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Sunday, June 6, 2010

La Batalla Naval de las Azores 1582-1583

La batalla naval de las Azores fue uno los grandes triunfos de la marina española, en la que la escuadra al mando de Álvaro de Bazán venció a las fuerzas combinadas de Inglaterra y Francia.

Su éxito supuso la incorporación completa a los dominios de Felipe II, de toda la corona portuguesa
(tanto su territorio peninsular como el insular y además sus colonias de Oriente y Occidente), además del dominio estratégico de todas las rutas del Atlántico.


La oportunidad se le presentó al monarca español cuando los portugueses sufrieron una estrepitosa derrota en la batalla de Alcazalquivir el 4 de agosto de 1578 frente a los marroquíes, donde además perdió la vida su rey Sebastián. Sin herederos directos, Felipe II emparentado con la familia real portuguesa, hizo valer sus derechos y preparando un ejército combinado por tierra al frente del cual colocó al Duque de Alba y por mar al mando de Álvaro de Bazán, se dirigió hacia Lisboa. Viendo el avance del ejército y el bloqueo marítimo que impedía recibir ayuda, el autoproclamado rey Antonio se vio obligado a huir de Lisboa. A finales de agosto de 1580, Lisboa se rendía y en tan solo cuatro meses más, todo el territorio lusitano peninsular estaba controlado por España.

Las colonias ultramarinas portuguesas no lo dudaron, y se rindieron sin oponer resistencia a los designios de su nuevo amo. Pero las islas Azores, lugar donde encontró refugio el pretendiente al trono, Antonio, fueron la excepción y se declararon en rebeldía.

España no estaba dispuesta a tolerar esta situación ya que dichas islas constituían un enclave estratégico para el control de las rutas hacia las Indias tanto orientales como occidentales. Pero Portugal no se encontraba solo, y pronto recibió el apoyo de Inglaterra y Francia, no tanto por simpatizar con la causa, sino porque veían que España podía llegar a monopolizar todo el trafico del Atlántico.



Los preparativos para la conquista de las islas comenzaron en la primavera de 1582. La Armada se componía de 60 navíos y alrededor de 10.000 hombres. El 22 de julio, 22 navíos españoles con unos 5.000 marinos llegaban a la isla de San Miguel (que unos meses antes se había sometido al dominio español por propia iniciativa); el resto había quedado disperso por el Atlántico debido a un fuerte temporal.

Al día siguiente, una flota francesa formada por 60 barcos se ponía frente a frente con los navíos españoles, en clara inferioridad numérica. Sin embargo, esto no amedrentó a Álvaro de Bazán quien inicio la carga. Esta toma de la iniciativa permitió a los españoles ganar una batalla que de por si resultaba muy complicada debido a que todavía quedaban por llegar el resto de la escuadra. Los franceses sufrieron numerosas bajas tanto de navíos como personales, teniendo que retirarse de la batalla.

Pero la conquista de las Azores ni siquiera había comenzado. La isla Tercera se encontraba fuertemente atrincherada y el bando español también había sufrido bastantes pérdidas. Por ello se dejo una guarnición de 2.000 hombres en San Miguel para su defensa y el resto de barcos y soldados regresaron a España para rearmarse.

El 10 de febrero de 1583, Felipe II daba la orden de terminar la conquista del archipiélago y el día 23 del mismo mes, partían hacia su destino 15.000 hombres y alrededor de 80 navíos de diverso tonelaje. El día 3 de julio llegaban a San Miguel, donde embarcaron las tropas allí acantonadas.

El día 23 de julio, la Armada Española llevó a cabo en la isla Tercera un desembarco comparable a los que muchos siglos después se protagonizaron durante la Segunda Guerra Mundial (véase Normandía o Guadalcanal). Con una playa fuertemente protegida, los navíos españoles se acercaron al máximo a la costa y comenzaron a cañonear la playa, mientras que los soldados españoles desembarcaban.

Los soldados que protegían la isla fueron empujados con el avance español, hasta que finalmente ya sitiados en la capital Angra, acabaron por capitular.

El resto de islas como San Jorge y Pico al ver la caída de su principal bastión en San Miguel también capitularon sin mayor lucha.

Pero esta importante conquista, no duro mucho y a que escasos 60 años después, en 1640, una sublevación de Portugal acabó por conseguir la independencia y su posterior reconocimiento oficial por parte de la corona española.

Fuente: Revista Historia 16.

Jose



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