La empresa norteamericana Bigelow Aerospace no es la única que quiere hacerse un hueco en el mercado turístico espacial con estaciones espaciales. Una oscura compañía rusa denominada Orbital Technologies pretende ser la primera en operar una estación espacial privada. Orbital Technologies cuenta con la participación de RKK Energía, fabricante de las naves Soyuz y Progress, además del beneplácito de Roskosmos (o eso dicen, porque yo no he podido encontrar ningún comunicado oficial de la agencia espacial rusa al respecto). La "estación", denominada sin mucha originalidad como CSS (Commercial Space Station) o KKS (Komércheskaia Kosmícheskaia Stantsia) sería en realidad un pequeño vehículo basado en la tecnología de los módulos SO-1 (Pirs) y SO-2 (Poisk) de la ISS lanzado mediante un cohete Soyuz. En concreto, se trataría de una versión del módulo de acoplamiento y esclusa propuesto para la ISS en repetidas ocasiones y que finalmente fue cancelado hace unos años.
La CSS en el espacio. Se aprecia a la derecha el PAO de una Progress (Orbital Technologies).
La CSS con dos naves Soyuz acopladas al mismo tiempo: ¡cuatro turistas como máximo! (Orbital Technologies).
El módulo de la CSS (arriba) es básicamente una versión remodelada del módulo de acoplamiento de Energía (abajo). Las similitudes son más que evidentes, aunque la CSS incluiría tres puertos de atraque (RKK Energía).
Disposición interior de la pequeña estación (Orbital Technologies).
Recreación del interior (Orbital Technologies).
La estación sería lanzada con un módulo de servicio (PAO) de una Progress M acoplado a su parte trasera para controlar la actitud y elevar la órbita. Incluiría tres puertos de atraque para naves Soyuz y Progress, permitiendo estancias turísticas de distinta duración: 3-14 días, 1-2 meses o 4-6 meses. Si todo va bien -es decir, si hay dinero-, se podría lanzar en 2016.
Aunque el proyecto es mucho más realista que el recientemente propuesto por Bigelow y Boeing, veo difícil que se pueda rentabilizar solamente con vuelos turísticos. Incluso si se lanzasen dos Soyuz al año con cuatro turistas (dos por nave), con ese dinero habría que sufragar los costes de fabricación de las propias naves tripuladas y sus respectivos lanzadores, a lo que habría que añadir alguna que otra nave Progress. La situación podría cambiar si una agencia espacial (¿India?) estuviese dispuesta a pagar por su uso, algo bastante improbable en estos momentos. Resumiendo, estamos ante un proyecto interesante y realista, pero con pocas probabilidades ver la luz.
En cualquier caso, ¿a quién no le gustaría disfrutar de estas vistas?
Una vista del Cáucaso desde la ISS (NASA/Douglas Wheelock).
Estación fantástica de Bigelow y Boeing (Bigelow).
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