Yemen mantiene un conflicto abierto desde el año 2004 contra la insurgencia chií, conocida como hutis, nombre del líder de la rebelión; el clérigo Andel Malek al Huti. Los enfrentamientos comenzaron, cuando el Gobierno de Saná hizo caso omiso de las peticiones de la población local.
En agosto de 2009 dichos enfrentamientos se han intensificado debido a la ofensiva lanzada por el Ejército para sofocar la rebelión. Hasta agosto, la ONU cifraba que el conflicto había generado el desplazamiento de unas 100.000 personas, a las que durante el mes pasado hay que añadir otras 50.000 que se han quedado sin hogar y se encuentran atrapadas entre los dos bandos.
El último episodio de esta crisis humanitaria, se produjo el 18 de septiembre de 2009, cuando un ataque aéreo del Ejercito de Yemen bombardeaba el campo de refugiados de Adi en el noroeste del país, en la región de Omrán, fronteriza con Arabia Saudí causando la muerte a 87 personas, la mayoría mujeres y niños, y dejando heridas a otras 40.
El campo de refugiados se encuentra en condiciones muy precarias pues no posee ni agua, ni luz y se encuentra erigido con plásticos y materiales desechables, algo que pudo confundir a la aviación yemení con un campamento de rebeldes. Las noticias de todas las formas son escasas pues está prohibida la entrada de cualquier medio de comunicación en la zona. Aún así el hecho ha sido denunciado en Ginebra por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y por el alto comisariado de la ONU para los campos de refugiados, exigiéndose la apertura de corredores humanitarios que permitan el acceso de ayuda a la región.
Estamos ante otro de esos conflictos que el mundo casi parece olvidar, y que su origen se encuentran en la lucha de facciones religiosas extremistas.
JF
En agosto de 2009 dichos enfrentamientos se han intensificado debido a la ofensiva lanzada por el Ejército para sofocar la rebelión. Hasta agosto, la ONU cifraba que el conflicto había generado el desplazamiento de unas 100.000 personas, a las que durante el mes pasado hay que añadir otras 50.000 que se han quedado sin hogar y se encuentran atrapadas entre los dos bandos.
El último episodio de esta crisis humanitaria, se produjo el 18 de septiembre de 2009, cuando un ataque aéreo del Ejercito de Yemen bombardeaba el campo de refugiados de Adi en el noroeste del país, en la región de Omrán, fronteriza con Arabia Saudí causando la muerte a 87 personas, la mayoría mujeres y niños, y dejando heridas a otras 40.
El campo de refugiados se encuentra en condiciones muy precarias pues no posee ni agua, ni luz y se encuentra erigido con plásticos y materiales desechables, algo que pudo confundir a la aviación yemení con un campamento de rebeldes. Las noticias de todas las formas son escasas pues está prohibida la entrada de cualquier medio de comunicación en la zona. Aún así el hecho ha sido denunciado en Ginebra por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y por el alto comisariado de la ONU para los campos de refugiados, exigiéndose la apertura de corredores humanitarios que permitan el acceso de ayuda a la región.
Estamos ante otro de esos conflictos que el mundo casi parece olvidar, y que su origen se encuentran en la lucha de facciones religiosas extremistas.
JF
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