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Wednesday, October 20, 2010

La Revuelta de Bohemia

La Revuelta de Bohemia es tradicionalmente considerada la primera de las cuatro fases en que se divide el conflicto religioso/político, iniciado al amparo del proceso de la Reforma, que asoló Europa Central desde 1618 hasta 1648 y que es conocido como Guerra de los Treinta Años.

Ya durante el gobierno del emperador Rodolfo II de Habsburgo (1576-1612), las tensiones religiosas en los principados alemanes se vieron profundamente agravadas. En muchos lugares de Alemania fueron destruidas las iglesias protestantes, se impusieron limitaciones a la libertad de culto y los oficiales del Emperador convirtieron la Paz de Augsburgo en la base de un resurgimiento general del poder católico. Con la creación en 1608 de la Unión Evangélica (alianza defensiva de príncipes y ciudades protestantes) y un año más tarde de la Liga Católica (organización similar formada por los católicos), se hizo inevitable la crisis. La facción bohemia de la Unión Evangélica lanzó el primer ataque.


Ultrajados por las agresivas políticas de la jerarquía católica en Bohemia, los protestantes, que eran mayoría dentro de la población del reino, exigieron sin éxito la intervención de quien desde 1617 era su monarca, el ferviente católico y heredero del Sacro Imperio, Fernando II de Habsburgo. El 23 de mayo de 1618, los protestantes de Praga invadieron el castillo real, capturaron a dos de los funcionarios regios y les lanzaron por una ventana. Este acto, conocido como la Defenestración de Praga, supuso el comienzo del levantamiento nacional bohemio de carácter protestante.

Los rebeldes alcanzaron un gran éxito inicial, y la revuelta se extendió rápidamente a otras partes del Sacro Imperio. A principios de 1619, incluso Viena, la capital imperial, se vio amenazada por los ejércitos de la Unión Evangélica. A finales de ese año, tras deponer a Fernando II, los rebeldes ofrecieron el trono de Bohemia a Federico V, elector del Palatinado. A partir de ese momento, diversos sectores de la Unión Evangélica, formados principalmente por luteranos, se retiraron de la lucha, dado que Federico V, aunque protestante como ellos, profesaba el calvinismo. Aprovechando las disensiones protestantes —en concreto, la declaración de guerra hecha por la Sajonia luterana a Bohemia— y la invasión española del Palatinado, Fernando II, que se había convertido en emperador en agosto de 1619, rápidamente asumió la ofensiva.

El 8 de noviembre de 1620, un ejército de la Liga Católica, a las órdenes de Jean t'Serclaes (futuro conde de Tilly), derrotó a las tropas bohemias de Federico V en la batalla de la Montaña Blanca, que tuvo lugar cerca de Praga. Tras esta victoria se produjeron sangrientas represalias contra los protestantes de Bohemia y se prohibieron sus actividades religiosas. Aunque la Unión Evangélica se disolvió, Federico V y algunos de sus aliados continuaron la lucha en el Palatinado. Los protestantes derrotaron en abril de 1622 al ejército de T'Serclaes, en Wiesloch, pero a partir de entonces se enfrentaron a sucesivos desastres. A finales de 1624, el Palatinado, que había sido concedido un año antes, junto a la dignidad electoral, por el emperador Fernando II al duque de Baviera, Maximiliano I, retornó a manos católicas.

Fuente: Encarta
Jose

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