El tratado de paz firmado en Brest-Litovsk (actualmente en Bielorrusia) entre las potencias centrales y la República de Ucrania (09 de febrero 1918) y la Rusia Soviética (03 de marzo 1918), puso fin a las hostilidades entre dichos países en el contexto de la Primera Guerra Mundial.
Las negociaciones se iniciaron el 22 de diciembre de 1917, si bien el gobierno soviético venía solicitándolas desde el pasado 08 de noviembre. Pero debido a los diversos intentos de la delegación soviética por prolongar las sesiones, se alcanzó el 18 de enero de 1918 sin avances sustanciales.
Bajo estas condiciones, sería el general alemán Hoffmann el encargado de presentar las demandas alemanas bajo la amenaza de abandonar la mesa de negociaciones. Sus peticiones incluían el establecimiento de estados independientes en los territorios polacos y bálticos que habían pertenecido al Imperio Ruso y a Ucrania. Ante tal panorama, León Trotsky, jefe de la delegación soviética, solicitó un receso de la asamblea que duraría del 18 al 30 de enero con el objeto de consultar sus peticiones con los órganos de gobierno rusos. Con está misión partió a San Petersburgo donde persuadió a los bolcheviques reacios (incluyendo a Lenin) a adoptar una política ambigua según la cual Rusia abandonaría la guerra, pero sin firmar un tratado de paz.
Cuando se reanudaron las negociaciones, la delegación soviética intentó que Alemania diera marcha atrás a sus iniciativas, a la vez que Ucrania se adhería el 9 de febrero a las peticiones de las potencias centrales. Esto supuso que el 10 de febrero se produjera una nueva interrupción del proceso de paz.
Los alemanes, hartos ya de las continuas presiones rusas, reanudaron su ofensiva militar el 18 de febrero, por lo que los bolcheviques de inmediato solicitaron que se reanudasen las conversaciones. El 23 de febrero, los alemanes respondieron con un ultimátum que dejaba a los rusos un plazo máximo de cinco días para aceptar sus peticiones. Lenin, al darse cuenta de que el nuevo Estado soviético era demasiado débil para sobrevivir a una guerra, amenazó con renunciar si las condiciones alemanas no eran cumplidas.
El 3 de marzo, el gobierno soviético aceptaba un tratado por el cual Rusia perdía Ucrania, sus territorios polacos y bálticos y Finlandia. El tratado fue ratificado por el Congreso de los Soviets el 15 de marzo.
Un tratado de escasa vida, pues sería anulado por el armisticio del 11 de noviembre de 1918 que marcó la derrota aliada de Alemania.
Jose
Las negociaciones se iniciaron el 22 de diciembre de 1917, si bien el gobierno soviético venía solicitándolas desde el pasado 08 de noviembre. Pero debido a los diversos intentos de la delegación soviética por prolongar las sesiones, se alcanzó el 18 de enero de 1918 sin avances sustanciales.
Bajo estas condiciones, sería el general alemán Hoffmann el encargado de presentar las demandas alemanas bajo la amenaza de abandonar la mesa de negociaciones. Sus peticiones incluían el establecimiento de estados independientes en los territorios polacos y bálticos que habían pertenecido al Imperio Ruso y a Ucrania. Ante tal panorama, León Trotsky, jefe de la delegación soviética, solicitó un receso de la asamblea que duraría del 18 al 30 de enero con el objeto de consultar sus peticiones con los órganos de gobierno rusos. Con está misión partió a San Petersburgo donde persuadió a los bolcheviques reacios (incluyendo a Lenin) a adoptar una política ambigua según la cual Rusia abandonaría la guerra, pero sin firmar un tratado de paz.
Cuando se reanudaron las negociaciones, la delegación soviética intentó que Alemania diera marcha atrás a sus iniciativas, a la vez que Ucrania se adhería el 9 de febrero a las peticiones de las potencias centrales. Esto supuso que el 10 de febrero se produjera una nueva interrupción del proceso de paz.
Los alemanes, hartos ya de las continuas presiones rusas, reanudaron su ofensiva militar el 18 de febrero, por lo que los bolcheviques de inmediato solicitaron que se reanudasen las conversaciones. El 23 de febrero, los alemanes respondieron con un ultimátum que dejaba a los rusos un plazo máximo de cinco días para aceptar sus peticiones. Lenin, al darse cuenta de que el nuevo Estado soviético era demasiado débil para sobrevivir a una guerra, amenazó con renunciar si las condiciones alemanas no eran cumplidas.
El 3 de marzo, el gobierno soviético aceptaba un tratado por el cual Rusia perdía Ucrania, sus territorios polacos y bálticos y Finlandia. El tratado fue ratificado por el Congreso de los Soviets el 15 de marzo.
Un tratado de escasa vida, pues sería anulado por el armisticio del 11 de noviembre de 1918 que marcó la derrota aliada de Alemania.
Jose
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