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Tuesday, March 15, 2011

La Crisis del Emirato de Córdoba 875-938

Antecedentes

Aunque durante todo el siglo IX se habían desarrollado múltiples sublevaciones locales en el interior de Al-Andalus, será a partir del año 875 cuando este estado de rebeldía se propagará por toda la Hispania musulmana.

Debemos tener en cuenta que la ‘Reconquista’ de los reinos cristianos del norte ya había comenzado hacia tiempo y estos periodos de rebeliones internas les permitieron el afianzamiento en los nuevos territorios conquistados.

Mientras que las revueltas anteriores al 875 mantuvieron en jaque al emir de turno, y son continuas las expediciones de castigo así como las acciones ejemplarizantes, también es cierto que ninguna de ellas puso en peligro la continuidad del emirato omeya. Algo que si ocurrirá en el periodo que tratamos.


Causas que impulsaron las sublevaciones

Numerosos factores confluyen hacia el final del siglo IX en una situación de rebeldía generalizada:
  • Dos años de sequías y malas cosechas en 867 y en el 873, las cuales causaron una gran hambruna.
  • El empobrecimiento de la administración Omeya. Debido sobre todo a la corrupta administración que se quedaba con la gran parte de lo recaudado y a las importantes exenciones de impuestos de las cuales se beneficiaron diversas localidades como Córdoba.
  • Crisis de la autoridad emiral. En parte por el desprestigio ante el pueblo de la propia administración debido a la corrupción existente y también por los numerosos casos que se registran de apropiaciones indebidas de tierras, casas y esclavos por unos gobernadores de provincias que no hacían mas que imitar las acciones de sus homólogos en la corte.
  • La consolidación de poderes locales en las diversas provincias de Al-Andalus. A lo largo de todo siglo los gobernadores de provincias y aristócratas habían ido creando su propia red clientelar, su propio ejercito, su propia riqueza. Habían alcanzado tal grado de poder que lo que se cuestionaba era la necesidad de seguir dependiendo del poder emiral de los señores de Córdoba. ¿Por qué seguir pagando unas recaudaciones abusivas? ¿Por qué seguir ligados al emirato cuando sus fuerzas son similares?

Las sublevaciones o la fitna del emirato

Tras comenzar las primeras sublevaciones uno de los efectos mas inmediatos sobre el emirato consistió en una disminución de los beneficios fiscales que se obtenían de las provincias. A menos recursos, menos capacidad de reacción. Con lo que conforme se fueron uniendo nuevos distritos, mas difícil le resultaba al emirato poder controlarlos.
Estos recursos de las provincias no es que dejaran de recaudarse, sino que iban a parar a manos de los aristócratas y consistían en un medio para financiar su lucha o fitna contra el poder Cordobés.

Los personajes que protagonizaron estas guerras no fueron otros que los aristócratas y gobernadores que llevaban largo tiempo (por no decir desde los inicios de la conquista de Hispania) viviendo, haciéndose fuertes y enriqueciéndose a costa de la población a la que controlaban. Las crónicas incluso citan nombres de gobernadores de origen visigodo que ya ejercían el control sobre la zona antes de la llegada de los musulmanes. Otra característica de los rebeldes es que todos ellos en mayor o menor grado habían estado vinculados a la administración omeya.

Durante todo el siglo IX, las provincias mas alejadas del centro de gobierno en Córdoba habían resultado siempre las mas problemáticas, las que mas ansias de independencia poseían., debido principalmente a la distancia. Lo que sucede en el ultimo cuarto del siglo es que provincias mas cercanas al poder emiral comienzan a imitar a las mas fronterizas.

Conforme las revueltas se generalizaron, Córdoba se convirtió en el ultimo bastión que aun obedecía al emir Abd Allah. De forma periódica se enviaban expediciones militares con el fin de acabar con las sublevaciones de tal o cual provincia y sobre todo con el fin de poder acceder a unos recursos financieros cada vez mas escasos.

Pero los señores locales se habían hecho muy poderosos e incluso habían construido castillos y fortificaciones para poder defender sus territorios de las acometidas del emir.

Disponían de su propio ejercito que le servía tanto para defenderse de los ataques periódicos del emir como para poder recaudar los impuestos en su propio territorio y como para ocasionalmente lanzar expediciones de saqueo o de conquista sobre otras provincias cercanas. Las fuentes de la época nos relatan episodios de alianzas y contraalianzas de provincias para atacarse entre si y poder obtener los recursos de terceros.

La atomización del la hispania musulmana era total. No había ninguna diferencia entre el emir de Córdoba y los aristócratas que controlaban las provincias. El poder, la riqueza, los impuestos, los ejércitos, las razzias, …..

¡El fin del emirato omeya en Hispania había llegado. O al menos eso parecía!.


Resolución del conflicto

En el 912 muere el emir Adb Allah y será uno de sus nietos Abd al-Rahman III quien le sucederá en el trono. Con solo 21 años comienza a dar muestras de su fuerte carácter y enérgica actitud que encamina hacía la resolución de la penosa situación interna.

En la primavera del 913, Abd al-Rahman III, también conocido como Al-Nasir se pondrá al frente de su ejército y comenzará su propia reconquista. Nada menos que 25 años de guerra serán necesarios para la pacificación de sus territorios.

JF

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