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Thursday, August 31, 2006

Y el ganador es...

...Lockheed-Martin!. La compañía ha salido ganadora en el concurso para construir la nueva nave de la NASA, Orión (antes CEV). Tampoco es que el concurso estuviese muy reñido, pues había solamente otro competidor: Northrop-Grumman/Boeing. Ahora a ver que hace con los 4500 millones de dólares para construir el cacharro.

Monday, August 28, 2006

Centros de lanzamiento en Google Earth

En el magnífico blog Murmullos del Espacio está disponible una lista de los distintos centros de lanzamiento para ver con el Google Earth. A disfrutar.

Saturday, August 26, 2006

Thursday, August 24, 2006

Evidencia de la materia oscura

La materia oscura forma el 22% de nuestro Universo, aproximadamente. Las pruebas de su existencia son varias, pero todas indirectas. Recientemente, observaciones con el telescopio espacial de rayos-X Chandra de una colisión entre dos cúmulos de galaxias demuestran que, efectivamente, esta materia existe y es real, aunque no aportan nuevos datos sobre su composición. Son estas observaciones empíricas las que permiten demostrar de manera directa la existencia de la materia oscura, a la espera de que se pueda detectar en algún acelerador de partículas u otro experimento destinado a tal fin. Si es que eso ocurre algún día...

Busca tus antípodas

En esta graciosa página basada en Google Maps puedes hallar las antípodas de cualquier lugar del planeta.

El día que perdimos Plutón

Así es como sienten muchos astrónomos americanos la aprobación de la histórica propuesta por la que Plutón, a partir de hoy, deja de ser considerado un planeta. Siguiendo el guión de una buena película de acción, la Unión Astronómica Internacional (UAI) ha cambiado de opinión por completo respecto a la prouesta original que sugería doce planetas para acabar votando por una resolución que nos deja sólo con ocho. En el anterior post comentábamos cómo era la propuesta. Pues bien, una vez aprobada ha quedado así:

IAU Resolution: Definition of a Planet in the Solar System
Contemporary observations are changing our understanding of planetary systems, and it is important that our nomenclature for objects reflect our current understanding. This applies, in particular, to the designation 'planets'. The word 'planet' originally described 'wanderers' that were known only as moving lights in the sky. Recent discoveries lead us to create a new definition, which we can make using currently available scientific information.

RESOLUTION 5A
The IAU therefore resolves that "planets" and other bodies in our Solar System be defined into three distinct categories in the following way:

(1) A "planet"1 is a celestial body that (a) is in orbit around the Sun, (b) has sufficient mass for its self-gravity to overcome rigid body forces so that it assumes a hydrostatic equilibrium (nearly round) shape, and (c) has cleared the neighbourhood around its orbit.

(2) A "dwarf planet" is a celestial body that (a) is in orbit around the Sun, (b) has sufficient mass for its self-gravity to overcome rigid body forces so that it assumes a hydrostatic equilibrium (nearly round) shape2 , (c) has not cleared the neighbourhood around its orbit, and (d) is not a satellite.

(3) All other objects3 except satellites orbiting the Sun shall be referred to collectively as "Small Solar-System Bodies".



1The eight planets are: Mercury, Venus, Earth, Mars, Jupiter, Saturn, Uranus, and Neptune.
2An IAU process will be established to assign borderline objects into either dwarf planet and other categories.
3These currently include most of the Solar System asteroids, most Trans-Neptunian Objects (TNOs), comets, and other small bodies.




IAU Resolution: Pluto

RESOLUTION 6A
The IAU further resolves:


Pluto is a "dwarf planet" by the above definition and is recognized as the prototype of a new category of trans-Neptunian objects.1

Al final se ha decidido no incorporar el epíteto "clásico" a la palabra planeta. Así que finalmente los planetas, a secas, de nuestro Sistema Solar son: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Se crea definitivamente la categoría de planeta enano para todos aquellos objetos esféricos que comparten su zona del Sistema Solar con otros cuerpos. De entrada son Ceres, Plutón y 2003 UB313, pero en el futuro podrán ser varias decenas. Por último, Plutón es considerado como el prototipo de una nueva categoría de objetos transneptunianos, pero al final no se ha aprobado el polémico término de "objetos plutonianos".

¿Es perfecta esta propuesta?. Naturalmente que no, pero creo que es la más razonable que se podía consensuar dentro del seno de la UAI, sobre todo tras la desastrosa propuesta inicial. En concreto hay ciertas zonas grises que darán mucho qe hablar en los próximos meses y años:
  • ¿Cuál es límite entre planeta y planeta enano?: imposible de definir exactamente. La UAI afirma que creará una comisión para estudiar los nuevos miembros de esta familia, que estará formada por todos aquellos asteroides y Objetos del Cinturón de Kuiper (KBOs) que posean forma esférica. Los casos serán estudiados individualmente, así que hay mucho trabajo por delante.
  • ¿Qué significa eso de "ha limpiado sus cercanías alrededor de su órbita"?: la comisión ha decidido aplicar el criterio de población para eliminar a Plutón de la categoría de planeta, por pertenecer éste al Cinturón de Kuiper. Sin embargo, la definición de población dada en la propuesta es un tanto vaga y seguro que será objeto de debate en un futuro.
  • ¿Tendremos 8 planetas para siempre?: de entrada sí, pues esta resolución es mucho más "estable" que la propuesta anterior, ¿pero qué pasaría si se descubriese un objeto transneptuniano mayor que Mercurio?. En ese caso sería difícil seguir hablando de "planeta enano" y se abriría un nuevo debate.
  • ¿Qué pasa con otras estrellas?: es el punto más conflictivo. La comisión ha decidido aplicar esta definición sólo a nuestro Sistema Solar, pues hay otros grupos trabajando en nomenclaturas y definiciones de planetas extrasolares. En el futuro deberá resolverse qué pasa con los planetas errantes, o con los planetas situados alrededor de enanas marrones. O peor aún, si un planeta orbita una enana marrón que a su vez orbita una estrella, ¿sería un planeta o un satélite?.
Hoy es una fecha histórica. No todos los días se levanta uno con nueve planetas y se va a la cama con ocho.

Por cierto, en la Wikipedia ya han cambiado todas las entradas referidas al Sistema Solar y a Plutón.












Nuestro "nuevo" Sistema Solar

¿Qué pasará con Plutón?

Quedan sólo unas horas para decidir qué pasará con Plutón, si al final es aprobada la propuesta de la Unión Astronómica Internacional (UAI). Después de la decepcionante propuesta inicial que proponía aumentar el número de planetas hasta doce, la indignación de muchos astrónomos asistentes a esta Asamblea General hizo que el texto se cambiase hasta adquirir la forma que se vota hoy:

IAU Resolution: Definition of a Planet in the Solar System

Contemporary observations are changing our understanding of planetary systems, and it is important that our nomenclature for objects reflect our current understanding. This applies, in particular, to the designation ‘planets’. The word ‘planet’ originally described ‘wanderers’ that were known only as moving lights in the sky. Recent discoveries lead us to create a new definition, which we can make using currently available scientific information.

Resolution 5A

The IAU therefore resolves that planets and other bodies in our Solar System be defi ned into three distinct categories in the following way:
(1) A planet[1] is a celestial body that (a) is in orbit around the Sun, (b) has sufficient mass for its self-gravity to overcome rigid body forces so that it assumes a hydrostatic equilibrium (nearly round) shape, and ( c ) has cleared the neighbourhood around its orbit.
(2) A dwarf planet is a celestial body that (a) is in orbit around the Sun, (b) has sufficient mass for its self-gravity to overcome rigid body forces so that it assumes a hydrostatic equilibrium (nearly round) shape[2], ( c ) has not cleared the neighbourhood around its orbit, and (d) is not a satellite.
(3) All other objects[3] orbiting the Sun shall be referred to collectively as “Small Solar System Bodies”.

[1] The eight planets are: Mercury, Venus, Earth, Mars, Jupiter, Saturn, Uranus, and Neptune.
[2] An IAU process will be established to assign borderline objects into either dwarf planet and other categories.
[3] These currently include most of the Solar System asteroids, most Trans-Neptunian Objects (TNOs), comets, and other small bodies.

Resolution 5B

Insert the word “classical” before the word “planet” in Resolution 5A, Section (1), and footnote 1. Thus reading:
(1) A classical planet[1] is a celestial body . . .
and
[1] The eight classical planets are: Mercury, Venus, Earth, Mars, Jupiter, Saturn, Uranus, and Neptune.

IAU Resolution: Pluto

Resolution 6A

The IAU further resolves:
Pluto is a dwarf planet by the above defi nition and is recognized as the prototype of a new category of trans-Neptunian objects.

Resolution 6B

The following sentence is added to Resolution 6A:
This category is to be called “plutonian objects.”
Como podemos ver, se ha introducido mi querido concepto de población de tal forma que Ceres, Plutón y 2003 UB313 ya no son considerados planetas por pertenecer al Cinturón de asteroides y al Cinturón de Kuiper respectivamente. De ser aprobada esta propuesta, tendríamos ocho planetas, o planetas clásicos: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Los demás cuerpos que cumplan el criterio de la esfericidad, incluido Plutón, serán clasificados como planetas enanos. Además se matiza la necesidad de que el cuerpo esté en equilibrio hidrostático para que sea considerado un planeta (algo muy difícil de verificar) y se asume que si es redondo cumple esta condición (lo cual es cierto en la gran mayoría de casos, pero no todos). Por suerte se ha eliminado la propuesta de considerar planeta a un satélite si el baricentro del sistema está fuera del cuerpo mayor.

Se mantiene el para mi gusto poco elegante término de "Cuerpos Pequeños del Sistema Solar" para designar a asteroides, come
tas y objetos transneptunianos no esféricos. No entiendo este punto, pues ya existía la expresión ampliamente popular y conocida de "Cuerpos Menores". No sé, será que es más políticamente correcto decir pequeño que menor, que en inglés (minor) puede tener connotaciones despectivas. ¿Cómo se llamará entonces el Minor Planet Center?

También se ha eliminado el término plutones para hacer referencia a los planetas enanos transneptunianos y, si se aprueba, será sustituido por la expresión "objetos plutonianos". Este cambio fue debido a que plutón en español, francés y otras lenguas romances es ya el nombre del propio planeta Plutón (en inglés, Pluto). Además, muchos geólogos se opusieron al uso de esta palabra por emplearse en la actualidad para designar un tipo de rocas ígneas.

Es esta una definición mucho más satisfactoria, tanto desde el punto de vista científico como desde el cultural. Tras varias semanas de agrio d
ebate, mucha gente se pregunta si es necesaria una definición para este concepto, sobre todo teniendo en cuenta que cualquier definición será subjetiva y objeto de debate. ¿Por qué no dejamos este concepto sin definir científicamente, como ocurre con la palabra "continente"? Tengo la impresión de que a quien menos le importa todo este debate es a los propios astrónomos y astrofísicos, pues el estudio de Plutón seguirá siendo importante siga siendo un planeta o no. Sin embargo, yo creo que SÍ es necesaria una definición, aunque sea subjetiva. Nos movemos en un mundo complejo y los marcos de referencia, tanto culturales como cronológicos, son necesarios. Aparecen cada año libros sobre la historia del siglo XIX o el XX, pese a ser el "siglo" un marco de referencia temporal arbitrario en los sucesos históricos. No es lo mismo que se enseñe a los niños que existen 8 planetas en nuestro Sistema Solar que 50, ni que Plutón sea un planeta que un planeta enano. Son sólo palabras, sí, pero transmiten un mensaje muy poderoso sobre cómo está estructurado nuestro universo y cómo lo entendemos. Francamente, no quiero despertarme dentro de unos años y encontrarme con que cada libro de astronomía ofrece un número distinto de planetas.

Son muchos los que piensan que al quitarle a Plutón el estatus de planeta se comete una injusticia y se priva a muchos estudiantes de conocer esta parte del Sistema Solar. No comparto esta opinión, pues en el siglo XIX ya se hizo lo mismo con Ceres y además de esta forma la gente se podrá dar cuenta de que Plutón no es un cuerpo aislado, sino que forma parte de una población de miles de cuerpos llamada Cinturón de Kuiper. Antes de este debate estoy seguro que muy pocas personas ajenas a la astronomía habían oído la expresión "Cinturón de Kuiper", pero seguro que a partir de ahora será más popular. Gracias a este debate creo que la gente apreciará que nuestro Sistema Solar es mucho más complejo de lo que parecía hasta hace sólo unos años.

Por otro lado, también es cierto que esta polémica se ha visto amplificada por la reticencia de muchos miembros de la comunidad astr
onómica americana a eliminar "su único" planeta, por lo que por eso surgió esa propuesta de medio pelo, pero ahora se han encontrado con los puntos de vista de científicos de otras nacionalidades que no estaban dispuestos a aceptar la propuesta original.














Los candidatos a planeta según la propuesta original (además de Ceres y 2003 UB313)

Wednesday, August 23, 2006

Orión: es oficial

Se acabaron los rumores: el CEV ha sido bautizado con el bonito nombre de Orión.

Tuesday, August 22, 2006

Imágenes del Burán

A través de la página espacial.org me entero de unas fotos inéditas del transbordador soviético Burán aparecidas en la magnífica web www.buran.ru, bueno en realidad no del Burán, sino del segundo transbordador construido que nunca llegó a volar. Se puede apreciar que la protección térmica todavía no está instalada.
































Por cierto, me encantan las imágenes del proyecto MAKS de Molniya: es muy gracioso.

Wednesday, August 16, 2006

A vueltas con los planetas

Planetas del Sistema Solar: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Ceres, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno, Plutón, Caronte y 2003UB313.

Analizando el texto de la propuesta para definir un planeta que comentamos anteriormente, podemos destacar los siguientes puntos:

1) A planet is a celestial body that (a) has sufficient mass for its self-gravity to overcome rigid body forces so that it assumes a hydrostatic equilibrium (nearly round) shape, and (b) is in orbit around a star, and is neither a star nor a satellite of a planet.

La UAI (Unión Astronómica Internacional) parece que se decanta por el criterio de la esfericidad para definir un planeta, el único criterio físico posible, por lo que cualquier cuerpo con un diámetro mayor de unos 800 km será esférico y, por tanto, planeta. Así, Plutón y 2003UB313 confirman su categoría de planetas y Ceres es "ascendido" de rango. Paradójicamente, cuando Ceres fue descubierto en 1801 fue considerado un planeta, así que ahora volvería a su estado inicial. Comentar que el criterio de la esfericidad no es completamente objetivo, pues depende de la composición (hielos, rocas, etc.) y temperatura interna del cuerpo, así como de la historia de colisiones que posea, ya que un cuerpo esférico podría dejar de serlo si sufre impactos con otros astros. Además, ¿cuánto debe desviarse un cuerpo de la forma de esfera para dejar de ser considerado planeta? Para cubrir esta eventualidad, la propuesta de la UAI sugiere que estos casos límite sean estudiados individualmente.
















2) We distinguish between the eight classical planets discovered before 1900, which move in nearly circular orbits close to the ecliptic plane, and other planetary objects in orbit around the Sun. All of these other objects are smaller than Mercury. We recognize that Ceres is a planet by the above scientific definition. For historical reasons, one may choose to distinguish Ceres from the classical planets by referring to it as a “dwarf planet.”

Este es el punto más confuso de la propuesta para mi gusto. Primero dicen que Ceres es un planeta para luego precisar que es un "planeta enano". ¿En qué quedamos?¿Dónde está el límite entre ambos? Según la propuesta sería el tamaño de Mercurio, entonces, ¿por qué no simplificar y decir que cualquier astro mayor que Mercurio es un planeta y que lo demás son "planetas enanos" o cuerpos menores? Además, la propuesta parece sugerir que las órbitas poco excéntricas de los planetas clásicos son un criterio a tener en cuenta, entonces, ¿qué pasa con los exoplanetas descubiertos con órbitas muy excéntricas? Una definición adecuada debería tener en cuenta a los planetas extrasolares.

(3) We recognize Pluto to be a planet by the above scientific definition, as are one or more recently discovered large Trans-Neptunian Objects. In contrast to the classical planets, these objects typically have highly inclined orbits with large eccentricities and orbital periods in excess of 200 years. We designate this category of planetary objects, of which Pluto is the prototype, as a new class that we call “plutons”.

Este punto también traerá su polémica: sustituyen el término "transneptuniano" por el de "plutón" (en minúscula). ¿Deberíamos llamar entonces a los cuerpos del Cinturón de Asteroides "cereses" o "ceresianos"?. Además, el periodo orbital de 200 años es totalmente arbitrario. No sé ni por qué se menciona.

(4) All non-planet objects orbiting the Sun shall be referred to collectively as “Small Solar System Bodies”.

Aquí estamos de acuerdo, así que deberemos llamar a los asteroides y cometas "Cuerpos Pequeños del Sistema Solar" (aunque prefiero el tradicional "cuerpos menores").

El problema surge con Caronte, el hasta ahora satélite de Plutón. ¿Por qué es un planeta?. Según la propuesta de la UAI:

For two or more objects comprising a multiple object system, the primary object is designated a planet if it independently satisfies the conditions above. A secondary object satisfying these conditions is also designated a planet if the system barycentre resides outside the primary. Secondary objects not satisfying these criteria are “satellites”. Under this definition, Pluto’s companion Charon is a planet, making Pluto-Charon a double planet.

Es el punto más polémico, aunque tiene su lógica, pero pese a que el baricentro del sistema Plutón-Caronte esté fuera de Plutón, muchos no vemos claro este punto. Más polémica a la vista. Si un satélite pequeño orbita un gran planeta a la suficiente distancia, su baricentro también estará fuera del cuerpo mayor, así que ¿debería ser un planeta?. En el pasado, es muy posible que Caronte estuviese más cerca de Plutón y el baricentro del sistema dentro de éste, por lo que en esa época no sería un planeta, pero ahora sí. Absurdo. ¿Y si el planeta tiene atmósfera?¿Deberá el baricentro estar fuera de ésta o no la tenemos en cuenta? Además, hay varios transneptunianos, o "plutones" que son mayores que Caronte, ¿por qué no son planetas entonces? Sinceramente no entiendo este punto: es una complicación innecesaria. En un sistema de varios cuerpos, se podían limitar a definir planeta como el objeto más masivo y ya está: lo demás son satélites.

Orión en infrarrojo

Preciosa toma del telescopio espacial Spitzer de la gran nebulosa de Orión. Sin comentarios:

El mensajero lejano de la humanidad

Sin duda, ese honor le corresponde a la sonda Voyager 1, que ya se ha alejado 100 Unidades Astronómicas, unos 15 mil millones de kilómetros. ¡Buen viaje!

¿Plutón será un planeta?

El gran debate de la astronomía planetaria de los últimos años, especialmente desde el descubrimiento del transneptuniano 2003 UB313, más grande que Plutón. La Unión Astronómica Internacional por fin se ha decidido a tomar cartas en el asunto y va a proponer una definición de planeta la semana que viene, aprovechando su XXVIª Asamblea General. Así que dentro de siete días tendremos un Sistema Solar con ocho planetas o con más de diez. Personalmente, prefiero la primera opción, pero los rumores apuntan que ganará la última. Bueno, no importa, mientras se llegue a una decisión.













Por cierto, ya es hora que le pongan un nombre como Dios manda a 2003UB313, pero por favor, ¡que no sea Xena!. En ese caso, organizaré un grupo de resistencia que se opondrá con uñas, dientes y spam a tamaña aberración.

El primer vuelo del Ares I

Bueno, en realidad serán los primeros vuelos de prueba. El primero, con el vehículo Ares I-1, se llamará ADFT-0 (Ascent Development Test Flight) y no tendrá lugar antes de 2008 (conociendo a la NASA, seguro que varios meses mas tarde). Un segundo vuelo similar, ADFT-1 (Ares I-2), se efectuará seis meses después. Como su nombre indica, servirá para estudiar el comportamiento del Ares I durante el lanzamiento y ganar experiencia en su montaje, ensamblaje y transporte hasta la rampa de despegue. La primera etapa será un SRB de cuatro segmentos del transbordador ligeramente modificado, en vez del SRB de cinco segmentos que llevará el Ares I de serie y que tantos dolores de cabeza está dando a los ingenieros. En este vuelo, se incorporará un quinto segmento inactivo que simulará la masa y densidad del segmento real. La segunda etapa tampoco será real, sino que imitará el comportamiento de la misma. Con tantas limitaciones, hay muchos expertos que dudan de la utilidad de este vuelo.

Lo cierto es que el Ares I está resultando una pesadilla para los diseñadores. Por un lado, la diferencia de masa y densidad entre las dos etapas hace que la segunda fase, menos densa, se comporte como una vela que arrastra al cohete durante el despegue, haciendo necesaria la inclusión de un mecanismo de control a base de pequeños cohetes (RCS) muy complicado. Por otro lado, como ya hemos comentado, los ingenieros de Thiokol ven más y más complicaciones en el desarrollo del SRB de cinco segmentos. Lo cierto es que este cohete, conocido popularmente como the stick ("el palo") por su forma alargada, no es quizás el más idóneo para lanzar al CEV, pudiéndose utilizar otros vehículos como el Atlas 5 o el Delta 4. Sin embargo, no olvidemos que este diseño se basa fundamentalmente en un compromiso político para mantener contratados a las mismas empresas y sus empleados que trabajan en el transbordador, por lo que la NASA debe usar componentes de éste, como son los SRB y el ET, en sus nuevos vectores.

Tuesday, August 15, 2006

Incendios en Galicia

La semana pasada pude comprobar de primera mano la ola de incendios que está devastando Galicia. No voy a comentar nada el respecto, que para eso ya hay miles de páginas con opiniones de personas mejor informadas que yo, pero sí voy a aportar un par de fotos que tomé el pasado 7 de agosto desde Moaña, en frente de Vigo.































Desde el espacio, el satélite Envisat de la ESA ha seguido los incendios. Como muestra estas imágenes tomadas el 6 y el 11 de agosto, respectivamente:




















Sunday, August 13, 2006

Chandra confirma la constante de Hubble

Los datos del telescopio espacial de rayos X Chandra han permitido confirmar el valor de la Constante de Hubble, que mide el ritmo de expansión del universo. Este parámetro es de vital importancia en cosmología porque nos revela la edad del universo y el valor de su expansión. El telescopio espacial Hubble la había estimado en 2001 como 72±8 (km/s)/Mpc. Por medios independientes, el satélite WMAP la calculó en 71±4 (km/s)/Mpc en 2003 y como 70±2,4 (km/s)/Mpc según resultados publicados este año, lo que nos da una edad para el Universo de unos 14 mil millones de años. Ahora, por medios también independientes, Chandra ha medido esta constante en 77 (km/s)/Mpc. De este modo, los cosmólogos cuentan con un tercer método para estimar esta importantísima constante, aunque los valores del WMAP siguen siendo los más precisos.

Thursday, August 10, 2006

La extraña historia del Klíper

En febrero de 2004 la todopoderosa empresa rusa Energía, fabricante de las naves Soyuz y Progress, así como de varios módulos de la ISS, anunciaba al mundo su nuevo vehículo espacial tripulado de nueva generación que debía sustituir a la venerable Soyuz: el Klíper. El anuncio tenía lugar al mismo tiempo que en los EE.UU. se planteaba la retirada del transbordador y su sustitución por una cápsula, el CEV. En un principio, el Klíper debía ser también una cápsula de grandes proporciones y con capacidad para seis astronautas, además de poder realizar posibles viajes a la Luna, al igual que el CEV. Parecía que el Klíper iba a correr la misma suerte que los miles de proyectos aeroespaciales rusos propuestos antes que él, es decir, el olvido. Sin embargo, el gobierno ruso, así como la ESA y la Agencia Espacial Japonesa JAXA mostraron un moderado interés, sin duda debido al nuevo clima en la comunidad espacial tras el accidente del Columbia en el 2003, lo que ocasionó que el proyecto se tornase aún más ambicioso: de una pequeña cápsula se pasó a un pequeño transbordador parcialmente reutilizable, con el consiguiente aumento en el coste. Desde fuera de Rusia, el escepticismo inicial dejó paso al entusiasmo ante el nuevo vehículo que parecía contar con la bendición del gobierno ruso y de muchos expertos. Sin embargo, el proyecto tenía varias sombras: la principal era que debido a su masa excesiva, el Klíper no podría ser lanzado con el tradicional cohete Soyuz, sino con un nuevo vector aún no construido, lo que implicaba que la construcción del Klíper llevaría asociada el diseño de un nuevo cohete, aumentando aún más los costes del proyecto. En 2006, presionada por este factor, la empresa Energía decidió utilizar el cohete Soyuz existente o bien uno con ligeras modificaciones (Soyuz 2-3). Pese a todo, el Klíper seguía siendo demasiado masivo, lo que impedía que pudiese acoplarse con la ISS. Energía decidió entonces incluir una nueva nave, llamada Parom, que serviría para remolcar al Klíper en órbita hasta la ISS. Aunque el Parom sería reutilizable para varias misiones, su inclusión suponía añadir un elemento de complejidad adicional en el proyecto, además de contribuir al incremento del presupuesto, naturalmente. A finales de 2005 el proyecto sufrió un importante revés: la ESA se negaba a financiar un estudio para una posible participación en el proyecto, ya que, con razón, muchos miembros de la agencia europea consideraban que se trataba de una aventura puramente rusa en la que la colaboración europea sería meramente económica. Por si fuera poco, los contactos con los japoneses también resultaron infructuosos. En su momento, los expertos no dieron mucha importancia a este revés, ya que consideraban que el Klíper contaba con la total confianza del gobierno ruso: se equivocaban. Rusia buscaba desesperadamente una colaboración extranjera en un proyecto cuyos costes se habían disparado y que amenazaba, de aprobarse, con engullir el escaso presupuesto espacial de la Federación Rusa. Algo a lo que no se prestó atención en su momento fue el hecho que los europeos y japoneses no veían clara una participación mientras no se garantizase que el nuevo vehículo podía servir para llevar a cabo misiones a la Luna sin ninguna modificación, algo que no se aseguraba claramente por parte rusa. En enero de 2006, la agencia espacial rusa Roskosmos anunciaba un concurso público para diseñar el sustituto del Soyuz. Junto con el Klíper de Energía, participarían las otras dos grandes empresas aeroespaciales rusas: Khrunischev, con su propuesta de un derivado de la antigua nave TKS, y Molniya con su variante del MAKS. El plazo de decisión se prolongaría hasta el verano de 2006. Fuera de Rusia todo el mundo pensaba que el resultado de este concurso ya estaba decidido de antemano, como tantos otros concursos públicos rusos, y que el ganador sería sin ninguna duda la poderosa Energía y su Klíper. Pese a todo, Energía modificó ligeramente el diseño en abril de 2006 para ajustarse a las normas del concurso, aligerando la nave y asegurando su capacidad lunar. En junio de 2006, la ESA concretó su hasta entonces difuso proyecto de programa lunar llamado ACTS (Advanced Crew Transportation System). Según este informe, la prioridad de la exploración tripulada europea debía ser el regreso a la Luna, al igual que en programa espacial americano. Para ello, la nave principal de este proyecto debía ser una cápsula, debido a su sencillez en el diseño y sus bajos costes. La ESA invitó a Rusia a colaborar en dicho proyecto, por lo que mucha gente pensó que se trataba de una sugerencia de participación velada en el Klíper, pero la realidad era otra: si Rusia quería colaborar, debía hacerlo en el marco mucho más amplio del ACTS, no sólo construyendo una nueva nave espacial. Además, muchos expertos europeos seguían considerando que el Klíper era demasiado complejo y costoso para el ACTS, así que debía ser modificado radicalmente si quería buscarse un lugar en el programa. El 19 de julio de este año estallaba la noticia: Roskosmos anunciaba que el concurso para el nuevo vehículo quedaba desierto, pues ninguna de las tres propuestas se ajustaban a los requerimientos federales. Al poco, la agencia rusa anunciaba que colaboraría con la ESA en el marco del ACTS y volcaría sus esfuerzos en diseñar una nave lunar basada en la Soyuz (que fue diseñada originalmente con este fin). ¿Qué había pasado? Está claro que el Klíper ha fracasado por ser un proyecto casi en exclusiva de Energía, sin tener en consideración las necesidades reales de Rusia o las de posibles colaboradores extranjeros. En los 70 y 80, Energía fue la beneficiaria principal de los proyectos Salyut, Mir y Energía-Burán. En los 90, con la caída de la URSS y su conversión en empresa privada, se convirtió en la verdadera agencia espacial rusa en la sombra, especialmente en lo referente al programa tripulado, sólo compartiendo algo de poder con los militares. El Klíper era la apuesta de la empresa para mantenerse asegurada una alta financiación estatal en la segunda década del siglo XXI, tras la construcción y mantenimiento de la ISS estos últimos años. La decisión de Roskosmos es fruto también de la relativa fortaleza actual del gobierno ruso y su economía, demostrando que ni siquiera Energía puede imponer sus decisiones al gobierno federal. Sin embargo sería un error suponer que esta empresa sale derrotada en toda esta aventura. Si la colaboración con Europa sigue adelante, le tocará el papel de diseñar la nueva nave derivada de la Soyuz, así como otros equipamientos necesarios. Por otro lado, habrá que ver el grado de aceptación del proyecto ACTS en el marco de la ESA y la colaboración con Rusia. A nadie se le escapa que esto significaría un giro radical en la política espacial tripulada europea: hasta ahora, el socio principal siempre habían sido los EE.UU., pero el ACTS se basa precisamente en una masiva cooperación con Rusia, algo que muchos estados miembros de la agencia europea no ven con buenos ojos, por no hablar de la enorme inversión económica necesaria para hacer de este proyecto una realidad.

Niña desaparecida

Sara Morales Hernández desapareció el pasado día 30 de julio en Las Palmas de Gran Canaria. Desde aquí pedimos la colaboración de todos aquellos que puedan aportar alguna información.


































Para colaborar u obtener más información, dirigirse a este blog:
www.buscamosasara.blogspot.com




Traje espacial marciano

La organización North Dakota Space Grant Consortium está trabajando en un diseño de traje espacial marciano. Los desafíos de este diseño son grandes, pues aunque la gravedad de Marte es aproximadamente un tercio de la terrestre, es muy superior a la lunar, que es sólo un sexto de la de la Tierra. Esto significa que un traje lunar tipo Apolo en Marte tendría una autonomía inferior a las seis horas, quizás de sólo dos o tres horas, debido al peso extra. Como curiosidad, los expertos creen que el futuro traje marciano debería ser azul en vez del blanco tradicional, ya que así sería más fácil distinguirlo en el rojo paisaje marciano.

Enfado con Google Earth

Pues sí. Hace unas semanas que estoy enfadado con Google Earth, ya que han actualizado las imágenes aéreas correspondientes a Canarias, pero usando fotos más antiguas (!) y encima censuradas, pues no aparecen las bases militares de Gran Canaria. Como bien dicen en Google Earth Blog:

The Canary Islands- The update to these islands seems to have been a bit of a disaster. Apparently a local aerial photography company called Grafcan managed to get a contract with Google to supply Canary Island photography. The data they supplied was reportedly taken in 2002 (yet the Digital Globe photography it replaced was newer). The aerial photo coverage of the islands is certainly better with the new Grafcan data. But, according to local environmentalists the government is trying to hide recent developments with the older photos. Not only that, but Grafcan's images have been censored (a military base is blanked out). These issues have been covered quite well at OgleEarth here and here

Según parece, la empresa pública GRAFCAN ha suministrado a Google imágenes del año 2002, mientras que las que estaban disponibles hasta hace poco eran del 2005. Hay quien dice (mirar los enlaces de arriba) que se trata de una operación para "ocultar" las numerosas fechorías urbanísticas de los últimos años. Carezco de datos al respecto, pero me temo que se trata más bien de pura y simple incompetencia, algo tan común en la administración pública de estas latitudes. Esperemos que se subsane pronto, algo que espero que suceda por iniciativa de Google, porque no creo que la clase política canaria mueva un dedo.

Ya que estamos, no estaría mal ir viendo la competencia de Google Earth y Google Maps que ha sacado Microsoft: Windows Live Local. Por ahora es Beta, pero si vemos algunas ciudades, como es el caso de Nueva York, promete mucho, especialmente la aplicación "a vista de pájaro", con la que podemos ver fotos aéreas oblicuas de las diversas zonas. Por el momento funciona muy bien en España si lo usamos como mapa de carreteras, pues las fotos aéreas y de satélite son todavía de baja resolución.

Tuesday, August 1, 2006

CEV: el lío de los nombres

Ya que hablamos del CEV, debemos resaltar el tremendo lío que ha montado la NASA con la nomenclatura de los nuevos vehículos. Como ya comentábamos, parece que el CEV recibirá el nombre de Orión, pero todavía no está claro si dicho nombre se referirá a la nave espacial solamente, a todo el proyecto de retorno a la Luna o a ambos. Para añadir confusión, un nuevo nombre: Artemis (Artemisa), referido al futuro módulo lunar LSAM. Artemisa (Diana para los romanos) era la diosa griega de la caza y la naturaleza salvaje y se le identificaba con la Luna. Ahora que lo pienso, no sé si en la NASA habrán caído en la cuenta que, en la mitología, Artemisa mató a Orión mandándole un escorpión gigante. Esperemos que no sea una premonición.

Lo único que está claro a estas alturas es el nombre general del proyecto para diseñar el CEV y los nuevos vehículos, que sigue llamándose Proyecto Constellation, así como el nombre de los cohetes: Ares.

AORP: el transbordador aterriza solo

Hasta ahora y según los planes de la NASA, si el transbordador sufría algún daño durante el despegue como le sucedió al Columbia, la tripulación debía acoplarse a la ISS y esperar otra lanzadera de rescate, mientras la nave dañada sería deorbitada y destruida sobre algún océano, al no ser capaz de aterrizar de forma automática. Sin embargo, ahora parece que a partir de la próxima misión, la STS-121, la tripulación podrá conectar en caso de emergencia una "caja mágica" llamada AORP que sustituiría a la tripulación en las únicas tres acciones que el transbordador no puede realizar automáticamente: bajar el tren de aterrizaje, desplegar las sondas de medida metereológica y el paracaídas de frenado. AORP será más bien un sistema de control remoto que una automatización total, a diferencia del transbordador soviético Burán, el cual viajó al espacio y aterrizó en 1988 sin tripulación y de forma totalmente automática.

Cambios al Ares/CEV

La NASA está considerando cambios importantes al cohete Ares I (antes conocido como CLV) que deberá lanzar al CEV. Según el plan actual, el Ares I tendría como primera etapa cinco segmentos de combustible sólido muy similares a los SRB del transbordador (aunque éstos sólo tienen cuatro segmentos). Como segunda etapa usaría hidrógeno y oxígeno líquidos y el motor J-2X. Sin embargo, el desarrollo de la primera etapa con cinco segmentos está dando bastantes quebraderos de cabeza a los ingenieros, así que si las dificultades y los costos asociados siguen incrementándose, la NASA está estudiando una configuración totalmente distinta, con dos pequeños SRB de tres segmentos a cada lado del tanque de combustible líquido que usaría dos motores J-2X, los cuales se encenderían una vez el cohete estuviese en el aire. Encima del tanque iría el CEV. Esta nueva configuración tendría un aire más parecido al transbordador actual y sería casi una copia en miniatura del futuro cohete pesado Ares V (antes CaLV). Las ventajas de este nuevo diseño son que el tanque externo sería muy parecido al ET actual del transbordador, los SRB serían más sencillos de fabricar, tendría más puntos en común con el Ares V, no serían necesarios grandes cambios a las estructuras de transporte de los cohetes (MLPs) y las modificaciones a las rampas de lanzamiento también serían mínimas. Todas estas ventajas sin duda permitirían ahorrar mucho tiempo y dinero si no se identifica ningún problema potencial. En su contra, según este nuevo diseño "rechoncho", cada cohete Ares I sería probablemente más caro que lo originalmente previsto. Aunque todavía no es más que un plan alternativo, quizás sea muy bien visto por los actuales fabricantes de componentes del transbordador, ya que se asegurarían así la continuidad de más puestos de trabajo, debido a las similitudes de este Ares I con el transbordador actual. Al final, este puede ser el factor decisivo.





























Además, la NASA ha modificado también las características básicas del CEV debido al sobrepeso de su diseño original en unas dos toneladas y media, lo que a su vez repercutirá en el diseño del Ares I. Para empezar, el módulo de servicio se ha reducido un 50%, aunque seguirá usando los tradicionales combustibles hipergólicos en vez de metano y el motor AJ10-118K del cohete Delta 2. Para ahorrar peso, el sistema de presurización del combustible a base del helio será el mismo para el motor principal y para los reactores de control (RCS). Además, también se reducirá el tamaño de los radiadores. A cambio, el sistema RCS podría quizás servir como motor de reserva, lo que permitiría usar el RCS como cohete de emergencia para abandonar la órbita lunar, una posibilidad que el CSM del Apolo no tenía. La reducción principal de peso vendrá dada por el cambio a una aleación de aluminio y litio para el fuselaje, en vez del aluminio tradicional. Esta aleación también es la que se va a emplear en la nueva generación de aviones comerciales. Por último, se reducirá el tamaño de los depósitos de agua y se aligerará la estructura de la torre de escape.

Pese a todo, el CEV podrá mantener cuatro astronautas durante dos semanas en vuelo autónomo (según lo previsto) o durante siete meses acoplado a la ISS (un mes más de lo planeado). El tamaño del módulo de mando se mantiene en los 5 metros de diámetro y el escudo térmico será de ablación y desechable. Aunque continua con la capacidad potencial para seis astronautas, en el caso de misiones a la ISS parece que las tripulaciones serán de sólo cuatro miembros, para poder acomodar así la carga necesaria, por lo que al final puede que la capacidad real del CEV se quede en cuatro personas, ya que el número de seis se introdujo por comparación con el transbordador más que por necesidades reales. Por otro lado, no hay noticias de una versión automática de carga.

Misión al Hubble

Tras el desastre del Columbia en el 2003, se decidió que sólo se lanzaría el transbordador en misiones a la ISS, ya que si se detectaba cualquier daño en el escudo térmico, la estación podría usarse como vehículo de emergencia hasta que llegase otro transbordador de rescate. La primera víctima de este nuevo esquema fue el telescopio espacial Hubble, ya que se encuentra en una órbita distinta de la ISS, por lo que la NASA decidió no mandar ninguna misión más de mantenimiento y dejar a este formidable instrumento irse degradando poco a poco. Ahora, presionados por la comunidad científica, parece que los planes para montar una misión de reparación del Hubble van tomando cuerpo, aunque los obstáculos a los que se enfrenta son formidables: al no poderse acoplar a la ISS, una posible misión de rescate, la STS-30x, se debería preparar en menos de dos semanas, un tiempo récord. Además, se supone que el año que viene se cerrará una de las dos rampas de lanzamiento del transbordador (la 39-B) para modificarla con vistas al Ares / CEV, lo que dejaría sólo una en servicio. Si al final se aprueba esta misión, volaría con el nombre de STS-125.

Por fin Stardust@Home está listo

Tras meses de retraso, por fin tenemos disponible el proyecto Stardust@Home, que pretende usar tu ordenador para buscar pequeñas partículas cometarias en las muestras traídas a la Tierra por la sonda Stardust. El proyecto se basa en el conocido Seti@Home de la Planetary Society. No se pierde nada por colaborar.