- Microcarb: un satélite para estudiar la distribución global de dióxido de carbono.
- Terminar de financiar los satélites de observación Spot 6 y Spot 7.
- Participación del 25% en el satélite de la NASA Surface Water Ocean Topography (SWOT).
- Construcción del satélite Charme en colaboración con Alemania para monitorizar el metano atmosférico.
Aparentemente, la participación en Charme y SWOT está asegurada independientemente de si este estímulo es finalmente aprobado o no. Además, unos 250 millones se dedicarán a ampliar el acceso de los ciudadanos franceses a las comunicaciones de banda ancha vía satélite. El CNES ha propuesto un satélite denominado Megasat para esta tarea. Por otro lado, la contribución francesa a la ESA -la mayor de los países miembros-, que actualmente es de 685 millones al año, se espera que aumente en 2011 hasta los 770 millones, lo que permitirá pagar la deuda que tiene el CNES con la ESA en 2015. Esta deuda tiene su origen en el gasto extra que supuso reanudar las operaciones del Ariane 5 tras un fallo que se produjo en 2002. El parlamento francés debe aprobar estos fondos extra el próximo marzo.
Algunas propuestas para el futuro lanzador europeo (ESA).
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