Tras el descenso balístico de las Soyuz TMA-11 y TMA-10 se abrió una investigación para averiguar las causas de la anomalía, aparentemente provocada por la incorrecta separación entre la cápsula (SA) y el módulo de servicio (PAO). La separación problemática fue debida a un fallo en uno de los pernos explosivos entre ambas secciones. Por eso, los astronautas Serguéi Volkov y Oleg Kononenko realizaron una EVA el pasado julio para retirar uno de los pernos de la TMA-12 y comprobar si presentaba algún problema. Por otro lado, la comisión estatal de investigación propuso una causa para esta anomalía: el flujo de plasma alrededor de la ISS habría provocado una interferencia electromagnética (EMI), causante del fallo en alguno de los pernos. Por lo visto la EMI podía haber afectado la resistividad del cable de ignición, de tal forma que se requiriese una corriente eléctrica de mayor intensidad. O bien pudo modificar la composición interna del cable e impedir el paso de corriente. La comisión descubrió también que en ambos casos de descensos balísticos el culpable parecía ser el perno situado en una posición que lo hace más sensible a la EMI. Para evitar este problema los ingenieros de RKK Energía, fabricante de la Soyuz, ya habían introducido cambios en la instalación de los pernos a partir de la TMA-12, nave que realizó una entrada nominal.
La comisión tiene aún que decidir qué hacer con el perno de la TMA-12: analizarlo mediante rayos X o dispararlo. En todo caso, me entero por la revista IEEE Spectrum que Alexei Krasnov, el director de Roskosmos para vuelos tripulados, pidió a la NASA ayuda para recabar telemetría durante el pasado descenso de la TMA-12. Puesto que la nave cuenta con un grabador interno, esta petición parece dar a entender que algunos en Roskosmos evaluaron la posibilidad de que la Soyuz TMA-12 no lograse regresar de una pieza. Como resultado, la NASA mandó un equipo de ingenieros a Atenas, justo bajo la ruta de reentrada, para captar la telemetría de la cápsula (166 MHz). Las cintas fueron luego enviadas a Moscú para el análisis. Y yo me pregunto: ¿cintas? ¿Esta gente no sabe lo que es Internet?
Misterios tecnológicos aparte, los miembros de la Expedición 18 Michael Fincke y Yuri Lonchakov tienen planeado instalar mañana durante su primera EVA (ISS RS EVA-21) un sensor Langmuir en el exterior del módulo ruso Pirs para verificar la teoría de la EMI y asegurarse que las mejoras introducidas en los pernos serán suficientes para evitar futuras sorpresas balísticas.
Sensor Langmuir en el exterior de Pirs (NASA).
Vídeo explicativo de la EVA a cargo de Fincke, con especial énfasis en el traje Orlán:
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