El Iron Dome o Cúpula de Hierro es el primer sistema del mundo contra cohetes de medio alcance y supone un salto cualitativo en la capacidad defensiva de Israel tras haber pasado con éxito su bautismo de fuego en la última escalada de violencia en Gaza.
Fabricado por la Dirección pública para el Desarrollo de Nuevas Armas (RAFAEL), los diseñadores del Iron Dome han aprovechado los últimos días de violencia desenfrenada para demostrar lo infundado de los temores sobre su limitada eficacia. El sistema, que consta de un potente radar y una batería de 20 lanzaderas de misiles, destruyó en vuelo ocho de los nueve cohetes identificados por su ordenador como "amenazas" contra centros urbanos.
Aunque sin datos oficiales, fuentes de la industria armamentista valoran el proyecto entre 600 a 800 millones de euros, a los que EEUU contribuye con un 20-25 por ciento. Cada lanzamiento cuesta unos 28.000 euros, un precio para muchos demasiado alto si se compara con los cientos que cuesta un cohete Al Kasam.
Pero estos aspectos, y otros de carácter técnico, son los que revelan las limitaciones del Iron Dome para inclinar el balance estratégico del lado de Israel. Para empezar, las dos únicas baterías en poder del Ejército están aún en fase de pruebas operativas y las cuatro adicionales que pretende comprar el gobierno israelí tardarán al menos dos años. Se trata de un tiempo suficiente para descubrir su talón de Aquiles, que no es otro que un ataque sincronizado y masivo de cohetes. Además basta con que solo un cohete no interceptado impacte contra una guardería para que todos cuestionen la eficacia del nuevo sistema defensivo.
Adicionalmente, el verdadero objetivo del Iron Dome es el cohete Grad, mucho más destructivo, preciso y de mayor alcance que el Kasam, pero de los que Hamás tiene existencias más limitadas por su alto coste -varias decenas de miles de dólares- y la dificultad de introducirlos en Gaza. En ausencia de acuerdos políticos que resuelvan el conflicto palestino-israelí, los morteros y los Al Kasam de corto alcance, armas favoritas de las milicias palestinas y casi imposibles de interceptar, seguirán llevando la voz cantante a corto y medio plazo.
Fuente: ABC, The Guardian, Agencia EFE
Jose
Fabricado por la Dirección pública para el Desarrollo de Nuevas Armas (RAFAEL), los diseñadores del Iron Dome han aprovechado los últimos días de violencia desenfrenada para demostrar lo infundado de los temores sobre su limitada eficacia. El sistema, que consta de un potente radar y una batería de 20 lanzaderas de misiles, destruyó en vuelo ocho de los nueve cohetes identificados por su ordenador como "amenazas" contra centros urbanos.
Aunque sin datos oficiales, fuentes de la industria armamentista valoran el proyecto entre 600 a 800 millones de euros, a los que EEUU contribuye con un 20-25 por ciento. Cada lanzamiento cuesta unos 28.000 euros, un precio para muchos demasiado alto si se compara con los cientos que cuesta un cohete Al Kasam.
Pero estos aspectos, y otros de carácter técnico, son los que revelan las limitaciones del Iron Dome para inclinar el balance estratégico del lado de Israel. Para empezar, las dos únicas baterías en poder del Ejército están aún en fase de pruebas operativas y las cuatro adicionales que pretende comprar el gobierno israelí tardarán al menos dos años. Se trata de un tiempo suficiente para descubrir su talón de Aquiles, que no es otro que un ataque sincronizado y masivo de cohetes. Además basta con que solo un cohete no interceptado impacte contra una guardería para que todos cuestionen la eficacia del nuevo sistema defensivo.
Adicionalmente, el verdadero objetivo del Iron Dome es el cohete Grad, mucho más destructivo, preciso y de mayor alcance que el Kasam, pero de los que Hamás tiene existencias más limitadas por su alto coste -varias decenas de miles de dólares- y la dificultad de introducirlos en Gaza. En ausencia de acuerdos políticos que resuelvan el conflicto palestino-israelí, los morteros y los Al Kasam de corto alcance, armas favoritas de las milicias palestinas y casi imposibles de interceptar, seguirán llevando la voz cantante a corto y medio plazo.
Fuente: ABC, The Guardian, Agencia EFE
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