Al terminar la Segunda Guerra Mundial, el mundo quedará dividido en dos bloques enfrentados principalmente por la ideología dominante en cada lado: por un lado las democracias de occidente lideradas por EEUU y por otro el comunismo y los diferentes países de Asia y Europa del este que fueron cayendo bajo su influencia, todos ellos subordinados a la URRS. La Guerra Fría había comenzado y su principal consecuencia fue un desarrollo armamentístico sin precedentes. Pero no se trataba de armas convencionales sino de la última tecnología desarrollada por los americanos, armas de destrucción con las que pusieron fin a la guerra.
Así los americanos en primer termino comienzan una fabricación mantenida entre los años 50 a 70 (como se ve durante en el grafico). La carrera había comenzado. Los americanos ya dominaban la energía nuclear, los rusos necesitarían todavía de unos años para lograrlo. Su desarrollo durante los primeros años sería más lento.
Pero todo cambiaría durante la década de los 70 hasta los 90. La escalada armamentística no tenía precedentes. En tan solo 20 años los rusos habían pasado de disponer alrededor de 3.000 cabezas nucleares a más de 11.000. Los americanos en el mismo periodo hicieron lo propio pasando de 6.000 a 13.000.
A partir de la década de los 90, los lideres de los bloques se dan cuenta que no tenía sentido continuar en esa línea debida a la autodestrucción mutua (y de todo el planeta) que supondría poner estas armas en funcionamiento. Es la nueva era, la era del Desarme Nuclear. Desde entonces, el numero de cabezas nucleares no ha ido sino decreciendo.
En el gráfico se observa la evolución del número de armas atómicas desde la década de los 50 hasta hoy día, junto con su distribución en bombarderos, submarinos y misiles intercontinentales. En julio del 2009 se calcula que EEUU dispone de 2002 cabezas mientras que Rusia tiene 2787.
Y el desarme continúa. De hecho uno de los principales objetivos de la visita de Obama a Rusia es continuar con esta tendencia así como iniciar una nueva era de cooperación en todos los terrenos, principalmente, la última lacra del siglo XXI: el terrorismo internacional de los grupos fundamentalista.
JF
De La Historia en Mapas |
Así los americanos en primer termino comienzan una fabricación mantenida entre los años 50 a 70 (como se ve durante en el grafico). La carrera había comenzado. Los americanos ya dominaban la energía nuclear, los rusos necesitarían todavía de unos años para lograrlo. Su desarrollo durante los primeros años sería más lento.
Pero todo cambiaría durante la década de los 70 hasta los 90. La escalada armamentística no tenía precedentes. En tan solo 20 años los rusos habían pasado de disponer alrededor de 3.000 cabezas nucleares a más de 11.000. Los americanos en el mismo periodo hicieron lo propio pasando de 6.000 a 13.000.
A partir de la década de los 90, los lideres de los bloques se dan cuenta que no tenía sentido continuar en esa línea debida a la autodestrucción mutua (y de todo el planeta) que supondría poner estas armas en funcionamiento. Es la nueva era, la era del Desarme Nuclear. Desde entonces, el numero de cabezas nucleares no ha ido sino decreciendo.
En el gráfico se observa la evolución del número de armas atómicas desde la década de los 50 hasta hoy día, junto con su distribución en bombarderos, submarinos y misiles intercontinentales. En julio del 2009 se calcula que EEUU dispone de 2002 cabezas mientras que Rusia tiene 2787.
Y el desarme continúa. De hecho uno de los principales objetivos de la visita de Obama a Rusia es continuar con esta tendencia así como iniciar una nueva era de cooperación en todos los terrenos, principalmente, la última lacra del siglo XXI: el terrorismo internacional de los grupos fundamentalista.
JF
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