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Thursday, April 30, 2009

El Programa Constellation descarrila

El 20 de julio de 1989 -coincidiendo con el 20º aniversario de la llegada del hombre a la Luna- el presidente George Bush anunciaba los planes de futuro para la exploración tripulada del espacio. Los Estados Unidos se embarcarían en el diseño de nuevas naves y sistemas para volver a la Luna y viajar a Marte. Esta iniciativa recibió el nombre de SEI (Space Exploration Initiative).

La SEI era una respuesta política al desánimo causado en la NASA por el reciente accidente del Challenger, los retrasos de la estación espacial Freedom y los avances soviéticos en materia aeroespacial. EEUU parecía estar perdiendo la carrera espacial y había que hacer algo. Y rápido. Para conseguir sus objetivos, la SEI debía articular un ambicioso programa basado en nuevas naves y lanzadores, además del transbordador y la Freedom. Por supuesto, todo esto implicaba mucho dinero, un dinero que obviamente la NASA jamás recibió. A los pocos años, la caída de la URSS y la renovada confianza en el programa del shuttle eliminaron las principales razones que justificaban la SEI. Poco a poco el programa cayó en el olvido y la NASA siguió con sus rutinarias misiones tripuladas en órbita baja.

Tras el accidente del Columbia en 2003 se decidió retirar para siempre la flota de transbordadores, algo normal teniendo en cuenta que esta nave no había logrado cumplir ni uno sólo de los objetivos para los que fue diseñada. Aproximadamente un año después, el presidente George W. Bush propuso su Visión para la Exploración del Espacio (VSE), en la que se esbozaban las líneas maestras de la nueva era post-shuttle. Nacía así el Programa Constellation, consistente en los cohetes Ares I y Ares V, la nueva nave tripulada Orión y el módulo lunar Altair. Con estos vehículos la NASA quería regresar a la Luna y, quizás en el futuro, viajar a Marte. Parecía que por fin la agencia tenía un objetivo claro después de un cuarto de siglo dando vueltas a la Tierra en la órbita baja. Al emplear tecnologías del programa Apolo y el shuttle, los cohetes Ares podrían ser construidos en poco tiempo y con una inversión reducida. La nave Orión sería una cápsula para simplificar su diseño, aumentar su seguridad y acelerar su desarrollo. La NASA esperaba poner un hombre en la Luna antes de 2020.

Cinco años después, el Programa Constellation se ha convertido en un ejemplo arquetípico de la Ley de Murphy: todo lo que podía haber ido mal, ha salido mal. Por supuesto, al menos no ha sido cancelado, pues una vez retirado el transbordador la NASA necesita una nave espacial tripulada para mantener su presencia en el espacio. No obstante, si lo que Mike Griffin (el anterior administrador de la NASA) quería era acelerar la transición del shuttle a la Orión, podemos decir que el programa ha sido en este sentido un rotundo fracaso. Es cierto que la NASA no ha contado con fondos adicionales en este periodo, pero no es menos cierto que es inadmisible que el diseño -que no construcción- de un cohete relativamente sencillo como es el Ares I se haya prolongado tanto en el tiempo y con tantos problemas técnicos.

La cápsula Orion se presentó en su día como "un Apolo con esteroides", pero su desarrollo ha estado plagado de dificultades. Las limitaciones en la capacidad de carga del Ares I, y la absurda decisión de la NASA de no introducir márgenes de seguridad en la masa de la cápsula, han provocado que la futura nave de la NASA no pueda ser lanzada por el Ares I tal y como fue concebida en 2004. Primero se redujo su diámetro y ahora todo indica que su tripulación será de sólo cuatro personas, tanto en las misiones a la órbita baja como en las lunares. En un principio se planeó que Orión debería tener capacidad para seis personas en misiones a la ISS, y de este modo poder rotar las tripulaciones permanentes de seis miembros con una sola nave. En realidad, tanto el enorme tamaño de la cápsula como la tripulación de seis personas fueron decisiones políticas arbitrarias que se tomaron en su momento para minimizar las similitudes con el Apolo.

Los retrasos en el desarrollo de la Orión van a poner a los EEUU en la incómoda coyuntura de depender Rusia para acceder al espacio, pero más grave es el futuro del programa lunar. Una Orión lunar deberá forzosamente pesar más que la versión de órbita baja, por lo que si la primera versión de esta nave tiene la masa justa para su misión, va a ser muy difícil lanzar a cuatro personas en misiones lunares sin reformar el Ares I. Por otro lado, el Ares V ha visto aumentar su masa de forma continuada para hacer frente a las limitaciones de masa del Orión y el Altair, aumentando su coste y complicando su futura aprobación. Y si las dificultades del programa nos parecían pocas, recientemente se han filtrado documentos internos de la NASA poniendo en duda que sea posible llegar a la Luna antes de 2020. Además, hace muy poquito que la NASA ha anunciado la posibilidad de renunciar a la construcción de una base lunar permanente. En realidad, la base lunar es perfectamente prescindible, pues está vinculada a la existencia de hielo en el cráter Shackleton, algo lejos de estar confirmado. La base es una propuesta política para justificar un programa lunar permanente y evitar que las misiones lunares sean canceladas por cualquier administración futura a las primeras de cambio.

En definitiva, hoy, más que nunca, el Programa Constellation tiene todas las papeletas para convertirse en la nueva SEI del siglo XXI y desaparecer en el olvido. Esperemos que el gobierno de Obama y el próximo administrador de la NASA pongan algún orden en todo este caos, porque de no ser así, nos podemos despedir de la Luna.


El Programa Constellation hace aguas (NASA).


Más info:

La PPTS se hace famosa

Muchas veces he señalado mi fascinación por los mecanismos que dirigen la creación de noticias. Digo esto porque ahora parece que mucha gente se ha enterado de la existencia del proyecto PPTS (apodado Rus) de futura nave espacial tripulada rusa. La culpa la ha tenido un artículo de la BBC y un vídeo creados por el amigo Anatoly Zak -encargado de russianspaceweb.com- en el que podemos ver un aterrizaje de la cápsula PPTS. Son muchos los que además se han dado cuenta de que este diseño no empleará paracaídas, sino exclusivamente retrocohetes, lo cual ha constituido una sorpresa para algunos. Ni que decir tiene, no se trata de ninguna novedad, pues esta característica formaba parte del diseño de la nave ruso-europea ACTS propuesto por la empresa RKK Energía. Por otro lado, no está confirmado que la PPTS emplee este sistema de aterrizaje. El reciente contrato que ganó Energía para la construcción de la PPTS obliga a la empresa a presentar el diseño final el año que viene. Es perfectamente posible que este diseño difiera en algunos aspectos del conocido hasta ahora. Tampoco es la primera vez que se sugiere dentro de la industria aeroespacial rusa el empleo de cohetes para aterrizar una nave tripulada, pues ya a finales de los 80 Valentín Glushkó -por entonces Ingeniero Jefe de Energía- propuso la nave Zaryá de aterrizaje vertical.

En todo caso, siempre es bueno que un proyecto tan fascinante como éste adquiera más popularidad allende las fronteras rusas.



PPTS Rus (Anatoly Zak).

Lanzamiento del Kosmos 2450

El 29 de abril a las 16:58 UTC fue lanzado el satélite espía Kosmos 2450 mediante un cohete Soyuz U (11A511U) desde la rampa nº 2 del cosmódromo de Plesetsk. Se supone que el Kosmos 2450 es un satélite de reconocimiento fotográfico de la serie Kobalt M (Yantar 4K2M).

Wednesday, April 29, 2009

Angará y KSLV-1

En las instalaciones IS-102 de NITs RKP (antigua NII KhIMMASh, cerca de la ciudad de Peresvet) siguen los preparativos para las primeras pruebas del módulo URM-1 del cohete Angará. Este módulo forma la primera fase del Angará 1.1 y emplea el motor RD-191, una variante del RD-170. Hoy se efectuó la primera "prueba fría" (KhSI-1) del URM-1. Esta prueba consiste en la carga de oxígeno líquido (100 toneladas) en el URM-1 para verificar el funcionamiento de los sistemas del cohete. En la siguiente prueba fría (KhSI-2) se cargará también el queroseno. Los encendidos del motor tendrán lugar a partir del próximo junio. El primer lanzamiento del pequeño Angará 1.1 está planeado para 2011.



Pruebas frías del URM-1 del Angará en la IS-102 (Roskosmos).

Por otro lado, también avanza a buen ritmo la construcción de la primera etapa del cohete surcoreano KSLV-1. Esta etapa está fabricada por la empresa estatal GKNPTs Khrunichev a raíz de un acuerdo firmado en 2004 y es una variante del URM-1 del Angará, aunque emplea el "misterioso" motor RD-151 en vez del RD-191. La segunda etapa es de fabricación surcoreana y de combustible sólido. El pequeño KSLV-1 -con una capacidad de 100 kg en LEO- debe despegar este año del centro espacial de Naro. Este mes de abril se han llevado a cabo las pruebas de integración del cohete en Naro, usando una maqueta de la primera etapa.



Ensamblaje de las etapas del KSLV-1 en Naro (KARI).



Segunda etapa de fabricación surcoreana (KARI).





Pruebas en abril de la maqueta del KSLV-1 (Khrunichev).


Dimensiones del KSLV-1 (KARI).

Animación del KSLV-1:



Pruebas de traslado del KSLV-1 en Naro:

Concurso Eureka 11

La imagen de hoy es muy facilita. Lo sencillo también es bello, ¿no?.



¿Qué nave es?
¿Dónde fue tomada la foto?
¿Cuándo?

Tuesday, April 28, 2009

Migraciones planetarias

(entrada aparecida el 27 de abril en Astrobloguers)

En octubre de 1995 los astrónomos Michel Mayor y Didier Queloz saltaron a la fama por descubrir el primer planeta fuera de nuestro sistema solar. El nuevo planeta orbitaba la estrella 51 Pegasi, a 48 años luz del Sistema Solar. Debido a su lejanía, el planeta no era visible de forma directa a través de ningún telescopio y el equipo de astrónomos detectó su presencia midiendo el tirón gravitatorio que provocaba sobre su estrella. Esta influencia gravitatoria se traducía en un minúsculo movimiento oscilatorio de la estrella que podía ser detectado con espectrómetros de alta precisión midiendo la velocidad radial resultante gracias al efecto Doppler. Los medios se volvieron locos: ¡el primer planeta extrasolar de la historia! Sin duda era un gran descubrimiento. Pero había un problema: 51 Pegasi b, como había sido bautizado el nuevo mundo, no podía existir.

Según las mediciones, la masa del planeta era aproximadamente la mitad de la de Júpiter. Es decir, se trataba con toda seguridad de un gigante gaseoso. Pero como todos sabemos, los planetas gigantes se encuentran en nuestro Sistema Solar lejos del Sol. Si estuvieran más cerca, los modelos teóricos sugerían que el aumento de la temperatura resultante ocasionaría la pérdida de su atmósfera -compuesta principalmente por hidrógeno y helio-, por lo que obviamente los gigantes gaseosos sólo se podían formar lejos de sus estrellas.

Pero se ve que 51 Pegasi b no sabía nada sobre modelos de formación planetaria, ya que orbitaba a su estrella a tan sólo 8 millones de kilómetros de distancia. Si tenemos en cuenta que Mercurio -el planeta más cercano al Sol- está situado a más de 45 millones de kilómetros, el asombro de los astrónomos era evidente. Tanto, que en un principio Mayor y Queloz dudaron sobre la veracidad de su propio descubrimiento. Al fin y al cabo, un planeta de este tipo no podía existir y su búsqueda no se centraba en los planetas, sino en las enanas marrones (objetos de transición entre las estrellas y los planetas). Quizás habían pasado por alto algún punto y los errores habían empañado los datos. Sin embargo, los resultados eran tozudos: 51 Pegasi b era real y se encontraba allí donde nadie había pensado que un planeta podía existir. Para alivio de Mayor y Queloz, días después del anuncio del descubrimiento el equipo norteamericano liderado por Geoffrey Marcy y Paul Butler confirmó de forma independiente la existencia de 51 Pegasi b. Al poco tiempo se detectarían planetas con características similares alrededor de las estrellas 47 UMa y 70 Vir. Estos nuevos mundos se denominarían “Júpiteres Calientes” (Hot Jupiters), haciendo honor a su alta temperatura.

Los astrónomos se vieron ante sí con la tarea de explicar cómo podía ser posible que un gigante gaseoso sobreviviese a las enormes temperaturas de las cercanías de una estrella, lo que constituía toda una revolución en los modelos de formación planetaria. De hecho, los primeros modelos que se propusieron no lograron agradar a todos y muchos científicos seguían convencidos de que los nuevos planetas no podían existir. Incluso en una fecha tan tardía como 1997 apareció un artículo en Nature sugiriendo que los nuevos planetas no eran más que pulsaciones estelares que habían confundido a los espectrómetros de los astrofísicos. Pero los descubrimientos se sucedían y los resultados aguantaron todos los asaltos destinados a cuestionarlos. La primera victoria teórica vino de la mano de Alan Ross, quien ya en 1995 publicó un artículo en el que revisaba los modelos de formación planetaria y sugería que los gigantes gaseosos podían formarse a menos de 600 millones de kilómetros. No obstante, este modelo seguía sin explicar las pequeñísimas distancias orbitales observadas en los Júpiteres Calientes.

La explicación final resultó ser mucho más curiosa: los planetas no permanecen a la misma distancia de su estrella desde el momento de su formación, sino que migran, a veces de forma drástica. Un planeta nace a partir del disco de material resultante de la formación estelar, denominado disco protoplanetario. Este disco termina por desaparecer tras la formación de planetas y gracias también al “viento estelar” (un flujo continuo de partículas provenientes de la superficie de la estrella). Se descubrió que estos discos pueden frenar el movimiento orbital de un gigante gaseoso recién formado, ocasionando que su órbita decaiga en espiral hacia su estrella. Esto puede explicar que encontremos gigantes gaseosos situados a distancias muy pequeñas. La cuestión es saber cómo se logra frenar este proceso para evitar que el planeta sea engullido por su sol. Lo cierto es que en algunos casos se supone que los planetas recién nacidos acaban “devorados” por sus propias estrellas víctimas de este frenado. En otros sistemas, las estrellas jóvenes pueden eliminar los discos protoplanetarios gracias a los vientos estelares, eliminando el frenado en los gigantes gaseosos y dejando a los planetas a las distancias que podemos observar en la actualidad.

Ante este escenario de carambolas planetarias, ¿podemos considerar a nuestro Sistema Solar una excepción? Pues parece ser que no. Aunque obviamente nuestro sistema no tiene ningún gigante gaseoso cerca del Sol, los modelos más recientes apuntan a que Júpiter se formó más lejos de su posición actual, mientras que Saturno, Urano y Neptuno lo hicieron más cerca. Por suerte para la Tierra, el proceso de migración del gigante joviano se frenó antes de que pudiese afectar a nuestro planeta, lo que hace que nos preguntemos cuántos planetas terrestres de nuestra Galaxia habrán corrido peor suerte. Los procesos de migración planetaria no son por tanto una mera teoría abstracta: la misma existencia de nuestro planeta está vinculada a ellos.

Recreación artística de un Hot Jupiter (fuente).

Cambio en el TsPK

El Centro de Entrenamiento de Cosmonautas Yuri Gagarin (TsPK en sus siglas en ruso o GCTC en inglés) ha comenzado su transición para convertirse en un centro civil controlado por Roskosmos. Hasta ahora el TsPK dependía del Ministerio de Defensa. El nuevo director del centro será el cosmonauta Serguéi Krikalyov (de RKK Energía), sustituyendo al cosmonauta militar Vasili Tsibliev. El centro, más conocido en Occidente con el apodo "Ciudad de las Estrellas" (Zviozdni Gorodok/Звёздный Городок), se creó el 11 de enero de 1960 por orden del gobierno soviético para controlar el entrenamiento de los futuros cosmonautas. Desde un primer momento estuvo bajo control de la fuerza aérea, lo que ocasionaría no pocos conflictos con la oficina de diseño OKB-1 de Serguéi Korolyov, encargada de fabricar las primeras naves tripuladas soviéticas. En 1968 recibiría el nombre de Yuri Gagarin para honrar a su más insigne alumno. Se trata de una maniobra lógica que permitirá a Roskosmos ejercer su infuencia sobre el centro de una manera mucho más directa. Poco a poco la agencia espacial rusa aumenta su control sobre los distintos centros de poder del antiguo programa espacial soviético, una tarea que le está costando mucho más de lo previsto.

Monday, April 27, 2009

Soyuz en Kourou

La rampa de lanzamientos de cohetes Soyuz ST desde Kourou nos ofrece una oportunidad única de contemplar cómo se construyen estas míticas instalaciones. La base de Kourou es la séptima rampa para un cohete Semyorka, tras las dos de Baikonur y las cuatro de Plesetsk. Sin embargo es la primera construida tras la caída de la URSS, lo que nos permite seguir paso a paso su montaje. Con la reciente inclusión de los brazos principales del "sistema tulipán", la rampa va cogiendo forma.

Instalación de los brazos superiores y la torre de umbilicales para las etapas superiores del cohete:





Instalación de los brazos y umbilicales inferiores, así como la plataforma de servicio de debajo del cohete:










Vista general de la rampa y el edificio de montaje (MIK):






El sistema de brazos "tulipán" con los brazos superiores e inferiores.


Más fotos:

Saturday, April 25, 2009

Vídeos de Roskosmos en YouTube

Hace un mes que podemos disfrutar de los vídeos de Telestudio Roskosmos en YouTube. La mayoría ya se podían descargar en formato avi o wmv desde su página, pero siempre es más cómodo verlos online. Se trata de una iniciativa que disimula un poco el retraso en materia divulgativa que arrastra la agencia espacial rusa y que resulta muy interesante. Entre los numerosos vídeos más o menos "normales" se pueden encontrar joyitas como éstas:
  • Soyuz T-5 y T-7:


  • Historia de Baikonur:



  • TsSKB Progress (Soyuz T-10A, N1, etc.):



  • Interkosmos:



  • Sobrevolando el MIK-112 destruido:



  • SAS de la Soyuz (Soyuz T-10A):




  • ...entre muchos otros. Esperamos que Roskosmos continúe con esta política.

    Friday, April 24, 2009

    Lanzamiento de un CZ-2C (Yaogan-6)

    Si la semana pasada fue un CZ-3C, el 22 de abril a las 02:55:4,562 UTC China lanzó un cohete Larga Marcha CZ-2C desde el centro de lanzamientos de Taiyuan. La carga era el satélite de recursos Yaogan-6 (YG-6). La serie Yaogan (遥感) de satélites está dividida en dos ramas: una de observación de recursos mediante radar y otra que emplea sistemas electroópticos.


    La familia Chang Zheng.

    Como ya contamos anteriormente, el Larga Marcha CZ-2C (o LM-2C) es un derivado del primer misil intercontinental (ICBM) chino, el DF-5 (Dōngfēng 东风, "viento del este"). El CZ-2 fue desarrollado por la Academia China de Tecnología de Vehículos de Lanzamiento (CALT), con sede en Pekín. En un primer momento la misión principal del CZ-2 fue lanzar los satélites espías recuperables FSW. El CZ-2 (o CZ-2A) realizaría un solo vuelo en 1974, para ser sustituido inmediatamente por el CZ-2C a partir de 1975. El CZ-2C original fue lanzado catorce veces en el perido 1975-1993 desde el centro espacial de Jiǔquán (酒泉) en misiones relacionadas con el FSW.

    Se trata del cohete chino más antiguo en servicio, con la particularidad de que puede ser lanzado desde los tres centros espaciales del país: Xīchāng (西昌 XSLC), Jiǔquán (酒泉 JSLC) y Tàiyuán (太原 TSLC). Esta característica se debe a su origen como arma, ya que los tres centros espaciales del país nacieron como bases de lanzamientos de misiles. Durante sus años de servicio han aparecido numerosas versiones:
    • CZ-2 (CZ-2A): un único lanzamiento en 1974.
    • CZ-2C (1975-1993): versión del CZ-2C básica de dos etapas para el lanzamiento de satélites espías FSW desde Jiǔquán (酒泉).
    CZ-2C
    • CZ-2C-III (2004-presente): versión actualizada del CZ-2C de dos etapas que puede ser lanzada en los tres centros espaciales chinos. En la mayoría de fuentes aparece simplemente como CZ-2C. Se caracteriza por el uso de superficies de control aerodinámicas en la primera etapa.

    CZ-2C-III
    • CZ-2C-III SD (LM-2C/SD) (1997-1999): versión con la tercera etapa SD para el lanzamiento de satélites Iridium desde Tàiyuán.

    CZ-2C-III SD
    • CZ-2C-III CTS (LM-2C/CTS) (2003-2004): versión con una tercera etapa CTS de combustible sólido.

    CZ-2C-III CTS
    • CZ-2C-III SMA (LM-2C/CMA) (2008-presente): versión con tercera etapa SMA. También presenta superficies de control.

    CZ-2C-III SMA

    El cohete

    El lanzamiento del pasado 22 de abril fue un Larga Marcha CZ-2C-III (长征二号丙). Este cohete de 192 toneladas y unas dimensiones de 35,5 metros de longitud y 3,35 metros de diámetro tiene dos fases con combustible hipergólico. Permite lanzar 3366 kg en una órbita baja (LEO) de 200 km y una inclinación de 63º. La versión de tres etapas del CZ-2C tiene capacidad para 1456 kg en una órbita heliosíncrona (SSO) de 900 km.

    La primera etapa, L-140, de 3,35 x 25,72 m usa los motores YF-21 (DaFY6-2), empleados en toda la gama de cohetes Larga Marcha. Estos motores de cuatro cámaras de combustión queman tetróxido de nitrógeno y UDMH consiguiendo un empuje de 2961,6 kN y un impulso específico (Isp) de 2556,5 N.s/kg a nivel del mar. El motor YF-21 está compuesto por cuatro motores YF-20, de 740,4 kN cada uno. El control de vuelo de la primera etapa se consigue mediante el giro de los motores.


    Cuatro YF-20 forman el YF-21 (Capmcomespace).


    Esquema del motor YF-21 (CALT).

    La segunda etapa, L-35 (de 3,35 x 7,757 m) usa un motor YF-24 con un Isp de unos 292 s, dividido en un motor principal YF-22 (DaFY 20-1) de 741,4 kN y uno vernier con cuatro cámaras YF-23 (DaFY 21-1) de 11,8 kN cada una. El empuje total es de 798,1 kN.


    Segunda etapa del CZ-2C (htxw.net).


    Esquema del YF-24 (CALT).




    Características téncicas del CZ-2C. Aparecen también las terceras etapas CTS y SD (CALT/CNSA).


    El CZ-2C.


    El CZ-2C/CTS (CALT).


    Cofia del CZ-2C de dos etapas (CALT).

    Lanzamiento

    El Centro Espacial de Tàiyuán (TSLC 太原卫星发射中心) está situado cerca de la ciudad homónima en el norte de China. Su construcción comenzó en 1966 y ya en 1968 se efectuó el lanzamiento de un misil de alcance medio DF-3. También se le conoce por el nombre de Centro de Wuzhai en los documentos de la inteligencia norteamericana y ha destacado en los últimos años por ser el lugar donde se han efectuado las pruebas del ICBM DF-31. El centro tiene dos rampas, una antigua (LC-1), empleada en pruebas de misiles balísticos, y una nueva (LC-2), inaugurada en 2008.


    Torre de servicio de la primera rampa (LC-1).


    Nueva torre de servicio (LC-2).



    Rampas de lanzamiento en Taiyuan (Google Earth).


    Lanzamiento de un CZ-2C/CTS (CALT).


    El Yaogan-6 en la cofia (htxw.net).




    Lanzamiento del Yaogan-6 desde la rampa antigua (cnsphoto).

    Referencias: