Pocas veces tenemos el privilegio de conocer de primera mano las impresiones de los encargados de las misiones interplanetarias de la NASA. Si además hablamos de una de las misiones más exitosas de la historia de la exploración espacial, como es el caso de los rovers marcianos Spirit y Opportunity, el interés de la obra está asegurado. Steve Squyres, el investigador principal de los MERs, nos narra en Roving Mars las vicisitudes que le llevaron a ocupar un puesto de tan alta responsabilidad de forma muy amena y honrada. En un libro de estas características hay tres tipos de historias que interesan:
a) los desafíos de ingeniería a los que se enfrenta un equipo encargado de diseñar una nueva nave espacial.
b) las dificultades personales, incluyendo fracasos varios, a la hora de sacar adelante un proyecto tan complejo.
c) los éxitos, si los hay, científicos, políticos y técnicos de la misión.
Naturalmente, el libro aborda los tres puntos de forma magistral, centrándose durante la primera parte en los problemas políticos y giros del destino que hicieron de los MER una realidad. Como es lógico, recibe gran atención la "Gran Debacle Marciana" del año 98 en la cual la NASA perdió dos sondas espaciales debido a chapuzas derivadas del bajo presupuesto destinado a dichas misiones.
Sin embargo, lo que a mí más me ha interesado son las opiniones personales de Squyres sobre la política de la NASA y sobre el funcionamiento de la agencia espacial. Naturalmente, Squyres es un tipo muy inteligente y no se moja criticando a nadie, pero si uno sabe leer entre líneas, podemos descubrir varios de los grandes fallos en la gestión del programa espacial no tripulado de la NASA, como es el caso de las decisiones políticas arbitrarias que provocan la cancelación de proyectos muy interesantes en favor de otros que no lo son tanto, o la compulsión de la agencia por desaprovechar la experiencia ganada en misiones pasadas, siempre buscando "el más difícil todavía", lo que suele provocar sobrecostes, retrasos y cancelaciones.
El libro termina con las experiencias del autor a modo de diario hasta septiembre de 2004, sin dedicar ni una palabra al futuro del programa de exploración del Planeta Rojo, lo que es una pena, pues se echa de menos una opinión profesional sobre misiones como el futuro Mars Science Laboratory. Así, aunque no habla de la próxima misión Phoenix, me da a mí que Squyres no debe ver con muy buenos ojos este proyecto, teniendo en cuenta cómo pone a parir la cancelada Mars Surveyor 2001, su predecesora.
Como homenaje a los MERs, vale la pena recordar el ya clásico "Six Minutes of Terror":
O este otro que incluye toda la secuencia desde el lanzamiento hasta el aterrizaje:
Ambos vídeos con animaciones 3D de Daniel Maas.
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