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Monday, August 31, 2009

Lanzamiento de un CZ-3B (Palapa-D)

Ayer lunes 31 de agosto a las 09:28 UTC fue lanzado un cohete Larga Marcha CZ-3B (LM-3B) desde la rampa LC-3 del centro de lanzamiento de Xīchāng con el satélite indonesio Palapa-D1 a bordo. Sin embargo, debido a un incorrecto funcionamiento de la tercera etapa criogénica, el satélite no pudo alcanzar la órbita prevista en un primer momento, aunque parece que al final sí que podrá llegar a su órbita definitiva. El Palapa-D1 es un satélite de comunicaciones geoestacionario de 4,1 toneladas construido por Thales Alenia Space según la plataforma Spacebus 4000B3. El Larga Marcha CZ-3B es el cohete chino más potente en servicio, con una capacidad de 11,2 toneladas en órbita baja (LEO) y 5,1 toneladas en órbita geoestacionaria. Ha sido el 12º lanzamiento de un CZ-3B y el segundo que resulta en fracaso desde 1996.


Palapa-D (Thales Alenia).

Historia

La serie de cohetes Larga Marcha (Cháng Zhēng 长征) nació en los años 60 como resultado del desarrollo de los primeros misiles balísticos chinos de largo alcance. La industria de cohetes de este país se benefició de la experiencia del Korolyov chino, Qián Xuésēn (钱学森), que había estudiado en los EEUU y fue uno de los fundadores del JPL. Tras su regreso a China, Qián pudo liderar el programa de misiles que surgió tras la firma de un acuerdo con la URSS en 1956. En 1960 el equipo liderado por Qián lanzaría el primer misil R-2 soviético fabricado en China.

La familia CZ-3 efectuó su lanzamiento inaugural en enero de 1984. El CZ-3 no era más que un cohete CZ-2C equipado con una tercera etapa criogénica (hidrógeno y oxígeno líquidos) diseñada por Xie Guanxuan de la CALT (China Academy of Launch Vehicle Technology) de Pekín. La primera y segunda etapas estaban construidas por el Instituto de Shanghai de Diseño Eléctrico y Mecánico (SIMED). Tras trece lanzamientos sería sustituido en 1994 por el CZ-3A, con una etapa criogénica mejorada y aún en servicio. El CZ-3A sería el cohete con el que China se abriría al mercado internacional de lanzamiento de satélites. El primer lanzamiento comercial se efectuaría en 1990 (AsiaSat-1). En 1996 debutó el CZ-3B, el más potente de la familia Larga Marcha, con una capacidad en órbita baja (LEO) de 11,2 toneladas y 5,1 toneladas en la órbita geoestacionaria (GEO). El CZ-3B hace uso de cuatro cohetes impulsores de combustible hipergólico acoplados a la primera etapa, en una configuración que recuerda al desaparecido Ariane 44L. Su primer lanzamiento, efectuado el 14 de febrero de 1996, terminó en tragedia al precipitarse el cohete sobre un pueblo en las cercanías del cosmódromo de Xīchāng, muriendo decenas de personas. Debido a este accidente, el desarrollo de varias versiones de este lanzador quedaron en suspenso. Entre estas versiones estaba el CZ-3C, un CZ-3B con dos cohetes impulsores en vez de cuatro introducido para llenar el hueco en la capacidad de carga que existía entre el CZ-3B y el CZ-3A. El CZ-3B, junto con los CZ-2E y CZ-2F (el lanzador de las naves tripuladas Shénzhōu), sigue siendo el cohete chino más potente en servicio hasta que haga su aparición el CZ-5 de nueva generación (20 t en LEO).






La familia Larga Marcha (CALT/Go Taikonauts!).

El cohete

El Larga Marcha CZ-3B (长征三号乙) es un cohete de tres etapas con una capacidad de 5,1 toneladas en misiones a la órbita geoestacionaria (GEO) o 11,2 t en una órbita baja (LEO) de 200 km y 28,5º. El cohete tiene una longitud de 54,838 metros y una masa de 426 t. La primera etapa, denominada L-180 (o CZ-3A-1), es similar a la empleada en el resto de cohetes Larga Marcha. Tiene una masa de 179 t y unas dimensiones de 23,27 m x 3,35 m. Hace uso de un motor YF21B (DaFY 6-2) de cuatro cámaras que quema tetróxido de nitrógeno y UDMH (una variante de la hidracina) con 2961,6 kN de empuje en total (740,4 kN cada cámara al nivel del mar) y unos 256 segundos de impulso específico (Isp). El motor YF-21B está compuesto por cuatro motores YF-20B. El control de vuelo de la primera etapa se consigue mediante el giro de los motores. La primera etapa se complementa con cuatro propulsores de combustible líquido LB-40 de 15,326 m x 2,25 m equipados cada uno con un motor YF-20B (DaFY 5-1) de 740,4 kN de empuje.


Motor YF-21 de un CZ-3A, similar al CZ-3B y CZ-3C (Xinhua).


Esquema de un motor YF-21B (CALT).


Cuatro motores YF-20B forman el YF-21B (capcomespace.net).


Un propulsor de combustible líquido de un CZ-3B.


La segunda etapa, L-35 (o CZ-2C/SD-2), tiene un tamaño de 9,943 m x 3,35 m y emplea un motor YF-24B con un Isp de unos 292 s, dividido en un motor principal YF-22 (DaFY 20-1) de 742 kN y uno vernier con cuatro cámaras YF-23 (DaFY 21-1) de 11,8 kN cada una. El empuje total de la segunda etapa es de 789,1 kN.



Esquema del motor YF-24B (Xinhua/CALT).

La tercera etapa H-18 de 12,375 m x 3,0 m emplea hidrógeno y oxígeno líquidos con un motor YF-75 de dos cámaras con 78,5 kN cada una y un Isp de 413,2 s. El YF-75 es una mejora del primer motor criogénico chino, el YF-73 de cuatro cámaras de combustión.



Una tercera etapa criogénica H-18.


Esquema del motor YF-75 (CALT).

El CZ-3B se oferta con dos tipos de cofia.



Cofias disponibles para el CZ-3B (CALT).



CZ-3B (CALT).

Lanzamiento

El CZ-3C es lanzado desde el Centro Espacial de Xīchāng (XSLC 西昌卫星发射中心), también conocido como Base 27, en la provincia de Sìchuān. Se trata de uno de los tres centros de lanzamiento espacial en activo que tiene China junto con Jiǔquán (酒泉) y Tàiyuán (太原). Este centro de lanzamiento tiene la particularidad de encontrarse rodeado por montañas, algo no muy recomendable desde el punto de vista de la seguridad. El azimut de lanzamiento es de 97,5º. La carga útil llega por lo general a través del aeropuerto de Xīchāng.


Los tres cosmódromos chinos en activo: XSLC (Xichang), TSLC (Taiyuan) y JSLC (Jiuquan) (CALT).

El centro empezó a construirse en 1969 y hoy en día es el destino principal para las misiones comerciales con lanzadores chinos. En el Centro Técnico (TC) se encuentra el edificio (LB) para el procesado de los lanzadores, que se divide en el Transit Building 1 (BL1) y el Testing Building (BL2). Existen además otros edificios para el procesado de la carga útil.


Mapa de Xichang (CALT).


Edificios de montaje y procesado en Xichang (CALT).

El centro espacial tiene tres complejos de lanzamiento principales: Launch Complex 1 (LC-1), 2 (LC-2) y 3 (LC-3). El LC-1, más pequeño, está preparado para los CZ-3 y CZ-2C. El LC-2 está configurado para los CZ-2E, CZ-3A, CZ-3B y CZ-3C. En el LC-2 hay una torre de servicio móvil de 90,6 m de altura y equipada con dos grúas, así como una torre fija con umbilicales. El LC-3 era una antigua rampa de lanzamieno que fue completamente recosntruida en 2005. Actualmente se emplea para lanzamientos del CZ-3. El Centro de Control (Mission Command & Control Center, MCCC) se haya situado a 7 km al sureste del área de lanzamiento.


LC-3.



Las rampas LC-1 y LC-2 en Xichang (CALT/Google Earth).



La torre de servicio móvil y la torre de umbilicales en el LC-2 (CALT).



Colocación de la carga útil en el cohete en la torre de servicio (CALT).

Fases del lanzamiento:

T-0 s: lanzamiento.
T+10 s: maniobra de cabeceo.
T+127,211 s: apagado de los impulsores laterales. 53,944 km de altura. 2243 m/s.
T+128,711 s: separación de los impulsores. 55,360 km de altura. 2283 m/s.
T+144,680 s: apagado de la primera etapa. 70,955 km de altura. 2736 m/s.
T+146,180 s: separación de la primera etapa. 72,466 km de altura. 2740 m/s.
T+215,180 s: separación de la cofia. 131,512 km de altura. 3318 m/s.
T+325,450 s: apagado del motor principal de la 2ª etapa. 190,261 km de altura. 5148 m/s.
T+330,450 s: apagado del vernier de la segunda etapa.
T+331,450 s: separación de la segunda etapa y primera ignición de la tercera etapa. 192,509 km de altura. 5164 m/s.
T+615,677 s: primer apagado de la tercera etapa. 204,304 km de altura. 7358 m/s.
T+1258,424 s: segundo encendido de la tercera etapa. 200,100 km de altura. 7373 m/s.
T+1437,673 s: segundo apagado. 219,913 km de altura. 9792 m/s.
T+1457,673 s: finalización del ajuste de velocidad.
T+1537,673 s: separación de la carga útil. 304,579 km de altura. 9724 m/s.




Lanzamiento.

Referencias:

Phobos-Grunt en noviembre

En el reciente festival aéreo MAKS 2009, las autoridades rusas confirmaron el lanzamiento de la sonda marciana Phobos-Grunt el próximo noviembre. La nave irá acompañada por la primera sonda planetaria china, la Yinghuo-1 (萤火一号), de 115 kg. Recientemente, las autoridades chinas también han confirmado que el lanzamiento se llevará a cabo en noviembre. En todo caso, el próximo 20 de septiembre termina el plazo de las pruebas de integración de la sonda. Si dichas pruebas no finalizan antes de esa fecha, la misión deberá ser pospuesta a 2011. Recordemos que con la Phobos-Grunt y la Yinghuo-1 también viaja el experimento MetNet MPM, con participación española. Las sondas deberán despegar a bordo de un cohete Zenit-3F desde Baikonur.


Phobos-Grunt (IKI).

MRR: un rover mediano

Tras el éxito de los MERs (Mars Exploration Rovers) Spirit y Opportunity, la NASA comenzó el desarrollo de un vehículo mayor y más capaz que acabaría convirtiéndose en Curiosity (o Mars Science Laboratory, MSL). Pero Curiosity ha resultado ser -¡oh, sorpresa!- mucho más caro y complejo de lo esperado inicialmente, generando retrasos y sobrecostes de forma alarmante. Por este motivo, el lanzamiento del MSL ha sido recientemente pospuesto hasta 2011. El caso es que la NASA no sabe muy bien qué hacer con su programa de exploración de Marte tras el MSL y, aunque existen planes para unificar los programas marcianos de la ESA y la NASA, todavía no hay nada definido.

En este marco, hace poco se celebró la última reunión del MEPAG (Mars Exploration Analysis Group) para fijar el rumbo del programa marciano y definir nuevas estrategias. Una de las presentaciones más interesantes fue la propuesta de un rover de dimensiones medias, denominado MRR (Mid-Range Rover). Como su nombre indica, MRR tendría un tamaño intermedio entre el de Curiosity y el de los MERs y debería ser lanzado en 2018 (al igual que el rover europeo Exomars). La sonda costaría poco más de 1000 millones de dólares y además sería precursora de la planeada misión para el retorno de muestras marcianas. La misión de recogida de muestras tendría un coste superior a los 6 mil millones de dólares y protagonizaría el programa de exploración marciano en la década de 2020. Este septiembre se deberá tomar una decisión preliminar sobre si esta misión deberá ser prioritaria o no en el marco del Planetary Science Decadal Survey. Aunque la masa de los instrumentos científicos del MRR no sería muy superior a la de los MERs, se beneficiaría de la experiencia ganada en el diseño de los rovers anteriores y del uso de nuevas tecnologías para conseguir un retorno científico considerable. De todas formas, está por ver si la ciencia generada por MRR justifica su coste.


MRR (NASA).

Sunday, August 30, 2009

Adiós a la Luna y...¿al futuro?

El verano de 2009 pasará a la Historia como un punto de inflexión en la exploración tripulada del espacio, como el momento en el que la Humanidad renunció oficialmente a viajar más allá de la órbita baja de nuestro planeta. La eterna polémica entre partidarios de las sondas espaciales y las misiones tripuladas ha llegado finalmente a su fin. Debemos aceptar la realidad: el futuro es de las naves no tripuladas. El hombre no irá más allá de la Tierra en los próximos cincuenta años.

Al menos, esto es lo que se desprende de los resultados de la Comisión Augustine, que ofrecerá a la administración Obama en su informe final las recomendaciones sobre el futuro de la exploración tripulada del espacio. Según la Comisión, con el presupuesto actual de la NASA no es posible viajar a la Luna, ni a Marte, ni a ningún lugar del Sistema Solar, ni siquiera a los asteroides más cercanos. Esto es lo que hay, ni más, ni menos. Adiós al Programa Constellation, adiós al Ares V, adiós al módulo lunar Altair, adiós a las bases lunares, adiós a Marte. Lo único que la NASA puede hacer ahora es lo mismo que ha hecho desde 1972: continuar con misiones en órbita baja y rezar para que todo siga igual. Porque el programa tripulado estadounidense está más cerca de la desaparición que nunca y sólo la existencia de programas similares en otras naciones permitirán que la NASA siga mandando a sus astronautas al espacio.

Creo que uno de los momentos más deprimentes de mi vida adulta ha sido ver la comparecencia de Sally Ride -miembro de la Comisión- dando las malas noticias a un público ilusionado ante la perspectiva de una nueva era de exploración. "Lo siento, amigos. Nos quedamos en casa", parecía decir con tristeza la mirada de la ex astronauta. Como muchos nos temíamos, al final el Programa Constellation ha terminado como la malograda Space Exploration Initiative (SEI) de finales de los 80. Otro proyecto más a olvidar, simples sueños fantásticos propios de una especie de simios inteligentes con aires de grandeza.

A pocos se les escapa la ironía de la situación: en el mismo año que se celebra el 40º aniversario de la llegada del hombre a la Luna, la NASA decide darle la espalda al Sistema Solar de forma definitiva. La decepción es aún mayor si tenemos en cuenta la expectación que se había creado en las últimas semanas a raíz de las presentaciones ante el comité. Aunque estaba claro que el Programa Constellation no podía seguir adelante tal y como fue propuesto originalmente, parecía que la Comisión podría decantarse por estrategias más modestas -pero no por ello menos interesantes- consistentes en sobrevuelos de Marte y Venus o en la visita a asteroides cercanos. Pero no. La Comisión ha sido realista y ha comprobado que cualquier misión fuera de la órbita baja está simplemente más allá de la capacidad presupuestaria de la NASA.

Muchos dirán que no, que la puerta no está cerrada, que en el futuro las cosas pueden cambiar. Al fin y al cabo, la Comisión Augustine sólo influye en el programa espacial de los Estados Unidos, no en el del resto de naciones con programas tripulados. Quizás China, -o la India, o Rusia- o una unión de varias naciones, acaben por darnos una sorpresa. Y sin duda, esto es posible. La exploración tripulada del espacio es, ante todo, un compromiso político. Si la situación internacional cambia lo suficiente, las misiones interplanetarias podrían hacerse realidad.

Pero lo que no se puede es luchar contra los fríos cálculos matemáticos. A menos que en los próximos años tenga lugar una revolución en la tecnología astronáutica, cualquier misión espacial debe atenerse a los estrictos requisitos de la ingeniería. Y estos requisitos nos dicen que para volver a la Luna o viajar a Marte hace falta un lanzador de gran potencia (como el Saturno V, el Energía o el Ares V) que permita vencer el pozo gravitatorio de la Tierra. Y lo cierto es que la Comisión ha enterrado casi definitivamente la posibilidad de desarrollar un cohete de estas características en un futuro cercano. Si algún día los EEUU deciden cambiar de opinión y viajar más allá de la órbita baja, deberán desarrollar primero un lanzador de este tipo. Y esto es algo que no se consigue en un par de años, como la reciente y problemática historia de los cohetes Ares ha dejado patente. Si la administración Obama acepta las recomendaciones de la Comisión -algo más que probable-, en la próxima década no veremos un Ares V ni un Ares IV. En todo caso, no sería hasta 2030-2040 cuando los Estados Unidos podrían plantearse nuevamente el desarrollo de un cohete potente, lo que supondría que la vuelta a la Luna o el viaje a Marte no tendría lugar antes de 2050, como muy pronto.

Podríamos buscarle el lado positivo a esta tragedia y pensar que el desarrollo de sondas espaciales no tripuladas sufrirá un empuje adicional con los fondos liberados por el programa tripulado, pero, desgraciadamente, esto no va a suceder. Las misiones realmente ambiciosas para explorar el Sistema Solar, como la Jupiter Europa Orbiter u otras similares, llegarán a su objetivo dentro de quince años, como poco. Nunca antes había sido tan evidente la tremenda dificultad que conlleva la exploración del espacio y lo lejos que quedan los sueños de los pioneros, ahora poco menos que fantasías infantiles que jamás se harán realidad. Al menos, no durante nuestra vida.

Es difícil calibrar con objetividad los resultados de la Comisión y la profunda decepción que suponen para la mayor parte de entusiastas de la exploración espacial. Somos muchos los que crecimos pensando que el viaje a Marte estaba a la vuelta de la esquina. Primero nos decían que se llevaría a cabo en 2010, luego en 2020, para finalmente dejarlo de forma ambigua en el periodo 2030-2040. Pero lamentablemente, no va a ser así. No veremos un hombre en Marte -ni en la Luna- en 2030 ni en 2040. Lo que implica que cada vez es más probable que ningún miembro de mi generación -y quizás de la siguiente- sea testigo de este acontecimiento. Es hora de despertar a la realidad: viajar al espacio es costoso y complejo, mucho más de lo que nos imaginábamos hace unas décadas. Y en todo caso, ya podemos dar gracias de tener una estación espacial permanentemente habitada y vuelos espaciales rutinarios.

Por supuesto, la esperanza es lo último que se pierde. Quizás una misión internacional a nuestro satélite o a Marte esté a la vuelta de la esquina, esperando que la coyuntura económica y política sea la adecuada. Quizás. Pero es muy difícil no ser pesimista en estos tiempos que corren. La NASA ha tenido en sus manos una oportunidad para ir más allá de nuestro planeta que probablemente no se presente en muchísimo tiempo. Y la ha dejado escapar. Bienvenidos al futuro.


R.I.P.

La Evolución de la Crisis en Europa

Ya hace un año que oficialmente entramos en recesión, aunque la crisis resultaba evidente desde hacia tiempo. Y lo pero de todo es que los expertos auguran que todavía queda otro año mas. Recientemente se han publicado los datos del estado de la economía de la zona euro y desde luego no son nada alentadores. Veamos en unos gráficos el avance de la crisis a nivel europeo, centrándonos especialmente en España.



El Producto interior bruto (PIB) sigue en caída libre en el segundo trimestre del año. Aunque ciertos países como Francia y Alemania ya han salido de la recesión, si nos comparamos con el resto nuestra caída es menor (por si sirve de consuelo).



Pero si la comparación la realizamos con la evolución del PIB en los últimos 40 años, resulta que estamos en una autentica sima.






Las familias consumen cada vez menos. La intensa destrucción de empleo y el miedo a perder el puesto de trabajo son la principal causa del acusado descenso del consumo. La economía entera se resiente ya que depende en gran medida de este factor: no hay consumo, no hay producción, se pierden trabajos, se cierran empresas, … es una espiral.



El hecho anterior se refleja en las inversiones que las empresas realizan para mejorar o para ampliar su producción.



Y todos los factores van encadenados. La destrucción de empleo ha sido tremenda en el último año con un total de 1.369.000 puestos de trabajo.



JF

Dos películas

Hacía tiempo que no tenía ganas de ver una película en el cine. Ahora son dos las que me gustaría ver: Ágora y Avatar. Vale la pena ver los trailers:





Sólo espero que no me decepcionen demasiado...

Adiós a la Chandrayaan-1

La agencia espacial india (ISRO) ha comunicado el fin de operaciones de la sonda lunar Chandrayaan-1 tras perder el contacto con la nave el pasado 27 de agosto. Termina así una misión que comenzó el 22 de octubre del año pasado y que debía haberse prolongado durante dos años. El pasado mayo la sonda había perdido un sensor estelar y en julio había experimentado problemas con el control de la temperatura. Pese a todo, no está claro por qué el ISRO se ha rendido tan pronto y no ha intentado restablecer el control de la nave. En todo caso, Chandrayaan-1 -que ha sido la primera sonda lunar india y la tercera asiática tras la Kaguya japonesa y la Chang'e china- ha demostrado la capacidad de India para llevar a cabo misiones espaciales a otros mundos.

Saturday, August 29, 2009

¿Soyuz para la ESA?

Tras la retirada del transbordador espacial norteamericano el próximo año -o como muy tarde en 2011-, las naves rusas Soyuz se convertirán en la única forma de acceso a la ISS. La NASA ya ha firmado varios acuerdos con la agencia espacial rusa Roskosmos para transportar a sus tripulaciones a bordo de la Soyuz, pero ahora parece que la ESA también está estudiando seriamente la posibilidad de comprar naves rusas para llevar a sus astronautas hasta la estación a partir de 2013. El problema es que la empresa fabricante de las Soyuz, RKK Energía, debería pasar de construir cuatro naves al año a cinco, una cifra que aparentemente roza los límites técnicos de la empresa. En todo caso, si al final hay acuerdo se trataría de una buena noticia para el programa espacial tripulado ruso, que se aseguraría de esta forma otra fuente de financiación externa.

STS-128 Discovery

Hoy 29 de agosto a las 03:59 UTC ha despegado el transbordador Discovery (OV-103) desde la rampa 39A del Centro Espacial Kennedy en el marco de la misión STS-128 (17A). El objetivo de esta misión de 14 días es transportar siete toneladas de equipos y víveres a la Estación Espacial Internacional (ISS) a bordo del módulo presurizado MPLM (Multi-Purpose Logistics Module) Leonardo (FM1).

La tripulación está formada por el comandante Rick Sturckow, el piloto Kevin Ford, los especialistas de misión Patrick Forrester (MS-1), José Hernández (MS-2), John "Danny" Olivas (MS-3), Christer Fuglesang (ESA, MS-4) y Nicole Stott (MS-5). Stott se unirá a la Expedición 20 a bordo de la ISS, mientras que Timothy Kopra regresará en el Discovery como MS-5.


Tripulación. Sentados: comandante Rick Sturckow (derecha) y el piloto Kevin Ford. De pie, desde la izquierda: José Hernández, John "Danny" Olivas, Nicole Stott, Christer Fuglesang y Patrick Forrester (NASA).


Emblema de la misión (NASA).

El módulo Leonardo incluye varios armarios (racks) de equipo científico y víveres, así como un camarote para la tripulación (Crew Quarters, CQ) que será instalado en el módulo japonés Kibo, complementando a los dos ya instalados en el Harmony.


Interior y exterior de un camarote CQ (NASA).

El Discovery también transportará a la ISS el Node 3 Air Revitalization System Rack (N3 ARS), que incluye un sistema de eliminación del dióxido de carbono de la atmósfera de la estación (Carbon Dioxide Removal Assembly, CDRA), otro para la monitorización y eliminación de gases y sustancias nocivas (Trace Contaminant Control Subassembly, TCCS) y otro sistema para el análisis de los gases en la ISS (Major Constituent Analyzer, MCA). El N3 ARS será instalado temporalmente en el Kibo, para posteriormente ser trasladado al nodo Tranquility cuando éste sea acoplado con la ISS.


N3 ARS (NASA).


Módulo MPLM Leonardo (NASA).



Configuración de la carga útil de la STS-128 (NASA).

Plan de vuelo:
  • Día 1 (29 agosto 2009): lanzamiento. Apertura puertas de la bodega de carga. Despliegue antena banda Ku. Activación del brazo robot Canadarm.
  • Día 2 (30 agosto): inspección del escudo térmico (TPS) con el Shuttle Robotic Arm/Orbiter Boom Sensor System (OBSS). Extensión del anillo de acoplamiento. Comprobación de los trajes espaciales EMU.
  • Día 3 (31 agosto): acoplamiento con la ISS. "Pitch maneuver" para inspeccionar el escudo térmico desde la estación. Nicole Stott se une a la Expedición 20 y Kopra a la tripulación de la STS-128.
  • Día 4 (1 septiembre): instalación del módulo MPLM Leonardo en el nodo nadir del módulo Harmony. Activación del Leonardo e ingreso de la tripulación en su interior.
  • Día 5 (2 septiembre): EVA-1 de Danny Olivas y Nicole Stott para retirar tanques de amoniaco en el segmento P1 y varios experimentos en el exterior del módulo europeo Columbus. Traslado de la cinta de ejercicio COLBERT (Combined Operational Load Bearing External Resistance Treadmill) desde el Leonardo al interior de la ISS.

Primera pareja de "spacewalkers" (NASA).


COLBERT (NASA).
  • Día 6 (3 septiembre): traslado de racks desde el Leonardo a la ISS.
  • Día 7 (4 septiembre): EVA-2 de Danny Olivas y Christer Fuglesang para terminar el recambio de los tanques de amoniaco en el P1.

Segunda pareja de "spacewalkers" (NASA).
  • Día 8 (5 septiembre): día libre. Conferencias de prensa.
  • Día 9 (6 septiembre): EVA-3 de Danny Olivas y Christer Fuglesang para preparar el cableado de cara al acoplamiento del Nodo 3 (Tranquility), reemplazar giróscopos e instalar antenas GPS en el segmento S0.
  • Día 10 (7 septiembre): traslado de equipo del Leonardo.
  • Día 11 (8 septiembre): desactivación del Leonardo. Desacoplamiento e inserción del Leonardo en la bodega de carga del Discovery. Cierre de escotillas entre el Discovery y la ISS.
  • Día 12 (9 septiembre): separación del Discovery. Inspección del escudo térmico con el OBSS.
  • Día 13 (10 septiembre): preparaciones para la reentrada. Comprobación de los motores.
  • Día 14 (11 septiembre): reentrada y aterrizaje.



Lanzamiento (NASA).

Vídeo del lanzamiento:



Más información: