Preparando mi inminente viaje a la cuna de la civilización occidental, llevo un mes aprendiendo
griego moderno. Para aquellos que desconozcan el idioma, que supongo que será la mayoría, un par de reseñas:
- Dificultad General: para un hispanoparlante, el Griego Moderno tiene una dificultad parecida a la del Alemán. Al igual que éste, es un idioma con declinaciones, aunque el griego ha perdido el dativo y sólo tiene nominativo, acusativo y genitivo (el vocativo se usa muy poco). A diferencia de aquél, se escribe obviamente con alfabeto griego, así que supongo que esto es un punto que dificulta un poquito su aprendizaje inicial. Por otro lado, también tiene tres géneros gramaticales distintos, aunque su uso es mucho más racional y simple que en Alemán, al igual que la formación del plural. El único aspecto que presenta una mayor dificultad son los verbos y sus diferentes tiempos, bastante más complicados de usar que en Alemán.
- En cuanto al vocabulario, es un arma de doble filo: por un lado hay miles de palabras que nos resultarán familiares, ya que proceden del Griego Clásico y se usan en la actualidad en todos los ámbitos científico-técnicos. Por otro lado, su significado puede variar respecto al que nosotros estamos acostumbrados. Además, la mayoría de palabras procedentes del latín que se usan en los idiomas europeos son sustituidas por un equivalente griego, por aquello de que si los romanos tomaron como referencia cultural a la Grecia Clásica, sus descendientes no van a permitir que dos mil años después la lengua latina conquiste a la griega. Un problema grave es la duplicidad de términos: en cuanto empezamos a estudiar, nos damos cuenta que muchas veces existen dos palabras para designar el mismo concepto. Esto es así porque durante muchos años la lengua griega experimentó una situación de diglosía: mientras que en la calle se hablaba el Griego Moderno o Dimotikí (Δημοτική, "popular", "del pueblo"), en las instituciones académicas, técnicas y políticas se hablaba un lenguaje artificial llamado Kazarévusa (Καθαρεύουσα, "purificada"). Y digo artificial, porque no se trataba de Griego Clásico como se enseñaba en el siglo XIX, sino de una mezcla de la Koiné del periodo helenístico con elementos de la época romana y bizantina. Por desgracia para este bello idioma, el uso del Demotikí y la Kazarévusa pronto se politizó, siendo el griego demótico preferido por la gente de izquierdas y el griego clásico por las facciones más conservadoras. Tras la caída de la dictadura en los años setenta, se abolió el uso de la Kazarévusa en las escuelas, pero no sería hasta 1982 que se haría oficial el uso del Griego Moderno en todo el estado heleno, así como la aplicación de la reforma ortográfica que sólo emplea un tipo de acento. Paradójicamente, el Griego Estándar actual, aunque básicamente sigue siendo demótico, emplea muchísimos términos cultos provenientes de esta etapa de diglosía, así que no nos extrañemos si vemos que a la Luna la llaman tanto Selini (Σελήνη) como Fengari (Φεγγάρι), por poner un ejemplo.
- Otro aspecto es la pronunciación: es prácticamente similar a la española, con sólo cinco vocales, por lo que probablemente sea uno de los idiomas más fáciles de pronunciar para un español.
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