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Tuesday, November 30, 2010

Penrose y el origen del Universo

¿Qué tienen en común Roger Penrose y Stephen Hawking? De entrada, ambos han dedicado su carrera a temas muy parecidos y los dos fueron premiados con el premio Wolf en 1988. Pero el nexo común más importante es su fama. Si un físico desarrolla un modelo cíclico del Universo y cree ver vagas evidencias del mismo en el fondo cósmico de microondas (CMB), nadie le haría mucho caso. Existen cientos de teorías cosmológicas y no es cuestión de perder el tiempo con cada una de ellas. Pero si ese físico se apellida Penrose o Hawking, la cosa cambia. De la noche a la mañana veremos cientos de titulares en todos los medios anunciando la noticia.


Fondo cósmico de microondas (NASA).

Y eso es precisamente lo que ha pasado con el artículo Concentric circles in WMAP data may provide evidence of violent pre-Big-Bang activity, escrito por Penrose en colaboración con Vahe Gurzadyan. Sin entrar en detalles muy técnicos, Penrose viene a decir que los datos del CMB obtenidos por la sonda WMAP demuestran la validez de un modelo de Universo cíclico, o lo que es lo mismo, que el Big Bang no fue el origen del tiempo. ¿Cómo ha llegado Penrose a esta conclusión? En un mapa del CMB veremos muchas "manchas" de distintos tamaños. Estas "manchas" -cuya denominación correcta es "anisotropías del CMB"- son regiones que se encontraban a distinta temperatura cuando el Universo se volvió transparente trescientos mil años después del Big Bang. Estudiando su tamaño y distribución podemos averiguar datos esenciales sobre la proporción de materia oscura, energía oscura y geometría de nuestro Universo, algo que se ha podido calcular gracias a los datos de WMAP.

Según el modelo cosmológico cíclico de Penrose, denominado CCC (Conformal Cyclic Cosmology), cada etapa recibe el nombre de "eón". Al final del eón anterior al nuestro, los agujeros negros supermasivos tuvieron que colisionar entre sí emitiendo enormes cantidades de radiación gravitatoria. Por lo visto, esta radiación llegaría hasta nuestro eón no en forma de ondas gravitatorias, sino como grandes impulsos esféricos de energía que influirían en las etapas iniciales de nuestro Universo. Estos impulsos deformarían el CMB y dejarían su huella en forma de grandes círculos concéntricos formados por regiones de baja temperatura (unos 15 microkelvin de diferencia). El centro de cada conjunto de círculos señalaría el lugar de uno de los agujeros negros supermasivos del anterior eón. Penrose y Gurzadyan creen haber observado estos círculos en el CMB.


Posibles círculos del CMB (Penrose et al.).

Claro que uno puede pensar que estos círculos quizás sean un artefacto estadístico, un simple efecto óptico, pero ahí es donde entramos en los detalles del artículo. Los autores realizan un análisis de la varianza estadística de las anisotropías de los círculos y demuestran que no estamos ante una simple coincidencia, sino que son reales.


Análisis de la varianza de dos canales de datos del WMAP, demostrando que los círculos son estadísticamente significativos (Penrose et al.).

No soy cosmólogo, así que no me voy a meter en el proceloso aspecto teórico de la evidencia, pero a mi modo de ver el problema del análisis de Penrose y Gurzadyan es que quizás no han tenido debidamente en cuenta la posible contaminación de los datos por fuentes no cosmológicas situadas en primer plano. Tampoco parece que se haya sopesado convenientemente la variación en la proporción señal-ruido de los instrumentos del WMAP según la región del cielo. El que los autores hayan encontrado el mismo patrón en los datos BOOMERanG98 -obtenidos por otro instrumento distinto a WMAP- no excluye que estemos ante los efectos de alguna fuente ajena al CMB. Por otro lado, los anillos podrían ser reales y sin embargo no tener nada que ver con un universo cíclico.

En definitiva, los círculos de Penrose y Gurzadyan podrían ser todo un bombazo cosmológico, pero todavía debemos esperar para confirmar su existencia. Esperemos que Planck nos saque de dudas en un futuro no muy lejano.

Más información:

Lanzando la Orión

Tras la cancelación del cohete Ares I, la nave Orión ha logrado continuar con su desarrollo. Pero sin un lanzador adecuado, está claro que no podrá llegar muy lejos. ¿Qué otros cohetes podrían lanzar esta nave? No es que haya mucho donde elegir. Con una masa que supera las 20 toneladas, los únicos vectores norteamericanos capaces de levantar la Orión del suelo son los EELV Atlas V y Delta IV, ambos operados actualmente por la empresa United Launch Alliance (ULA).


Comparativa entre el shuttle,Ares I y el Delta IV Heavy con la Orión (ULA/NASA).


Montaje donde vemos una Orion lanzada por un Delta IV Heavy (nasaspaceflight.com).

El problema es que una Orión tripulada con la torre de escape (LAS) queda fuera de las posibilidades del Atlas V, aunque el Delta IV Heavy sí que sería capaz de llevar a cabo esta tarea con abundantes modificaciones. Evidentemente, si se desarrollan nuevas versiones más potentes de estos lanzadores no existiría ningún inconveniente, pero entonces estaríamos ante un presupuesto más elevado. Por otro lado, si finalmente la Orión sólo se desarrolla como vehículo de emergencia para la ISS, no existiría ningún problema, ya que sería lanzada sin tripulación y, por tanto, sin LAS. Otra opción que ha ganado popularidad estos meses es desarrollar una versión ligera (Orion Lite) de la nave, lo que permitiría lanzarla incluso con el Atlas V.

En todo caso, los cambios más esenciales son obvios. Por un lado, se debe dotar a las instalaciones de lanzamiento de un sistema de acceso de la tripulación a la nave y, además, el cohete debe ir equipado con un sistema de detección de emergencias (EDS) capaz de alertar inmediatamente a los sistemas de la Orión en caso de que algo vaya mal. El Delta IV se lanza desde la rampa SLC-41 y el Atlas V desde la SLC-37B, situadas ambas en la base de Cabo Cañaveral. Aunque operados comercialmente por ULA, estos lanzadores fueron desarrollados conjuntamente con la Fuerza Aérea (USAF). El coste de desarrollo de estos vehículos fue de 2700 millones de dólares para el Delta IV y 1800 millones para el Atlas V, de los cuales el gobierno federal aportó 1200 millones. Estos lanzadores son actualmente el único medio que tienen los militares estadounidenses para poner en órbita sus grandes satélites, motivo por el cual es difícil que cedan, aunque sea parcialmente, el control de las instalaciones de lanzamiento a la NASA.

Por eso quizás lo más satisfactorio para ambas partes sería lanzar los EELV desde las rampas 39A y 39B de la NASA, pudiendo utilizar las instalaciones del Centro Espacial Kennedy, especialmente el enorme VAB. De esta forma no se abandonarían estas famosas infraestructuras, incluyendo la plataforma MLP recientemente modificada para ser usada con el Ares I.


Recreación de un Delta IV Heavy con la Orión en las instalaciones de la NASA del Centro Espacial Kennedy (ULA).


Un Atlas V podría lanzar una Orion Lite sin problemas desde el KSC (ULA).

Sin embargo, en caso necesario se podría lanzar la Orión desde cualquiera de las rampas tradicionales, siempre y cuando se realizasen importantes modificaciones, incluyendo la inclusión de un sistema de escape para la tripulación en la rampa.



Modificaciones para lanzar una Orión tripulada con el Atlas V desde la rampa SLC-41 (ULA/NASA).





Modificaciones y flujo de trabajo (dos opciones) para lanzar una Orión tripulada con el Delta IV Heavy desde la rampa SLC-37 (ULA/NASA).

Tanto el Delta IV como el Atlas V podrían incorporar en las misiones tripuladas una segunda etapa criogénica con cuatro motores RL-10 (lo que permitiría completar la misión incluso si alguno de ellos fallase), o bien un J-2X desarrollado para el Ares I. De todas formas, la opción favorita sería usar el Delta IV Heavy sin segunda etapa, con la Orión conectada directamente al CBC central. Si finalmente se desarrolla una Orion Lite, ésta sería la configuración idónea. En el caso de un lanzamiento tripulado, mucho se ha hablado estos años sobre la capacidad del sistema de escape (LAS) para rescatar a la tripulación durante un despegue con un EELV. Pese a que habría que modificar ciertos parámetros, hoy en día está claro que éste no es un impedimento grave. También se requerirían una multitud de cambios menores en varios sistemas y componentes de los lanzadores para alcanzar el grado de seguridad exigido por la NASA.

No estamos ante una mera discusión técnica. Lo que está encima de la mesa es la capacidad de la NASA para mantener la independencia en el acceso tripulado al espacio. Recordemos que el plan comercial puesto en marcha por la administración Obama dejaría este acceso en manos de empresas privadas. Pese a que el desarrollo de los nuevos vehículos tripulados "comerciales" se está financiando con dinero público, la NASA sería un mero cliente y no poseería el control sobre las naves o las infraestructuras. Vamos, como un "plan de rescate" económico de esos que están tan de moda actualmente, pero a lo espacial.

Más información:

    El Mapa del Rock


    Fuente: Jose

    Monday, November 29, 2010

    Misiones Apolo secretas

    En el último artículo de The Space Review, Dwayne Day nos revela una curiosa historia relacionada con el programa Apolo desconocida hasta la fecha. Por extraño que parezca, durante los años 60 la NASA colaboró con la NRO (National Reconnaissance Office) para llevar a cabo una serie de misiones lunares usando satélites espías. Como lo oyen.

    Antes de poner un hombre en la superficie de la Luna, la NASA debía cartografiar detalladamente nuestro satélite con la serie de sondas Lunar Orbiter. Pero a mediados de los 60 surgieron dudas sobre la capacidad de estas naves para realizar este trabajo. Estaba claro que un programa tan costoso e importante como el Apolo no podía quedar a merced de los caprichos técnicos de unos pocos satélites. Por lo tanto, se ideó un plan alternativo consistente en mandar un CSM Apolo tripulado junto con la óptica de un satélite espía KH-7 GAMBIT dentro de un módulo denominado Orbiting Control Vehicle (OCV). Lo sorprendente es que no se trató de una simple idea, ya que la NASA llegó a encargar a la NRO tres satélites de este tipo como "plan B". El programa parece ser que se denominó LM&SS (Lunar Mapping and Survey System), aunque, como todo lo relacionado con el programa GAMBIT, aún permanece clasificado. Las misiones cartografiarían la Luna usando el espejo de 1,12 metros de diámetro y la cámara Kodak de 196 cm de focal del GAMBIT desde dos alturas posibles, 55 y 370 km, dependiendo de la resolución escogida. El OCV ocuparía el mismo lugar del Módulo Lunar (LM) dentro del Saturno V en una misión Apolo convencional. Está claro que, de haberse llevado a cabo, la NASA habría pasado por un importante apuro a la hora de justificar la censura con respecto a los detalles del OCV.

    El programa sería cancelado en 1967. Para entonces, los Lunar Orbiter ya habían probado su valía transmitiendo centenares de imágenes de nuestro satélite. Más de cuarenta años después, el programa Apolo sigue dándonos sorpresas.


    Endeavour, el CSM del Apolo 15, en órbita lunar (NASA). 

     
    Configuración del CSM y el Módulo Lunar en una misión Apolo. El OCV con la cámara de un satélite espía ocuparía el lugar del LM ( John Ortmann).

    La Creciente Tensión entre las dos Coreas

    China ha invitado a una reunión urgente en Pekín a las seis partes implicadas en el proceso de desnuclearización de la península coreana para evitar una escalada militar entre las dos Coreas.

    El viceministro de Asuntos Exteriores chino, Wu Daiwei, convocó este encuentro con la participación de los delegados de las dos Coreas, Estados Unidos, China, Rusia y Japón.



    La tensión entre los dos países se ha elevado al máximo en los últimos días. El Gobierno de Corea del Norte ha desplegado misiles tierra-aire SA-2 en su costa oeste, cerca de la frontera con Corea del Sur en el mar Amarillo, en una muestra de poder ante las maniobras militares conjuntas a gran escala de su vecino y Estados Unidos en la zona, días después del ataque de Pyongyang contra la isla surcoreana de Yeonpgyeong, como reacción a otro de Seúl durante “pruebas” de maniobras militares.





    “Si Estados Unidos trae su portaaviones al Mar Occidental [mar Amarillo], las consecuencias van a ser impredecibles”. Esa fue la última declaración de Corea del Norte antes de que el imponente navío estadounidense USS George Washington llegara a aguas surcoreanas para participar, desde hoy y hasta el miércoles, en las maniobras militares más sensibles y peligrosas de los últimos tiempos en esta región: las que van a llevar a cabo Corea del Sur y Estados Unidos.


    Pero si algo ha hecho especial esta crisis es precisamente su falta de lógica: las “pruebas” de los operativos militares surcoreanos contra territorio norteño, el lanzamiento masivo de obuses norcoreanos sobre una isla habitada el pasado martes, la muerte de dos civiles y dos soldados, la sed de venganza y el clamor popular en Seúl, la aparición estelar de Washington con uno de sus buques de guerra más letales con 6.000 marineros y 75 aviones de caza a bordo. En definitiva, todos los ingredientes que siempre le han faltado a las disputas entre las dos Coreas para que estallara una guerra se encuentran por primera vez hirviendo en una misma cazuela.

    Fuente: Público

    Jose

    Cartograma de la Pobreza


    Fuente: sasi.group
    Jose

    La Situación Económica de los PIGS


    Fuente: thomsonreuters.com
    Jose

    Signage (I): Motel


    .

    File:Star Lite in Winter.jpg

    Star Lite Motel, Dilworth, Minnesota, winter: photo by Tadija, 2010



    In winter
    as in summer

    our heritage
    here

    in the motel

    room mirror




    photo

    Star Lite Motel sign, Dilworth, Minnesota: photo by railguydust, 2009



    we see what is
    to come

    evaporating into the thin
    air of what was

    once
    expected





    File:Trees and Motel.jpg

    Star Lite Motel, Dilworth, Minnesota, view through trees in front of the motel, with neon sign in background
    : photo by Tadija, 2010

    Signage (II): Edward Ruscha: Word Works


    .

    Edward Ruscha I PLEAD INSANITY BECAUSE I'M JUST CRAZY ABOUT THAT LITTLE GIRL 1976

    I'm Just Crazy About That Little Girl
    : Edward Ruscha, 1976 (Tate Gallery/National Galleries of Scotland)


    Edward Ruscha PRETTY EYES, ELECTRIC BILLS 1976

    Pretty Eyes/Electric Bills
    : Edward Ruscha, 1976 (Tate Gallery/National Galleries of Scotland)


    Edward Ruscha SMELLS LIKE BACK OF OLD HOT RADIO 1976

    Smells Like Back of Old Hot Radio: Edward Ruscha, 1976 (Tate Gallery/National Galleries of Scotland)

    Edward Ruscha DIRTY BABY 1977

    Dirty Baby
    : Edward Ruscha, 1977 (Tate Gallery/National Galleries of Scotland)


    Edward Ruscha HOPE 1998

    Hope
    : Edward Ruscha, 1998 (Tate Gallery/National Galleries of Scotland)


    Edward Ruscha THE END #40 2003

    The End #40 : Edward Ruscha, 2003 (Tate Gallery/National Galleries of Scotland)

    Signage (III): Ian Hamilton Finlay: Word Works


    .

    Ian Hamilton Finlay IDYLLS END IN THUNDERSTORMS 1986

    Idylls End In Thunderstorms
    : Ian Hamilton Finlay, 1986 (Tate Gallery/ National Galleries of Scotland)

    Ian Hamilton Finlay Starlit Waters 1967

    Starlit Waters: Ian Hamilton Finlay, 1967 (Tate Gallery)

    Ian Hamilton Finlay Lead Us circa 1967-8

    Lead Us: Ian Hamilton Finlay, c. 1967-1968 (Tate Gallery)

    Ian Hamilton Finlay Interior/Interieur Homage to Vuillard [collaboration with Michael Harvey] 1971

    Interior/Interieur: Ian Hamilton Finlay, in collaboration with Michael Harvey, 1971 (Tate Gallery)

    Ian Hamilton Finlay D1 [collaboration with Michael Harvey] 1972

    Interior/Interieur: Ian Hamilton Finlay, in collaboration with Michael Harvey, 1972 (Tate Gallery)

    Ian Hamilton Finlay from Posters from the Little Spartan War, Death to the Arts Council 1982

    Death to the Arts Council (from Posters from the Little Spartan Wars): Ian Hamilton Finlay, 1982 (Tate Gallery)

    Ian Hamilton Finlay from Posters from the Little Spartan War, Let Perish the Money Tyrants 1982

    Let Perish the Money Tyrants (from Posters from the Little Spartan Wars): Ian Hamilton Finlay, 1982 (Tate Gallery)

    Ian Hamilton Finlay from Ian Hamilton Finlay Posters, [no title] 1983

    To Cease To Believe in Others Is an Impermissible Luxury
    : Ian Hamilton Finlay, 1983 (Tate Gallery)

    Ian Hamilton Finlay from Ian Hamilton Finlay Posters, [no title] 1983

    Terror Is the Piety of the Revolution
    : Ian Hamilton Finlay, 1983 (Tate Gallery)

    Ian Hamilton Finlay from The Garden Proposals, [no title] from 4 colonnes, 8 affiches pour l'abbaye cistercienne de L'Epau été 1986' 1986

    Untitled (from The Garden Proposals)
    : Ian Hamilton Finlay, 1986 (Tate Gallery)

    Ian Hamilton Finlay from The Garden Proposals, [no title] from 4 colonnes, 8 affiches pour l'abbaye cistercienne de L'Epau été 1986' 1986

    Untitled (from The Garden Proposals): Ian Hamilton Finlay, 1986 (Tate Gallery)

    Sunday, November 28, 2010

    La próxima gran misión de la ESA

    Si tuvieras en tus manos la posibilidad de elegir la próxima gran misión de la Agencia Espacial Europea (ESA), ¿cuál escogerías? Ese es el dilema al que se enfrentará la ESA en 2011, cuando deberá tomar una decisión sobre la siguiente misión de Clase-L (la "L" viene de large) del programa Cosmic Vision. Con un presupuesto de unos 650 millones de euros, la propuesta seleccionada despegaría en 2020.

    Sin duda, estamos ante una decisión complicada para la ESA y de la que depende gran parte del futuro científico de la agencia. Las candidatas son EJSM/Laplace, IXO/XEUS y LISA. Veámoslas por encima:
    • EJSM (Europa Jupiter System Mission)/Laplace: es una sonda que debe estudiar Júpiter y sus satélites, con un énfasis especial en Ganímedes. En realidad, Laplace forma parte de la misión EJSM, que se llevaría a cabo en colaboración con la NASA. La agencia norteamericana suministraría la sonda JEO (Jupiter Europa Orbiter), mientras que la ESA contribuiría con Laplace, también denominada Jupiter Ganymede Orbiter (JGO). Laplace es una gran sonda de 4362 kg que despegaría en marzo de 2020 mediante un Ariane 5 y llegaría al sistema joviano en febrero de 2026. Como viene siendo habitual en las últimas propuestas de sondas de espacio profundo de la ESA, incorporaría paneles solares en vez de RTGs. Tras dos años estudiando los distintos satélites de Júpiter -especialmente Calisto-, en mayo de 2028 se pondría en órbita alrededor de Ganímedes.


    Laplace (ESA).


    Calendario de la misión EJSM (NASA).

    • IXO (International X-ray Observatory)/XEUS (X-ray Evolving Universe Spectroscopy): es un gran telescopio espacial de rayos X que estará situado en el punto L2 del sistema Tierra-Sol.  Es una misión conjunta con la NASA y la JAXA, consta de un telescopio de 3,3 metros de diámetro, 20 metros de focal y trabajará en el rango de energías 0,1-40 keV. Continuará la labor del observatorio europeo XMM Newton y el norteamericano Chandra, combinando la gran superficie y sensibilidad del primero con la alta focal y resolución espacial del segundo. 



    IXO (ESA/NASA).


    Sensibilidad de los instrumentos de IXO (ESA).

    • LISA (Laser Interferometer Space Antenna): es una formación de tres satélites separados por 5 millones de kilómetros (!) que será capaz de detectar ondas gravitatorias con frecuencias de 0,1-0,0001 Hz mediante un interferómetro láser. Estas frecuencias son inferiores a las observadas por observatorios terrestres como LIGO, lo que permitiría estudiar sistemas de agujeros negros binarios supermasivos. LISA sería desarrollada en colaboración con la NASA, estaría situada en una órbita solar a 50 millones de km detrás de la Tierra y su inclinación sería de 20º con respecto a la eclíptica.


    Concepto de inteferómetro de LISA (ESA).



    Órbita de LISA (ESA).


    Espectro de ondas gravitatorias observadas por LISA (ESA).

    Laplace tiene muchas probabilidades de ser aprobada, ya que se se llevaría a cabo como parte de la misión EJSM con la NASA. La EJSM amenaza con absorber una buena parte del presupuesto de la NASA para exploración del Sistema Solar durante la próxima década, por lo que podría ser cancelada o retrasada en los próximos años. La colaboración con la ESA permitiría sacar adelante el proyecto más fácilmente. En su contra tiene que es una misión arriesgada y que sólo daría frutos seis años después del lanzamiento. LISA es en este sentido una apuesta más segura y muy original que podría revolucionar la cosmología moderna, aunque quizás no resulta tan atractiva para el gran público, algo importante teniendo en cuenta su coste. Por su parte, IXO es la opción menos arriesgada y la única que permitiría obtener resultados científicos de primer orden pocos meses después de su lanzamiento.

    Las tres propuestas se encuentran cerca del final de la Assessment Phase, equivalente a lo que sería la Fase A de la NASA. En mayo de 2011 se recomendará una o dos de las misiones al Comité del Programa Científico de la ESA, que deberá escoger una de ellas en junio de 2011. Además, no olvidemos que la ESA también debe elegir próximamente las candidatas de la Clase-M. Si dependiera de ti, ¿cuál escogerías?