complejo y consume mucho tiempo. Además, si la gente se va a olvidar al cabo de unos días, ¿para qué escribir algo que valga la pena?.

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