Problemas con Tranquility

La próxima misión del transbordador espacial, STS-130 Endeavour, corre el riesgo de ser pospuesta debido a una serie de fugas de amoniaco de las líneas de refrigeración del módulo Tranquility (Nodo 3). Las conducciones de amoniaco forman parte del ATCS (Active Thermal Control System), el sistema de refrigeración del Nodo 3. Este módulo, fabricado en Italia por Thales Alenia Space para la NASA, debe ser acoplado a la ISS durante la próxima misión del shuttle, que debería despegar el próximo 7 de febrero. El pequeño módulo Cupola también será enviado a la estación en esta misión.


Posición del Nodo 3 Tranquility en la ISS, acoplado al Nodo 1 Unity (en un principio debía acoplarse al puerto nadir de Unity) (nasaspaceflight.com).

A la espera de comprobar si las fugas pueden ser reparadas antes del despegue, las posibilidades son varias: retrasar la misión hasta una fecha posterior, lanzar el Nodo 3 con las fugas y repararlo en otra misión, o llevar a cabo una versión reducida de la STS-130. La primera opción -la más lógica- sería bastante compleja, ya que repercutiría en las próximas misiones del transbordador, precisamente durante el último año que están en servicio. En concreto, un retraso afectaría a la siguiente misión del Endeavour, STS-134, prevista para el próximo julio. Durante esta misión, la lanzadera deberá acoplar a la ISS el detector de partículas AMS.

Esperemos que los problemas se solucionen en breve.

Actualización 13-1

Pues parece que los problemas se han solucionado. La NASA ha decidido lanzar el Endeavour en la fecha prevista. Eso sí, el Nodo 3 se acoplará ahora al puerto nadir del Nodo 1 para evitar los desajustes en las líneas de refrigeración.