Technology Review publica un artículo sobre la experiencia de cinco de los seis turistas espaciales que han viajado en una Soyuz (Anousheh Ansari, Mark Shuttleworth, Greg Olsen, Charles Simonyi y Richard Garriott). Además del texto, tenemos un vídeo donde los protagonistas nos cuentan de primera mano sus experiencias (aunque la calidad del audio es un tanto mala).
Algunos (Olsen) encontraron el aprendizaje del idioma ruso como una de las partes más complejas de su entrenamiento, lo que no deja de ser paradójico. Me interesó especialmente lo que comenta Olsen sobre el mareo espacial: según sus declaraciones, los rusos piensan que pueden entrenar a un cosmonauta para evitar que sufra el mareo, algo que la NASA considera imposible (se piensa que el mareo espacial afecta de forma aleatoria a los astronautas). Quizás esto se deba a que en una Soyuz es de vital importancia controlar el posible mareo generado por una rotación de la cápsula, que se puede producir durante una reentrada balística. Además, durante su vuelo independiente, la Soyuz en órbita gira sobre su eje lentamente para mantener los paneles orientados hacia el Sol, lo que genera cierto grado de incomodidad en los cosmonautas. El transbordador, por otro lado, prácticamente carece de maniobras rotatorias bruscas. Muy bonito lo que dice Ansari sobre la reentrada: "era como estar dentro de una estrella fugaz".
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