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Sunday, May 31, 2009

Noticias breves

LRO-LCROSS virtuales

Disfruta con esta imagen panorámica realizada con Java donde podemos ver la introducción de las sondas LRO y LCROSS en su cofia como si estuviésemos allí mismo.

Friday, May 29, 2009

Seis personas en la ISS

No es la primera vez que hay seis personas en la ISS, por supuesto, pero sí la primera que la tripulación permanente tiene este número. Tras el acoplamiento hoy a las 12:34:29 UTC de la Soyuz TMA-15 con el módulo Zaryá, la Expedición 20 inicia su andadura con Gennadi Padalka (comandante), Roman Romanenko, Michael Barratt, Koichi Wakata, Frank De Winne y Robert Thirsk. Una tripulación de seis miembros y cinco nacionalidades (Rusia, EEUU, Canadá, Japón y Bélgica) que refleja fielmente el espíritu internacional del proyecto.



La Expedición 20 (NASA).

A partir del próximo 15 de junio, durante la misión STS-127, el transbordador espacial dejará a Timothy Kopra en la estación y se llevará a Wakata.

Vídeo del acoplamiento (ver el funcionamiento del sistema Kurs):




Esquema actual de la ISS: la Soyuz TMA-14 está acoplada al módulo Zvezdá y la TMA-15 al Zaryá. La Progress M-02M está acoplada al Pirs (TsUP).

Océanos alienígenas

Tras visitar el cometa Tempel 1, la sonda Deep Impact se metamorfoseó en la misión EPOXI hace ya algún tiempo. Esta misión incluye el sobrevuelo del cometa 103P/Hartley 2 el año que viene y el proyecto EPOCh (Extrasolar Planet Observations and Characterization). EPOCh convierte en ventaja un defecto de la cámara principal de la sonda. Este defecto se traduce en unas imágenes menos nítidas de lo esperado, lo que hacen de la cámara HRI (High Resolution Imager), acoplada a un telescopio de 30 cm, un instrumento ideal para detectar planetas extrasolares mediante el método del tránsito. Deep Impact llevó a cabo la misión EPOCh entre enero y agosto de 2008. Además, la sonda observó la Tierra a una distancia de entre 27 y 53 millones de kilómetros. El objetivo de estas observaciones era utilizar nuestro planeta como banco de pruebas para simular qué aspecto tendría un planeta extrasolar de tipo terrestre visto desde una distancia enorme. Estas observaciones resultan muy importantes de cara a las futuras misiones TPF (Terrestrial Planet Finder) o Darwin, cuyo objetivo es ver planetas similares a la Tierra.

El problema es que un exoplaneta visto por misiones similares a TPF apenas ocupará un pixel en la imagen, ¿cómo podremos saber si es un mundo similar a la Tierra? La respuesta obvia es mediante el empleo de espectroscopía, con la que sabremos si estos planetas tienen una atmósfera con oxígeno, ozono o agua, compuestos fundamentales para la vida en nuestro mundo. Sin embargo, parece difícil averiguar algo sobre las características de su superficie con sólo un pixel, ¿o no? Pues eso es precisamente lo que ha estudiado EPOCh al observar la Tierra durante un periodo de 24 horas. La conclusión: sería posible detectar océanos en un exoplaneta similar a la Tierra. Ahí es nada.

Por supuesto, no estamos hablando de fotos de otro planeta en alta resolución. Más bien, seríamos capaces de saber si un determinado exoplaneta tiene o no océanos gracias a las variaciones en su albedo (luz reflejada) y color. En definitiva, se trata de reconstruir un "mapa" del exoplaneta a partir de observaciones fotométricas limitadas, algo que ya ha hizo el telescopio espacial Spitzer con el planeta HD 80606b. La Tierra vista por EPOCh tenía este aspecto:


El mapa de la Tierra sin nubes comprimido en un sólo pixel cuyo albedo varía en función del periodo de rotación. Así se vería un mundo con océanos mediante una misión similar al TPF (NASA).

EPOCh observó la Tierra en siete longitudes de onda en el rango 300-1000 nm en los días 18 de marzo y 6 de junio de 2008 para cubrir una rotación completa de nuestro planeta. Las imágenes se tomaron a intervalos de 15 minutos. Aunque la resolución de la cámara HRI era de unos 100 km, el equipo de investigadores integró el flujo observado para simular una observación fotométrica de un exoplaneta en un sólo pixel. A continuación, los investigadores normalizaron la curva de luz restando el flujo solar medio y posteriormente estimaron y restaron la variación en el brillo del planeta debida a las nubes. Los cambios de color resultantes son de un 15%-30% en las longitudes de onda más largas y corresponden a la diferencia entre los continentes y las masas acuáticas, lo que sugiere que la fotometría en el infrarrojo cercano jugará en el futuro un papel clave a la hora de detectar océanos en otros planetas.

El resultado principal del estudio es que, efectivamente, podremos detectar masas de agua líquida y continentes a partir de observaciones fotométricas de un exoplaneta -siempre y cuando se den las condiciones adecuadas, por supuesto- gracias al color característico de los océanos y no tanto, como se creía hasta ahora, a la reflexión especular de la luz en la superficie del mar. El albedo de un mundo terrestre no cambia significativamente en el periodo de una rotación, ya que las nubes cubren nuestro planeta de forma bastante homogénea. Pero sí que cambia su color integrado a consecuencia de la diferencia entre los océanos y las masas continentales. Naturalmente, para confirmar que los cambios en el color son debidos a la presencia superficial de agua líquida sería necesario obtener un espectro del exoplaneta.

Quizás, a pocos años luz de nosotros alguien (o algo) está en estos momentos contemplando un mapa fotométrico de nuestro planeta similar al obtenido por EPOCh...

Referencias:

El bautizo de la astrometría

El otro día comentábamos el estado de las distintas técnicas para detectar planetas extrasolares y las dificultades que plantea el método de la astrometría. Pues bien, ahora dos astrónomos del JPL anuncian el primer planeta extrasolar descubierto mediante técnicas astrométricas. El nuevo mundo se llama VB 10b y tiene una masa de seis veces la de Júpiter. Orbita su pequeña estrella de tipo M8, denominada VB 10 (GL 752 B), a una distancia similar a la existente entre Mercurio y el Sol, pero puesto que es un astro de poco tamaño, esta distancia es proporcionalmente grande. De hecho, VB 10 ostenta ahora el récord de ser la estrella más pequeña conocida con un planeta a su alrededor. VB 10 está situada a unos 20 años luz en la constelación del Águila y es una minúscula estrella de menos de 0,3 masas solares, por lo que su interior es totalmente convectivo y presenta una actividad coronal notable. Steven Pravdo y Stuart Shaklan llevan doce años observando unas 30 estrellas mediante técnicas astrométricas desde el Palomar Observatory, en California.

Time-Lapse en Arguineguín

Los amigos de HGT han realizado este vídeo time-lapse del cielo de Arguineguín (Gran Canaria):

Thursday, May 28, 2009

El Big Bang, las palomas y el televisor

(Entrada aparecida originalmente en Astrobloguers)

Dicen los cosmólogos que el Universo nació con una Gran Explosión, o como dicen los anglosajones, un “Big Bang”. En realidad, no fue realmente una explosión, pero eso es otra historia. El hecho es que nuestro cosmos nació hace unos 13700 millones de años, millón más, millón menos, y por lo tanto tuvo un origen definido en el tiempo. De hecho, el tiempo nació junto con el Universo ¿Y cómo podemos estar seguros de que esta teoría es cierta? ¿No es acaso una idea metafísica que se escuda en unas matemáticas complejas y que no tiene mayor relevancia?

Pues obviamente, no. La primera prueba de que el Universo no podía ser estático, como se pensaba en el siglo XIX, vino de la mano de Edwin Hubble, quien se dio cuenta de que el Universo se estaba expandiendo al observar el movimiento de las galaxias cercanas. Si el Universo cada vez era más grande, era obvio que en algún momento tuvo que tener un origen. Claro que la palabra “obvio” no tiene el mismo significado para un científico que para el resto del mundo. Para que fuese un resultado obvio, debía estar respaldado por alguna teoría. Por suerte, esa teoría existía: la Relatividad General de Einstein, la cual predecía que el estado natural del cosmos era inestable. O bien se estaba expandiendo o contrayendo, lo que concordaba con las observaciones de Hubble.

Aunque la teoría estaba de acuerdo con la observación de la expansión del Universo, los cosmólogos no estaban satisfechos. Había que buscar más evidencias. Afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias, ya saben. La segunda evidencia del origen del Universo apareció al analizar una consecuencia lógica de la teoría del Big Bang. Si el Universo había sido originalmente más pequeño, tuvo que ser por fuerza mucho más caliente que en la actualidad, tanto que se originarían reacciones nucleares. Puesto que el Big Bang predecía que en el comienzo del Universo sólo se formó el elemento más simple -hidrógeno-, estas reacciones crearían distintos elementos, como por ejemplo helio y litio. La teoría de la nucleosíntesis primigenia -como así fue denominada- fue propuesta por George Gamow y Ralph Alpher, y encajaba bien con las observaciones de elementos a gran escala, aunque no explicaba la existencia de elementos más pesados. Pero esto último también es otra historia.

Faltaba una prueba concluyente, una que alejase cualquier posibilidad de duda respecto al Big Bang. Y esta prueba, este Santo Grial de la cosmología, era ni más ni menos que el resplandor de la creación. Si el Universo primigenio estuvo tan caliente como la teoría de la nucleosíntesis sugería, este calor no podía haber desaparecido por completo, del mismo modo que un pan recién sacado del horno conserva parte del calor con el que fue creado. Ya en 1948 Gamow y Alpher, junto con Robert Herman, calcularon que este calor residual debía ser de unos 5 Kelvin, o lo que es lo mismo, que en ningún lugar del Universo se podía alcanzar el cero absoluto, pues esta energía primordial impregnaba todos los rincones del cosmos. Poco después, Alpher, Gamow y Herman, volvieron a calcular el calor de fondo y obtuvieron unos 28 K. Esta temperatura podía ser detectada con la tecnología de la época, pero curiosamente nadie prestó atención a este dato. Y eso que había un Premio Nobel esperando a quien corroborase la veracidad de la predicción.

Hubo que esperar a principios de los años 60 cuando Yakov Zeldovich recuperó el dato de la temperatura de fondo del Universo. Como consecuencia, David Wilkinson, Jim Peebles y Robert Dicke, de la Universidad de Princeton, decidieron emplear una antena de microondas para detectar esta radiación. Pero a muy pocos kilómetros de allí, en Crawford Hill, dos ingenieros de los laboratorios Bell estaban trabajando con una antena de comunicaciones. Los dos ingenieros, Arno Penzias y Robert Wilson, tenían un problema: no podían eliminar un ruido de fondo que captaban constantemente con la antena. Tras comprobar que la radiación era homogénea, sólo cabían dos posibilidades: o era una emisión que provenía de todos los lugares de la bóveda celeste, o estaban ante un fallo de la antena. La pareja de ingenieros llegaron en un principio a la conclusión de que la causa del ruido eran los excrementos de una familia de palomas que habían usado la antena como hogar. Pero al limpiar la instalación y desalojar a los inquilinos alados, el ruido persistía. El azar quiso que Penzias y Wilson conociesen la existencia de un artículo pendiente de publicación -escrito por Peebles- sobre la existencia de una radiación de fondo en microondas. Poco después, los dos ingenieros llamaron a Dicke para discutir la relación de sus molestos ruidos con el origen del Universo. En ese mismo momento, Dicke se dio cuenta que el Premio Nobel se les había escapado de las manos. Efectivamente, en 1978 Penzias y Wilson recibieron el preciado galardón de la Academia Sueca.

Hoy en día se considera a este ruido, la llamada radiación cósmica de fondo, como la prueba más contundente del Big Bang. Y todavía podemos detectarlo usando un radiotelescopio casero, más comúnmente conocido como televisor. Y es que si elegimos un canal analógico sin señal, aproximadamente un 1% del ruido blanco que vemos en pantalla se debe al calor residual de la formación del Universo, más concretamente, la radiación generada al crearse los primeros átomos, unos 400 000 años después del Big Bang.

Y esta es la historia de cómo el origen del cosmos pudo ser confirmado pese a los excrementos de unas pequeñas aves y de cómo podemos detectar el calor de formación de los primeros átomos con un simple televisor. Así de asombrosa es la cosmología.

Penzias y Wilson delante de la antena que detectó el calor del Big Bang.

MSL será Curiosity

Pues al final el próximo rover marciano se llamará Curiosity. Este es el nombre que ha resultado ganador del concurso que la NASA organizó en su momento para bautizarlo. Francamente, me parece un nombre anodino donde los haya y que difícilmente transmitirá la emoción que supone explorar un planeta desconocido. Bueno, supongo que al final nos acostumbraremos, como ya pasó con los MERs.


Esperemos que no se haga realidad el dicho: la Curiosity mató al gato...

Wednesday, May 27, 2009

Soyuz TMA-15 (Expedición 20/OasISS)

A las 10:34:53 UTC despegaba un cohete Soyuz-FG (11A511U-FG) desde el cosmódromo de Baikonur con la nave Soyuz TMA-15. En su interior viajaban tres miembros de la Expedición 20/21 de la ISS:
  • Román Romanenko (9-8-1971): comandante de la nave Soyuz e ingeniero de vuelo de las Expediciones 20 y 21. Es hijo del cosmonauta Yuri Romanenko. Este es su primer vuelo espacial.
  • Frank De Winne (25-4-1961): astronauta belga de la Agencia Espacial Europea, ingeniero de vuelo de la Soyuz y de la Expedición 20. En octubre se convertirá en el comandante de la Expedición 21. Su misión se enmarca en el proyecto OasISS de la ESA. Es la segunda misión espacial para de Winne, tras la Soyuz TMA-1. De Winne será el primer comandante europeo de la ISS.
  • Robert Thirsk (17-8-1953): astronauta de la Agencia Espacial Canadiense. Ingeniero de vuelo de las Expediciones 20 y 21. Es su segunda misión espacial tras haber participado en la STS-78.


De izqda. a dcha.: Thirsk, Romanenko y De Winne (RKK Energía/NASA).


La tripulación principal de la TMA-15 y su reserva: Chris Hadfield, Dmitri Kondratiev y Andre Kuipers (Roskosmos).

Este lanzamiento es un hito en la historia de la Estación Espacial Internacional, ya que cuando se acoplen el próximo viernes, al fin la ISS tendrá una tripulación permanente de seis personas. De este modo se podrá aprovechar todo el potencial científico de la estación. Durante su estancia en la ISS, Romanenko, De Winne y Thirsk supervisarán el acoplamiento del módulo ruso MRM-2 (MIM-2) y la primera misión de la nave de carga japonesa HTV. Se trata del 15º lanzamiento de una nave Soyuz TMA, igualando el número de lanzamientos de la versión Soyuz T. Además, este ha sido el lanzamiento tripulado número 100 de una nave Soyuz (incluyendo la Soyuz T-10-1). El panorama de las próximas expediciones permanentes quedará así:
  • Expedición 20 (29 mayo-15 junio):
    ★ Gennadi Padalka (c)
    ★ Michael Barrat
    ★ Koichi Wakata (JAXA)
    ★ Frank De Winne (ESA)
    ★ Roman Romanenko
    ★ Robert Thirsk
  • Expedición 20 (15 junio-8 agosto):
    ★ Gennadi Padalka (c)
    ★ Michael Barrat
    ★ Timothy Kopra
    ★ Frank De Winne (ESA)
    ★ Roman Romanenko
    ★ Robert Thirsk
  • Expedición 20 (8-agosto - 11 octubre):
    ★ Gennadi Padalka (c)
    ★ Michael Barrat
    ★ Nicole Stott
    ★ Frank De Winne (ESA)
    ★ Roman Romanenko
    ★ Robert Thirsk
  • Expedición 21 (11 octubre - 14 noviembre):
    ★ Frank De Winne (c) (ESA)
    ★ Roman Romanenko
    ★ Robert Thirsk
    ★ Maxim Surayev
    ★ Jeffrey Williams
    ★ Nicole Stott

  • Expedición 21 (14-23 noviembre):
    ★ Frank De Winne (c) (ESA)
    ★ Roman Romanenko
    ★ Robert Thirsk
    ★ Maxim Surayev
    ★ Jeffrey Williams

La Expedición 20 de seis miembros a partir del próximo viernes: Barratt, De Winne, Thirsk, Wakata, Padalka y Romanenko (NASA).


Todos los miembros de la Expedición 20: Thirsk, De Winne, Barratt, Padalka, Stott, Kopra y Wakata (NASA).


Emblema de la Expedición 20 (NASA).


Patch de la Soyuz TMA-15, dibujado por el niño Yura Menkevich (Roskosmos).


Emblema de la misión OasISS (ESA).


Entrenamiento de la tripulación (ESA).




Preparación de la Soyuz TMA-15 en el edificio MIK-KA de Baikonur (RKK Energía).




Introducción en la cofia (GO). Antes de introducir la nave, los técnicos retiran las protecciones del sistema de acoplamiento y lo limpian concienzudamente (Roskosmos).



Comprobación de los sistemas de la nave dentro de la cofia (RKK Energía).


Acoplamiento de la nave y la cofia con la tercera etapa del Soyuz-FG en el edificio MIK-112 (Roskosmos).



Instalación del SAS (Sistema de Salvamento en caso de Emergencia) (Roskosmos).



Colocación sobre el transporte erector (Roskosmos).




Traslado a la Rampa de Gagarin (NASA).


Paso decisivo: el pope Serguéi bendice el Soyuz-FG (Roskosmos).


Como no, plantando el árbol (Roskosmos).

Secuencia del lanzamiento de un cohete Soyuz-FG:
  • T-6 horas: se instalan las baterías del cohete.
  • T-5:30 h: la comisión estatal autoriza el lanzamiento.
  • T-5:15 h: la tripulación llega al edificio MIK-KA (Área 254).
  • T-5 h: comienza la carga de queroseno en el Soyuz FG.
  • T-4:20 h: la tripulación comienza a vestirse con las escafandras Sokol KV2.
  • T-4 h: comienza la carga de oxígeno líquido en el cohete.
  • T-3:10 h: la tripulación es autorizada al lanzamiento por la comisión estatal en una ceremonia fuera del MIK-KA.
  • T-3:05 h: la tripulación se traslada a la rampa de lanzamiento.
  • T-3 h: finalización de la carga de propergoles en el cohete.
  • T-2:35 h: la tripulación llega a la rampa.
  • T-2:30 h: la tripulación se introduce en la Soyuz a través del módulo orbital (BO).
  • T-2 h: la tripulación está ya sentada en el interior de la cápsula (SA). Se retira la tapa del filtro de hidróxido de litio para eliminar el dióxido de carbono. Se cierran las escotillas del BO y el SA.
  • T-1:45: pruebas de los equipos del SA. Comienza la ventilación de los trajes Sokol.
  • T-1:30 h: se comprueba la hermetización del módulo orbital de la Soyuz.
  • T-1 h: se activan los giróscopos del cohete.
  • T-45 minutos: se retiran las dos estructuras de servicio principales.
  • T-40 m: finalizan los chequeos de los sistemas de la nave. Se comprueba la presurización de los trajes Sokol.
  • T-30 m: se arma la torre de escape.
  • T-25 m: las torres de servicio completamente bajadas.
  • T-15 m: finaliza la comprobación de presurización de los trajes.
  • T-10 m: los giróscopos están listos. La tripulación activa los grabadores de vuelo.
  • T-7 m: finalización de las operaciones anteriores al lanzamiento.
  • T-6:15 m: se da la orden de listos para el lanzamiento y se activan los sistemas automáticos para el despegue.
  • T-6 m: todas las instalaciones están listas para el lanzamiento.
  • T-5:30 m: separación de las conexiones eléctricas e hidráulicas de la Soyuz (Сброс ШО объекта).
  • T-5 m: los sistemas del cohete y la nave pasan a control interno. Se activan los controles del comandante y la tripulación cierra los visores de los cascos. Se introduce la llave de lanzamiento en el búnker: orden kliuch na start (КЛЮЧ НА СТАРТ). Comienza la secuencia automática de lanzamiento.
  • T-4:10 m: comienzo de la telemetría del cohete. Orden Protyazhka 1 (Протяжка 1).
  • T-4 m: se purga con nitrógeno las cámaras de combustión de la primera y segunda etapa del cohete (para evitar explosiones). Orden Produvka (Продувка).
  • T-3:15 m: purga con nitrógeno de los motores completada.
  • T-3:10 m: comienzo de la emisión de la telemetría de la Soyuz. Orden Protyazhka 2 (Протяжка 2).
  • T-2:30 m: comienza la presurización con nitrógeno de los tanques de combustible.
  • T-2:15 m: se cierran las válvulas de seguridad de los tanques de propergoles. Se finaliza el llenado de oxígeno líquido y nitrógeno. Orden Kliuch na drenazh (Ключ на дренаж).
  • T-1:25 m: los tanques se encuentran presurizados. Orden Nadduv (Наддув).
  • T-1 m: el cohete pasa a alimentarse de sus baterías y se separa la primera torre de umbilicales eléctricos e hidráulicos de la primera etapa. Orden Zemlyá-bort (Земля-борт).
  • T-40 s: se separa la torre de los umbilicales eléctricos de la tercera etapa.
  • T-20 s: se encienden todos los motores del cohete. Orden Pusk (Пуск, "lanzamiento")
  • T-15 s: se separa la segunda torre de umbilicales conectados a la primera etapa.
  • T-10 s: las turbobombas de los motores giran a la máxima velocidad.
  • T-5 s: los motores de la primera etapa a máxima potencia.
  • T-0 s: se retiran las cuatro torres principales del "tulipán" que mantienen al cohete en su posición. Orden Kontakt Podyoma (КОНТАКТ ПОДЪЁМА).
Despegue
  • T+20 s: comienza la maniobra de cabeceo del cohete a 800 m de altura.
  • T+65 s: máxima presión dinámica (Q max), 11,1 km de altura y 455 m/s.
  • T+1:53,38 m: separación de la torre de escape.
  • T+1:57,8 m: separación de los cuatro bloques de la primera etapa ("cruz de Korolyov"). 41,5 km y 1560 m/s.
  • T+2:37,48 m: separación de la cofia.
  • T+4:47,30 m: separación de la segunda etapa.
  • T+4:57,05 m: separación de la sección trasera de la tercera etapa.
  • T+8:44,96 m: apagado de la tercera etapa.
  • T+8:48,26 m: separación de la Soyuz. Despliegue de las antenas y paneles solares. Traslado del control de la misión al TsUP, en Korolyov (Moscú).

Soyuz-FG (ESA).


De camino a la aprobación del lanzamiento por parte de la Comisión Estatal (Roskosmos).


La tradición manda que la tripulación de reserva o los ayudantes den una torta en el trasero a los cosmonautas antes de partir (Roskosmos).



Retirada de las torres de servicio a T-45 minutos (Roskosmos).


El cohete Soyuz-FG en la Rampa de Gagarin. Se ven los umbilicales eléctricos y de combustible de la torre de servicio para la tercera etapa (Roskosmos).


De Baikonur al espacio: menos de 9 minutos (Roskosmos).

Traslado a la rampa:





Animación del lanzamiento:



La tripulación camino a la rampa (sin escenas de micción):



Lanzamiento:



Inserción orbital inicial: 198,195 km x 240,67 km, 51,65º de inclinación y un periodo de 88,62 minutos.


Maniobras de la Soyuz para acoplarse con la ISS: cinco en total durante los próximos días (TsUP).