Bueno, en realidad serán los primeros vuelos de prueba. El primero, con el vehículo Ares I-1, se llamará ADFT-0 (Ascent Development Test Flight) y no tendrá lugar antes de 2008 (conociendo a la NASA, seguro que varios meses mas tarde). Un segundo vuelo similar, ADFT-1 (Ares I-2), se efectuará seis meses después. Como su nombre indica, servirá para estudiar el comportamiento del Ares I durante el lanzamiento y ganar experiencia en su montaje, ensamblaje y transporte hasta la rampa de despegue. La primera etapa será un SRB de cuatro segmentos del transbordador ligeramente modificado, en vez del SRB de cinco segmentos que llevará el Ares I de serie y que tantos dolores de cabeza está dando a los ingenieros. En este vuelo, se incorporará un quinto segmento inactivo que simulará la masa y densidad del segmento real. La segunda etapa tampoco será real, sino que imitará el comportamiento de la misma. Con tantas limitaciones, hay muchos expertos que dudan de la utilidad de este vuelo.
Lo cierto es que el Ares I está resultando una pesadilla para los diseñadores. Por un lado, la diferencia de masa y densidad entre las dos etapas hace que la segunda fase, menos densa, se comporte como una vela que arrastra al cohete durante el despegue, haciendo necesaria la inclusión de un mecanismo de control a base de pequeños cohetes (RCS) muy complicado. Por otro lado, como ya hemos comentado, los ingenieros de Thiokol ven más y más complicaciones en el desarrollo del SRB de cinco segmentos. Lo cierto es que este cohete, conocido popularmente como the stick ("el palo") por su forma alargada, no es quizás el más idóneo para lanzar al CEV, pudiéndose utilizar otros vehículos como el Atlas 5 o el Delta 4. Sin embargo, no olvidemos que este diseño se basa fundamentalmente en un compromiso político para mantener contratados a las mismas empresas y sus empleados que trabajan en el transbordador, por lo que la NASA debe usar componentes de éste, como son los SRB y el ET, en sus nuevos vectores.
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