En diciembre de 2002, en cumplimiento de una de sus promesas electorales, George Bush anunció la puesta en funcionamiento, a partir del 2004, de una coraza para proteger a EEUU de ataques con misiles balísticos procedentes de países del llamado eje del mal como Corea del Norte e Irán. Los primeros pilares de este sistema fueron emplazados en Alaska con 40 interceptores de misiles y en California con un sistema de seguimiento.
El sistema defensivo combinaba una serie de radares en tierra, mar y en el espacio y misiles interceptores para eliminarlos en mitad de su trayectoria, o incluso en la fase de propulsión, momento en que son mas fácilmente alcanzados.
El anunció iraní de que había desarrollado misiles con un alcance de
Rusia se sintió directamente amenazada con la instalación de estos elementos en sus antiguos países satélites y puso en duda el carácter exclusivamente defensivo de ellos. Como consecuencia, las autoridades rusas suspendieron de forma unilateral en el 2007 la aplicación del Tratado de Fuerzas Convencionales en Europa (CFE) y justo un día después de la elección de Barack Obama, amenazaron con desplegar misiles en el enclave de Kaliningrado.
La semana pasada, Barack Obama dio un vuelco completo a la situación de creciente tensión, abandonando el proyecto del escudo antimisiles en el que su antecesor George Bush puso tanto empeño. Una revisión de la amenaza iraní, llegó a la conclusión de que Teherán aun se encuentra lejos de poder lanzar misiles de largo alcance y que además las bases en Polonia y
Esto no significa, que Washington se quede sin protección. Un nuevo plan de defensa antimisiles ha sido diseñado basándose en el sistema Aergis de
Esta iniciativa ha sido recibida muy favorablemente por el presidente ruso Dmitri Medvédev y permitirá retomar las negociaciones de desarme nuclear (ya iniciadas desde el mismo inicio de su mandato) en un clima mucho más amistoso.
Pero no todo el mundo se encuentra contento, pues Polonia y
JF
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