Por motivos personales, informamos a los (escasos) lectores de este magnífico blog sin parangón que durante el próximo mes me va a ser imposible actualizarlo regularmente. Volveremos a finales de septiembre con renovadas energías.
Campanas de boda suenan en el horizonte...
Saturday, August 27, 2005
El Spirit alcanza la cima
El rover Spirit por fin ha logrado subir a la cima de la colina Husband, después de muchos meses. En la imagen se aprecian dos remolinos de polvo marciano (dust devils).
El núcleo que gira rápido
Se confirma que el núcleo interno de la Tierra gira más rápidamente que el manto...
Más duro que el diamante
Unos físicos en Alemania han creado una forma del carbono más dura que el diamante, comprimiendo moléculas de carbono-60...
Saturno
Preciosa imagen de Saturno que nos ofrece la Cassini...fijarse en la refracción de los anillos cerca del disco del planeta.
Saturday, August 20, 2005
Nuestra Galaxia
Un reciente estudio basado en las observaciones del telescopio espacial infrarrojo Spitzer nos revela una imagen detallada de nuestra galaxia, la Vía Láctea. Se confirma que nuestra galaxia es del tipo espiral barrada, como ya se suponía.
Ya hay fecha para el Kliper
Según la todopoderosa empresa rusa Energía, el primer lanzamiento de la nueva nave Kliper tendrá lugar en 2011. Si todo marcha bien, al año siguiente se realizará el primer vuelo tripulado. Con estas fechas y, aunque seguramente habrá retrasos, la nueva nave con capacidad para seis personas, se adelantará en el tiempo al americano CEV.
Por cierto, la NASA ha anunciado que el transbordador no volverá a volar hasta marzo del año que viene, como muy pronto...vamos, que a este paso empatan con el CEV. Mientras, las voces que piden la cancelación total de los vuelos de la lanzadera aumentan, a la espera del dictamen técnico del panel de expertos que estudia las modificaciones necesarias para eliminar el riesgo de desprendimiento de espuma del tanque externo. Sin duda estamos viviendo una época crítica para el programa espacial tripulado americano. Se trata de los peores momentos para la agencia americana desde su origen. Tras el desastre del Challenger, los vuelos se reanudaron con aparente normalidad y confianza. Ahora, después de investigar las causas del accidente del Columbia durante dos años, la NASA se ha visto completamente incapaz de volver a lanzar el transbordador con unos niveles de seguridad aceptables.
Por cierto, la NASA ha anunciado que el transbordador no volverá a volar hasta marzo del año que viene, como muy pronto...vamos, que a este paso empatan con el CEV. Mientras, las voces que piden la cancelación total de los vuelos de la lanzadera aumentan, a la espera del dictamen técnico del panel de expertos que estudia las modificaciones necesarias para eliminar el riesgo de desprendimiento de espuma del tanque externo. Sin duda estamos viviendo una época crítica para el programa espacial tripulado americano. Se trata de los peores momentos para la agencia americana desde su origen. Tras el desastre del Challenger, los vuelos se reanudaron con aparente normalidad y confianza. Ahora, después de investigar las causas del accidente del Columbia durante dos años, la NASA se ha visto completamente incapaz de volver a lanzar el transbordador con unos niveles de seguridad aceptables.
Mide la radiación con una moneda
Navegando por la Wikipedia, ese peaso de enciclopedia gratuita, me he encontrado con esta curiosa referencia a una moneda de 5 yenes, en la que se menciona su uso para medir la radiación a la que estuvieron expuestas varias personas tras un accidente nuclear. Otras referencias nucleares "llamativas" que me he encontrado:
- La ojiva nuclear W88, con una potencia de unos 500 kilotones usada por los misiles Trident II de los submarinos americanos. Llama la atención la configuración elíptica de la fase primaria (de fisión) y la forma esférica de la ase secundaria (de fusión), que se desvían de las formas típicas del modelo Teller-Ulam convencional.
- La Bomba Zar, con 50 megatones, el dispositivo nuclear más potente creado hasta la fecha...esperemos que siga ostentando este dudoso mérito para siempre. Se trataba de una bomba de tres fases.
- El buque Glomar Explorer: construido en los ños 70 según directrices de la CIA para rescatar los restos del submarino soviético K-129, que se había hundido por causas que aún hoy se desconocen, y recuperar las armas nucleares que llevaba. Naturalmente esta misión era alto secreto: oficialmente era un buque de investigación geológico.
Pa' acojonarse, oiga...
Sunday, August 14, 2005
Cuando los científicos juegan sucio
Sigue la polémica entre Mike Brown, el descubridor del "décimo planeta", 2003 UB313, y el equipo del astrónomo español José Luis Ortiz por el descubrimiento de otro objeto del Cinturón de Kuiper, 2003 EL61, otro gran transneptuniano, aunque más pequeño que Plutón. Resulta que Ortiz publicó su descubrimiento el 29 de julio, y poco después Brown afirmó que llevaba observándolo ya varios meses, pero que no lo había hecho público porque estaba esperando más observaciones del telescopio espacial Spitzer. Al perder la exclusiva del descubrimiento, decidió desvelar la existencia de 2003 UB313 por miedo a que algún otro astrónomo se adelantase y le quitase el mérito. Hasta aquí todo normal: una historia más de descubrimientos astronómicos.
La polémica surgió cuando Brown insinuó sin mucha sutileza que el descubrimiento de Ortiz era un "robo" informático, ya que los archivos de las observaciones del telescopio de su equipo estaban a disposición de cualquiera en Internet (algo completamente normal, por otra parte), por lo que quizás algún miembro de equipo de Ortiz usó esta información para descubrir 2003 EL61. Aunque posteriormente Brown se ha retractado de estos comentarios, ya había arrojado la duda sobre el descubrimiento de Ortiz y muchos medios de divulgación americanos se lanzaron a criticar abiertamente la conducta del astrónomo español.
Alguien debería explicar a Brown que su conducta es la que merece ser condenada, pues aunque Ortiz hubiese usado los datos de 2003 EL61 (cosa que no sucedió), hubiese estado en todo su derecho, pues la comunidad astronómica funciona así. Cualquier nuevo objeto descubierto debe ser puesto en conocimiento de dicha comunidad inmediatamente, o al menos en un breve plazo de tiempo y no esperar meses para poder así acaparar el máximo de gloria posible. Por si fuera poco, Brown ya se había comportado de forma similar con el descubrimiento de Sedna y Quaoar, otros transneptunianos, y los había anunciado al público cuando estos cuerpos estaban en conjunción solar, es decir, cuando nadie más los podía observar. En palabras de Ortiz:
Brown se ha dejado llevar por su afán de notoriedad y se ha comportado como un ejecutivo agresivo en una empresa privada, no como un astrónomo. Casos como este son un peligroso precedente para la astronomía y la ciencia en general...esperemos que no cunda el ejemplo.
La polémica surgió cuando Brown insinuó sin mucha sutileza que el descubrimiento de Ortiz era un "robo" informático, ya que los archivos de las observaciones del telescopio de su equipo estaban a disposición de cualquiera en Internet (algo completamente normal, por otra parte), por lo que quizás algún miembro de equipo de Ortiz usó esta información para descubrir 2003 EL61. Aunque posteriormente Brown se ha retractado de estos comentarios, ya había arrojado la duda sobre el descubrimiento de Ortiz y muchos medios de divulgación americanos se lanzaron a criticar abiertamente la conducta del astrónomo español.
Alguien debería explicar a Brown que su conducta es la que merece ser condenada, pues aunque Ortiz hubiese usado los datos de 2003 EL61 (cosa que no sucedió), hubiese estado en todo su derecho, pues la comunidad astronómica funciona así. Cualquier nuevo objeto descubierto debe ser puesto en conocimiento de dicha comunidad inmediatamente, o al menos en un breve plazo de tiempo y no esperar meses para poder así acaparar el máximo de gloria posible. Por si fuera poco, Brown ya se había comportado de forma similar con el descubrimiento de Sedna y Quaoar, otros transneptunianos, y los había anunciado al público cuando estos cuerpos estaban en conjunción solar, es decir, cuando nadie más los podía observar. En palabras de Ortiz:
"Este secretismo le servía a Brown para poder estudiar los hallazgos en detalle
y en exclusiva, lo que va en contra del beneficio de la ciencia y no sigue los
cauces establecidos, que implican comunicar la existencia de un objeto nuevo en
cuanto se descubre"
Brown se ha dejado llevar por su afán de notoriedad y se ha comportado como un ejecutivo agresivo en una empresa privada, no como un astrónomo. Casos como este son un peligroso precedente para la astronomía y la ciencia en general...esperemos que no cunda el ejemplo.
Bonita foto de Mimas
La Cassini ha tomado esta bonita fotos de la Estrella de la Muerte: Mimas, satélite de Saturno y de Tethys cerca de los anillos...
Sylvia y sus amigos
Se ha detectado el primer asteoroide triple de la historia: 87 Sylvia
Un meteorito con mala idea
Para que vean que a cualquiera le puede caer un meteorito encima sin necesidad de observar las Perseidas.
Friday, August 12, 2005
Fotos
Aquí van un par de fotos del transbordador acoplado a la ISS como nunca se había visto antes (es decir, que se viese la panza):
http://spaceflight.nasa.gov/gallery/images/shuttle/sts-114/hires/s114e6412.jpg
http://spaceflight.nasa.gov/gallery/images/shuttle/sts-114/hires/s114e6421.jpg
En esta vemos a la lanzadera sobre Barcelona:
http://spaceflight.nasa.gov/gallery/images/shuttle/sts-114/lores/s114e6310.jpg
http://spaceflight.nasa.gov/gallery/images/shuttle/sts-114/hires/s114e6412.jpg
http://spaceflight.nasa.gov/gallery/images/shuttle/sts-114/hires/s114e6421.jpg
En esta vemos a la lanzadera sobre Barcelona:
http://spaceflight.nasa.gov/gallery/images/shuttle/sts-114/lores/s114e6310.jpg
Árboles lunares
Interesante historia sobre los árboles lunares y el Apolo 14...y magnífico blog, por cierto.
Lanzado el MRO
Hoy ha despegado una nueva nave rumbo al Planeta Rojo: la Mars Reconnaissance Orbiter, un verdadero satélite espía astronómico que relevará a la veterana Mars Global Surveyor.
A vueltas con el Discovery
Seguimos con los transbordadores. Tras regresar con éxito, me permito reflexionar de la pompa mediática que se le ha dado a esta misión. Me refiero a las supuestas "reparaciones" realizadas en órbita. Ya sabemos que agosto es un mes en el que los periodistas dicen que no hay noticias (nunca he sabido por qué: ¿acaso las guerras se paran?, ¿acaso deja de haber desastres naturales?, ojalá, pero no es así, por el contrario, ¿no será que algunos periodistas se van de vacaciones?). Bueno, el caso es que retirar unas piezas de material con la mano difícilmente se puede considerar una "reparación", especialmente cuando podía haber regresado perfectamente con las susodichas piezas incrustadas. Ya sabemos que la NASA tiene unas estupendas relaciones públicas, pero no es cosa de mentir para quedar mejor. Digo mentir, porque esta no ha sido la primera "reparación" en órbita, no ya por las decenas de arreglos en las estaciones espaciales Skylab, Salyut y Mir, sino porque que parece que se han olvidado de la Soyuz TM-9, que, en 1990, se acopló a la Mir con varios paneles térmicos que se habían separado de la cápsula de descenso. Los cosmonautas Solovyov y Balandin realizaron una verdadera reparación en órbita al asegurar los paneles a la cápsula para poder regresar con seguridad.
Y es que hay que informarse un poquito mejor, señores, que para eso está intenné...
Y es que hay que informarse un poquito mejor, señores, que para eso está intenné...
CEV
Cada día está más claro que el diseño final del CEV se parecerá muchísimo al Kliper ruso (bueno, ruso-europeo-japonés), lo cual me parece muy bien. Ya era hora de que los ingenieros "incompetentes" americanos empezasen a tomar ideas de fuera, en vista de que las suyas no sirven ni para evitar que se desprenda espuma de un tanque externo. La recientemente desvelada propuesta de Locheed-Martin se parece muchísimo además al difunto proyecto europeo Hermes.
El transbordador espacial ha sido un fracaso por tres razones principalmente:
1- Diseño original incorrecto: en un principio el transbordador debía ser reutilizable al 100%, pero por motivos de dinero, la NASA se vio obligada a limitar la parte reutilizable al orbitador, introduciendo los cohetes de combustible sólido (SRB) y el tanque externo (ET). No es de extrañar que precisamente esas dos partes fuesen las causantes de los dos accidentes mortales: el Challenger por un fallo en los SRB y el Columbia por uno en el ET. Además, por motivos presupuestarios, la NASA se vio obligada a aceptar la participación de la USAF en el diseño del transbordador. Los militares querían una gran bodega de carga para poner en órbita y/o recoger satélites espías de gran tamaño. Además necesitaban que fuera capaz de realizar importantes maniobras orbitales para lo cual debía contar con grandes alas. Al final, el vehículo orbital era mucho más grande, complejo y caro de lo que la NASA había planeado en un principio. La gran paradoja es que al final los militares apenas usaron el transbordador, y nunca fue lanzado desde Vandenberg, donde se construyó una rampa de lanzamiento con todas las instalaciones necesarias.
2- La seguridad: el transbordador es una máquina muy compleja y bastante segura. El problema es que debe ser segura al 100% (algo imposible a largo plazo), ya que no hay sistemas de escape de emergencia durante el lanzamiento. Esto es un retroceso claro en la historia del vuelo espacial, pues todas las naves tripuladas (a excepción de los dos vuelos de las cápsulas Vosjod) han contado con este sistema. A su vez, la falta de dicho sistema era debida al gran tamaño del transbordador, que hacía carísimo e impracticable poner una torre de escape u otro mecanismo similar.
3- Política incorrecta: al amenazar el gobierno americano con cancelar el programa de la lanzadera a principios de los 70, la NASA afirmó que podría llevar a cabo decenas de lanzamientos anuales, una afirmación gratuita sin ninguna base técnica. Para poder rentabilizar el vehículo y justificar tantas misiones (recordemos que en los 80 no había ninguna estación espacial americana) se dijo que el transbordador sustituiría a TODOS los cohetes convencionales y se usaría para poner en órbita TODOS los satélites, una auténtica locura que causaría indirectamente el desastre del Challenger. Tras esta tragedia, esta política se canceló, pero el daño ya estaba hecho: el transbordador no sólo no había abaratado los costes de lanzamiento, sino que los había incrementado.
A la hora de diseñar el sustituto de la lanzadera, el CEV, se debe tener en cuenta estos puntos, para que el vehículo tenga:
1- Una torre de escape que permita salvar a los astronautas durante el lanzamiento y, a ser posible, algún mecanismo que permita la supervivencia en el caso de un fallo crítico durante la reentrada.
2- Capacidad (al menos en algunas versiones de la nave) para reentrar a 11 km/s en vez de los 8 km/s normales. Esta es la velocidad que alcanza una nave a su regreso de un vuelo a la Luna o interplanetario, lo que permitiría al vehículo realizar tales misiones. Recordemos que el transbordador es incapaz de reentrar a estas velocidades.
3- Capacidad para realizar vuelos sin tripulación, como las Soyuz y las Progress rusas, evitando así la necesidad de arriesgar vidas humanas en vuelos de prueba o especiales. De esta forma también se podría usar el CEV para llevar suministros a la ISS.
Esperemos que el CEV y el Kliper contribuyan a hacer los viajes tripulados más seguros y frecuentes (por este orden).
El transbordador espacial ha sido un fracaso por tres razones principalmente:
1- Diseño original incorrecto: en un principio el transbordador debía ser reutilizable al 100%, pero por motivos de dinero, la NASA se vio obligada a limitar la parte reutilizable al orbitador, introduciendo los cohetes de combustible sólido (SRB) y el tanque externo (ET). No es de extrañar que precisamente esas dos partes fuesen las causantes de los dos accidentes mortales: el Challenger por un fallo en los SRB y el Columbia por uno en el ET. Además, por motivos presupuestarios, la NASA se vio obligada a aceptar la participación de la USAF en el diseño del transbordador. Los militares querían una gran bodega de carga para poner en órbita y/o recoger satélites espías de gran tamaño. Además necesitaban que fuera capaz de realizar importantes maniobras orbitales para lo cual debía contar con grandes alas. Al final, el vehículo orbital era mucho más grande, complejo y caro de lo que la NASA había planeado en un principio. La gran paradoja es que al final los militares apenas usaron el transbordador, y nunca fue lanzado desde Vandenberg, donde se construyó una rampa de lanzamiento con todas las instalaciones necesarias.
2- La seguridad: el transbordador es una máquina muy compleja y bastante segura. El problema es que debe ser segura al 100% (algo imposible a largo plazo), ya que no hay sistemas de escape de emergencia durante el lanzamiento. Esto es un retroceso claro en la historia del vuelo espacial, pues todas las naves tripuladas (a excepción de los dos vuelos de las cápsulas Vosjod) han contado con este sistema. A su vez, la falta de dicho sistema era debida al gran tamaño del transbordador, que hacía carísimo e impracticable poner una torre de escape u otro mecanismo similar.
3- Política incorrecta: al amenazar el gobierno americano con cancelar el programa de la lanzadera a principios de los 70, la NASA afirmó que podría llevar a cabo decenas de lanzamientos anuales, una afirmación gratuita sin ninguna base técnica. Para poder rentabilizar el vehículo y justificar tantas misiones (recordemos que en los 80 no había ninguna estación espacial americana) se dijo que el transbordador sustituiría a TODOS los cohetes convencionales y se usaría para poner en órbita TODOS los satélites, una auténtica locura que causaría indirectamente el desastre del Challenger. Tras esta tragedia, esta política se canceló, pero el daño ya estaba hecho: el transbordador no sólo no había abaratado los costes de lanzamiento, sino que los había incrementado.
A la hora de diseñar el sustituto de la lanzadera, el CEV, se debe tener en cuenta estos puntos, para que el vehículo tenga:
1- Una torre de escape que permita salvar a los astronautas durante el lanzamiento y, a ser posible, algún mecanismo que permita la supervivencia en el caso de un fallo crítico durante la reentrada.
2- Capacidad (al menos en algunas versiones de la nave) para reentrar a 11 km/s en vez de los 8 km/s normales. Esta es la velocidad que alcanza una nave a su regreso de un vuelo a la Luna o interplanetario, lo que permitiría al vehículo realizar tales misiones. Recordemos que el transbordador es incapaz de reentrar a estas velocidades.
3- Capacidad para realizar vuelos sin tripulación, como las Soyuz y las Progress rusas, evitando así la necesidad de arriesgar vidas humanas en vuelos de prueba o especiales. De esta forma también se podría usar el CEV para llevar suministros a la ISS.
Esperemos que el CEV y el Kliper contribuyan a hacer los viajes tripulados más seguros y frecuentes (por este orden).
Wednesday, August 3, 2005
Idiomas
Como amante de los idiomas, me he encontrado con esta simpática página donde describen cada uno y su dificultad relativa. Aunque escrita desde el punto de vista de un angloparlante, o al menos de un indoeuropeo parlante, suscribo todo lo que se dice de los idiomas mencionados, salvo con el caso del español, ya que al ser nativo no me atrevo a opinar.
En mi experiencia particular, el idioma más difícil de pronunciar de los que he estudiado, y con mucha diferencia, es el chino, no solo por los tonos, sino también por esas consonantes tan complicadas. Un ejemplo: para un chino no es lo mismo q que ch, aunque ambas les suenen a un occidental similares a nuestra ch. La primera se pronuncia con la punta de la lengua pegada a los dientes inferiores, mientras que la segunda se debe pronunciar con la punta en el paladar, detrás de los dientes superiores...Por suerte, la gramática china es probablemente la más simple y lógica (por lógica me refiero a la falta de excepciones), que compensa la dificultad de su pronunciación. La escritura es otro mundo, pero bueno, aprender un idioma es una tarea difícil que precisa de muchos años.
El idioma con la gramática más caótica, que no necesariamente compleja, es para mí el japonés. Cuando has asimilado que una partícula se emplea para una regla, te encuentras con que se puede emplear con otro significado opuesto. A esto sumemos la complejidad de la escritura y tendremos un idioma pa' acojonarse. Lo positivo es la pronunciación, la más parecida al español que he conocido (salvo el italiano o el catalán, claro).
El idioma más "bonito" sigue siendo para mí el ruso. Me encanta como suena, me encanta su gramática y me encanta su vocabulario. Lástima que sea bastante difícil.
Es curioso, porque la gente tiene un concepto binario con respecto a los idiomas: o los hablas o no. ¿Cuántas veces hemos oído preguntar si alguien "habla" ruso o "sabe" francés?, sobre todo en las películas, donde vemos algún personaje que siempre dice "yo hablo X", y a continuación se pone a charlar en este idioma como si fuera un nativo. La realidad es muy diferente: el conocimiento de un idioma tiene infinidad de matices y niveles, y para aprender realmente una lengua se necesitan años de duro aprendizaje, a veces cinco, a veces diez. Quien crea que puede hablar una lengua estudiando un par de años está equivocado. No me refiero a preguntar dónde está la estación más cercana y cosas por el estilo, sino a entender una película o un libro. Esto es especialmente llamativo en el caso del inglés: nuestro país está lleno de gente que dice saberlo, ¿pero cuántos de ellos lo hablan decentemente y entienden una película en V.O.?...pues muy pocos, aunque sea el idioma extranjero más popular en España...
En mi experiencia particular, el idioma más difícil de pronunciar de los que he estudiado, y con mucha diferencia, es el chino, no solo por los tonos, sino también por esas consonantes tan complicadas. Un ejemplo: para un chino no es lo mismo q que ch, aunque ambas les suenen a un occidental similares a nuestra ch. La primera se pronuncia con la punta de la lengua pegada a los dientes inferiores, mientras que la segunda se debe pronunciar con la punta en el paladar, detrás de los dientes superiores...Por suerte, la gramática china es probablemente la más simple y lógica (por lógica me refiero a la falta de excepciones), que compensa la dificultad de su pronunciación. La escritura es otro mundo, pero bueno, aprender un idioma es una tarea difícil que precisa de muchos años.
El idioma con la gramática más caótica, que no necesariamente compleja, es para mí el japonés. Cuando has asimilado que una partícula se emplea para una regla, te encuentras con que se puede emplear con otro significado opuesto. A esto sumemos la complejidad de la escritura y tendremos un idioma pa' acojonarse. Lo positivo es la pronunciación, la más parecida al español que he conocido (salvo el italiano o el catalán, claro).
El idioma más "bonito" sigue siendo para mí el ruso. Me encanta como suena, me encanta su gramática y me encanta su vocabulario. Lástima que sea bastante difícil.
Es curioso, porque la gente tiene un concepto binario con respecto a los idiomas: o los hablas o no. ¿Cuántas veces hemos oído preguntar si alguien "habla" ruso o "sabe" francés?, sobre todo en las películas, donde vemos algún personaje que siempre dice "yo hablo X", y a continuación se pone a charlar en este idioma como si fuera un nativo. La realidad es muy diferente: el conocimiento de un idioma tiene infinidad de matices y niveles, y para aprender realmente una lengua se necesitan años de duro aprendizaje, a veces cinco, a veces diez. Quien crea que puede hablar una lengua estudiando un par de años está equivocado. No me refiero a preguntar dónde está la estación más cercana y cosas por el estilo, sino a entender una película o un libro. Esto es especialmente llamativo en el caso del inglés: nuestro país está lleno de gente que dice saberlo, ¿pero cuántos de ellos lo hablan decentemente y entienden una película en V.O.?...pues muy pocos, aunque sea el idioma extranjero más popular en España...
¿Es un avión, es un planeta?
Sigue la polémica acerca del nuevo "planeta" y sobre su nombre...podríamos debatir el tema durante años, pero lo cierto es que simplemente NO existe una definición objetiva del término, de igual modo que el término "raza" carece de sentido genético, aunque el profano lo use con gran asiduidad. Los planetas son los que son por motivos históricos, nada más, y racionalizar esto usando criterios como la composición, tamaño, distancia, etc., no es más que utilizar criterios igualmente arbitrarios. Sin embargo, la comunidad astronómica deberá adoptar alguno(s), porque aunque para el astrónomo todos sean mundos con el mismo interés, no es igual escribir en los libros de texto que hay ocho planetas en el sistema solar en vez de que hay diez.
Una nota sobre los criterios utilizados: nos guste o no, el usado tradicionalmente es el tamaño, pero está claro que Plutón y el resto de transneptunianos son muy pequeños (más pequeños que la Luna), aunque cuando se descubrió se pensaba que Plutón era mucho más grande, más "planeta". Al ir "disminuyendo" su tamaño después de muchas décadas, se empezó en poner en cuestión su "planetidad". Otro criterio usado es el de esfericidad, pero este, aunque popular y más "físico", no debería emplearse, pues elevaríamos a la categoría de planetas a muchos asteroides (Ceres) y transneptunianos. Los que abogan por eliminar a Plutón y a 2003UB313 de la categoría de planetas (incluido yo mismo) deben reconocer que hay que llegar a un compromiso. Yo personalmente eliminaría a estos dos mundos de tal categoría no sólo teniendo en cuenta el tamaño, sino también el criterio de "población". Me explico: cuando se descubrió Ceres, se le otorgó inmediatamente la categoría de planeta, posteriormente le fue retirada, pero no tanto por su pequeño tamaño como por el hecho de que existían miles de objetos similares en sus cercanías (el Cinturón de Asteroides). Igualmente, Plutón y 2003UB313 no son objetos únicos, sino que forman parte de una población mayor, en este caso el Cinturón de Kuiper, y comparten muchas características comunes en cuanto a historia, composición y tamaño. Una decisión que podría tomar la IAU (subjetiva, por supuesto), sería catalogar a todos estos cuerpos como mundos transneptunianos y punto, independientemente de su tamaño, no vaya a ser que se descubra uno más grande que Mercurio (cosa altamente improbable) y se vuelva a armar un follón. Así nos quedaríamos con 8 planetas y ya está. Lo único malo es que me da pena por el ya fallecido descubridor de Plutón, Tombaugh...no dejo de pensar que es un poco injusto para su memoria, pero bueno, algo hay que hacer, ¿o no?.
Una nota sobre los criterios utilizados: nos guste o no, el usado tradicionalmente es el tamaño, pero está claro que Plutón y el resto de transneptunianos son muy pequeños (más pequeños que la Luna), aunque cuando se descubrió se pensaba que Plutón era mucho más grande, más "planeta". Al ir "disminuyendo" su tamaño después de muchas décadas, se empezó en poner en cuestión su "planetidad". Otro criterio usado es el de esfericidad, pero este, aunque popular y más "físico", no debería emplearse, pues elevaríamos a la categoría de planetas a muchos asteroides (Ceres) y transneptunianos. Los que abogan por eliminar a Plutón y a 2003UB313 de la categoría de planetas (incluido yo mismo) deben reconocer que hay que llegar a un compromiso. Yo personalmente eliminaría a estos dos mundos de tal categoría no sólo teniendo en cuenta el tamaño, sino también el criterio de "población". Me explico: cuando se descubrió Ceres, se le otorgó inmediatamente la categoría de planeta, posteriormente le fue retirada, pero no tanto por su pequeño tamaño como por el hecho de que existían miles de objetos similares en sus cercanías (el Cinturón de Asteroides). Igualmente, Plutón y 2003UB313 no son objetos únicos, sino que forman parte de una población mayor, en este caso el Cinturón de Kuiper, y comparten muchas características comunes en cuanto a historia, composición y tamaño. Una decisión que podría tomar la IAU (subjetiva, por supuesto), sería catalogar a todos estos cuerpos como mundos transneptunianos y punto, independientemente de su tamaño, no vaya a ser que se descubra uno más grande que Mercurio (cosa altamente improbable) y se vuelva a armar un follón. Así nos quedaríamos con 8 planetas y ya está. Lo único malo es que me da pena por el ya fallecido descubridor de Plutón, Tombaugh...no dejo de pensar que es un poco injusto para su memoria, pero bueno, algo hay que hacer, ¿o no?.
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