El renacimiento del continente asiático y el rápido desarrollo de otras regiones del mundo a lo largo de las últimas décadas constituyen una de las características clave del nuevo orden mundial. La evolución es especialmente acusada en China e India, hogar de dos tercios de la población mundial, pero también se refleja en Brasil y en Rusia, así como en otras zonas del globo.
Este movimiento ascendente ha ido acompañado de una fuerte tendencia a la agrupación regional de los países con mayor índice de crecimiento, favoreciendo los intercambios comerciales en el sudeste asiático, África o América del Sur (Mercosur). Esto puede verse en el mapa, en el que aparecen en amarillo los bloques comentados.
Las estimaciones no dejan lugar a dudas. El crecimiento del PIB de estos países, pronostica que para el 2025 (si la crisis económica mundial no da al traste el modelo productivo y comercial) se acercará al 60% del PIB mundial, del que un 45% pertenecerá a Asia.
El sistema internacional del siglo XXI se caracterizará por ser un mundo descentralizado donde múltiples potencias compitan entre si. Atrás quedarán los modelos bipolares que predominaron entre los siglos XVII y XVIII y durante el periodo de la Guerra Fría en el siglo XXI, en el que dos potencias controlaban la economía y el comercio mundial. Este reequilibrio es, en el plano histórico, una verdadera revolución, que cierra el largo ciclo de dos siglos de dominio occidental.
Y por supuesto mucho mas lejos quedarán los modelos coloniales unipolares que reinaron en el siglo XIX y principios del XX, donde los poderes occidentales trataban de controlar el mundo. Fue precisamente la Revolución Industrial, la que aupó a occidente a la cima del poder, sumiendo al resto de países colonizados en una situación de clara inferioridad y dependencia.
La transformación actual pone fin de este modo al mundo bipolar. El policentrismo no sólo implicará una distribución internacional más equitativa de la riqueza, sino también un vuelco de las relaciones políticas internacionales que tendrán que adaptarse a los nuevos jugadores.
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Jose
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