De entre los países que circundan a Irán, Rusia es el único que posee instalaciones nucleares oficialmente reconocidas por el resto del mundo. Sin embargo, países como Israel, Pakistán o India, aunque todas las informaciones dan por hecho que poseen los medios técnicos y materiales para producir bombas o cabezas nucleares, nunca lo han reconocido oficialmente.
Irán tampoco quiere quedarse atrás y su programa nuclear sigue avanzando con la apertura de nuevas instalaciones, centrales nucleares y programas para el enriquecimiento de Uranio.
En Julio de 2006, tras tres años de negociaciones entre la ONU e Irán, se dicta la primera resolución en la que se ordenaba a Irán la paralización del programa de enriquecimiento de Uranio, sin por el momento adoptar otras sanciones.
En diciembre de 2006, comienzan a adoptarse sanciones económicas y de exportación en temas nucleares. En marzo de 2007, las sanciones se incrementan bloqueando el comercio de armas. Al año siguiente, en marzo del 2008 siguen las sanciones, obligando a la inspección de todo material que entre o salga vía aérea o marítima.
Finalmente en septiembre de 2008, aun sin retirar las medidas adoptadas en los tres años anteriores, comienza a negociarse una vía diplomática que finalmente en octubre de 2009 parece haber llegado algún entendimiento, pues Irán está dispuesto a que un comité de inspectores internacionales tenga acceso a las instalaciones de su país.
No es que esté a favor de que dicha escalada siga en aumento, pues de hecho se está repitiendo en Oriente Medio en pleno siglo XXI lo mismo que ocurrió entre las dos grandes potencias en la Guerra Fría (ver articulo El Rearme del Golfo) durante el siglo XX, que apuntó estuvo de terminar en catástrofe. Pero no llegó a entender porque la ONU con EEUU a su cabeza y con el apoyo de Francia, Inglaterra, Alemania, China y Rusia, está poniendo tantas trabas al desarrolló nuclear en Irán y sobre todo teniendo en cuenta que prácticamente han permanecido impasibles mientras hacían lo mismo Israel, Pakistán o India.
Y que nadie me diga que ello es debido al radicalismo o extremismo religioso que posee Irán, pues lo mismo podría argumentarse de Israel o Pakistán.
Fuente: El País
JF
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