Ciro hereda el trono del Imperio Persa en el 559 a.c. de manos de su padre Cambises I. Su primera campaña de expansión consistirá en someter al Reino Medo gobernado por Astiages y unificar bajo un único mando a las tribus iraníes, antes de lanzarse a la conquista del este.
El reino de Lidia en Asia Menor, sería el siguiente en sufrir el azote de los persas. Creso, rey de Lidia, había expandido sus territorios a expensas de los medos. Y Ciro se tomó la revancha, tomando Sardes, la capital del reino en el 546 a.c. Las ciudades griegas jonias, como vasallos que eran de Lidia, se sometieron en su mayoría de forma pacifican a su nuevo gobernante, aunque hubo alguna que otra revuelta que Ciro hubo de sofocar.
A continuación, Ciro volvió sus ojos hacia Babilonia, donde el clima de rechazo de la población hacia su rey Nabónido le sirvió como pretexto para invadirla e hizo que la victoria fuera rápida y fácil. El Imperio Babilónico caía a manos Persas en el 539 a.c.
Pero todavía vendrían tiempos incluso de mayor gloria cuando bajo el reinado de Darío el Grande, los dominios del imperio se ampliarían aun más con la conquista de Egipto, Libia y Macedonia.
Fuentes:
La Enciclopedia Británica
The Bible Atlas
JF
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