La tensión militar entre Venezuela y Colombia no deja de crecer. Mientras que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, apuesta abiertamente contra cualquiera que pueda plantar cara al capitalismo occidental (ya sea de EEUU o de Europa), Álvaro Uribe, al frente de Colombia, apuesta por el, con la colaboración incluida de bases militares de EEUU en su territorio y suministro armamentístico de Israel.
Dos bloques enfrentados, el comunismo frente al capitalismo en una nueva reedición de la Guerra Fría.
Israel y EEUU indican con insistencia que su ayuda militar a Colombia es únicamente con el fin de luchar contra el narcotráfico, pero Chávez no lo ve así y consecuentemente esta rearmando la frontera.
Recientemente, Venezuela solicitó a Irán apoyo logístico con el objetivo de modernizar su ejército, a la vez que reclamaba suministros para el mantenimiento de su flota aérea. Es mas, la República Islámica les ha proporcionado apoyo en la explotación minera de yacimientos de uranio para desarrollar el programa nuclear de Chávez.
Desde Colombia se mira con mucho recelo todo este tipo de movimientos. Israel, partidario de Uribe, teme que las cédulas islamistas encajadas en la frontera con Colombia se beneficien del dinero que produce el narcotráfico y apoyen con él a los vínculos con Hizbulá con los cuales comparten ideología.
Curiosamente un enfrentamiento en Oriente Próximo entre Irán e Israel con un principal componente religioso, ha sido trasladado a Latino América donde en cambio, el choque se produce entre el comunismo y el capitalismo.
JF
Dos bloques enfrentados, el comunismo frente al capitalismo en una nueva reedición de la Guerra Fría.
Israel y EEUU indican con insistencia que su ayuda militar a Colombia es únicamente con el fin de luchar contra el narcotráfico, pero Chávez no lo ve así y consecuentemente esta rearmando la frontera.
Recientemente, Venezuela solicitó a Irán apoyo logístico con el objetivo de modernizar su ejército, a la vez que reclamaba suministros para el mantenimiento de su flota aérea. Es mas, la República Islámica les ha proporcionado apoyo en la explotación minera de yacimientos de uranio para desarrollar el programa nuclear de Chávez.
Desde Colombia se mira con mucho recelo todo este tipo de movimientos. Israel, partidario de Uribe, teme que las cédulas islamistas encajadas en la frontera con Colombia se beneficien del dinero que produce el narcotráfico y apoyen con él a los vínculos con Hizbulá con los cuales comparten ideología.
Curiosamente un enfrentamiento en Oriente Próximo entre Irán e Israel con un principal componente religioso, ha sido trasladado a Latino América donde en cambio, el choque se produce entre el comunismo y el capitalismo.
JF
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