Si descartamos los exoplanetas descubiertos alrededor de púlsares -formados con toda probabilidad a partir de los restos de la supernova que dio origen a la estrella de neutrones-, hasta la fecha, los planetas extrasolares menos masivos eran Gliese
Pero, aparentemente, Kepler 10b tendría una masa mínima equivalente a 4,55 veces la de nuestro planeta, ¿por qué dice entonces la NASA que estamos ante el planeta más pequeño? La respuesta, obviamente, es que masa y tamaño son dos cosas distintas. Los planetas antes descritos han sido estudiados por el método de la velocidad radial, lo que permite determinar su masa, pero no su tamaño. Sin embargo, Kepler 10b ha sido descubierto por el método del tránsito y, posteriormente, se ha analizado su órbita mediante el método de la velocidad radial usando el observatorio Keck en Hawái. Es decir, podemos conocer al mismo tiempo su masa y su tamaño, en este caso, 1,4 veces el radio terrestre.
Por lo tanto, está claro que Kepler 10b es el planeta más pequeño que hayamos medido directamente, pero no es en modo alguno el menos masivo. Aunque desconocemos la densidad de Gliese
Independientemente de la torpeza mediática del anuncio, Kepler 10b es una fascinante "supertierra caliente" situada a 564 años luz de la Tierra y que orbita su estrella a tan solo 2,53 millones de km. O lo que es lo mismo, ¡su año dura 0,84 días! Por supuesto, muestra siempre la misma cara hacia su sol (tidal locking), así que algunas zonas del lado diurno pueden estar en estado fundido de forma permanente. Con una densidad de 8,8 gramos por centímetro cúbico, esta supertierra debe tener una composición con un mayor porcentaje de metales comparada con la de nuestro planeta. Un auténtico mundo de hierro ardiente.
Recreación artística de Kepler 10b (NASA). |
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