Observatorio es un proyecto con licencia Creative Commons, sin ánimo de lucro y sin publicidad, que pretende promover la divulgación científica en los campos de la astronomía y las ciencias del espacio. Un equipo de traductores voluntarios traducen cada día la Astronomy Picture of the Day (APOD) que la NASA ofrece desde 1995, y lo hacen además también hacia atrás, de manera que se ha conseguido ya tener casi un 55% del histórico traducido, unas 2800 fotografías, explicadas en castellano.
Se acaban de renovar la web, y se ofrece feed RSS, comentarios y código HTML para insertar en páginas web.
Tuesday, August 28, 2007
Observatorio.info
Una página dedicada a la astronomía: Observatorio.info. En sus propias palabras:
Sunday, August 26, 2007
Libro: El Espejismo de Dios
Por fin me he leído El Espejismo de Dios (The God Delusion) del prolífico Richard Dawkins. La verdad es que me ha gustado más de lo que pensaba. El libro es básicamente un panfleto de 400 páginas en favor del ateísmo, entendiendo por panfleto un escrito exagerado y sarcástico que defiende con pasión un determinado tema. El ritmo del libro es un tanto monótono, aunque ciertos párrafos despuntan con una brillantez tremenda y nos recuerdan al mejor Dawkins de El Gen egoísta. Otras partes son ciertamente hilarantes, o cuando menos muy curiosas, como es el caso del culto a John Frum. Lo que más me ha gustado es la franqueza de Dawkins con respecto a las repugnantes y despreciables teocracias de Oriente Medio, en contra de la tónica imperante de buen rollismo y permisividad frente a las atrocidades cometidas en nombre de la religión en esos países. Lo que menos me ha gustado es la presentación de la religión como fuente de todos los males: creo que la historia de nuestra especie demuestra la propensión que tenemos a matarnos los unos a otros sin muchas excusas. Los ejemplos elegidos tampoco son los mejores: el conflicto de Irlanda del Norte sin duda ha sido magnificado por su componente religiosa, pero ahí tenemos al País Vasco para demostrar que la religión no está detrás de todos los conflictos. De hecho, aunque el patriotismo irracional se presenta en el libro como un mal similar a la religión, este es un tema que no se aborda a fondo. Por otro lado, otros argumentos son bastante superfluos, como es el caso del dedicado al aborto, pues es perfectamente lógico ser ateo y estar en contra del aborto, o viceversa, podría existir una religión que considere que el aborto no es pecado (ahora mismo no se me ocurre ninguna, la verdad, pero eso no significa que no pudiera existir).
En definitiva, el deseo de Dawkins es comenzar un nuevo Movimiento Ilustrado que contrarreste el fanatismo religioso tan de moda en ciertas teocracias y en los propios EE.UU. De hecho su página personal está centrada en esta iniciativa.
Por lo demás se trata de un magnífico libro para ejercitar el pensamiento crítico, el mejor desde El Mundo y Sus Demonios (amén), aunque dudo que influya mucho en aquellas personas que son profundamente religiosas. Al fin y al cabo los panfletos los suelen leer los que no necesitan ser convertidos.
Como colofón no puedo evitar hablar de la traducción española (sí, me lo he leído en español, para que luego digan que sólo leo libros en inglés ;-). De entrada, me gustaría dejar claro que admiro y respeto a los traductores, profesión complicada donde las haya en la que es imposible satisfacer a todos. Por si fuera poco, hoy en día es todo un reto traducir un libro en condiciones teniendo en cuenta los contratos basura y los plazos imposibles que las editoriales imponen a los sufridos currantes. La traducción de este libro me ha parecido muy buena y se agradece el trabajo de la traductora por documentarse y aclarar determinadas referencias haciendo uso de numerosas citas a pie de página. El problema es que determinados términos científicos no se traducen correctamente, por ejemplo el ínclito palabro "billones" se repite por toda la obra. Aunque se aclara en una nota que un "billón" anglosajón son "mil millones", no entiendo por qué no se ha sustituido esta palabra por su equivalente correcto en castellano, en vez de confundir al lector. En la página 156 se nos habla de "fuerza intensa" (strong force), cuando en realidad se refiere a la interacción nuclear fuerte. En la página 388 se emplea el término quantum, cuando la palabra castellana correspondiente es "cuanto". En la página 390 se traduce el libro de David Deutsch The Fabric of Reality como "La Fábrica de la Realidad", pese a que fabric sería más bien "la trama"o "el tejido". En la página 149 se explica en una nota que el término de Zona Goldilocks para la Zona de Habitabilidad se origina en la planta que lleva dicho nombre, lo cual es incorrecto, pues en realidad se creó basándose en la historia de Ricitos de Oro (Goldilocks en inglés). El propio título del libro está mal traducido, ya que debería ser "El Engaño de Dios", aunque supongo que escogieron la palabra "espejismo" por motivos editoriales, al resultar menos contundente y "ofensiva".
Sé que la mayoría de lectores pueden considerar estos fallos como algo menor, pero a mí me molestan particularmente (serán cosas de la edad), pues se habrían podido evitar con un simple asesoramiento (o un par de consultas en la Wikipedia) y me impulsan a seguir comprando en Amazon.
Como resumen del libro, nada mejor que este vídeo del gran George Carlin:
En definitiva, el deseo de Dawkins es comenzar un nuevo Movimiento Ilustrado que contrarreste el fanatismo religioso tan de moda en ciertas teocracias y en los propios EE.UU. De hecho su página personal está centrada en esta iniciativa.
Por lo demás se trata de un magnífico libro para ejercitar el pensamiento crítico, el mejor desde El Mundo y Sus Demonios (amén), aunque dudo que influya mucho en aquellas personas que son profundamente religiosas. Al fin y al cabo los panfletos los suelen leer los que no necesitan ser convertidos.
Como colofón no puedo evitar hablar de la traducción española (sí, me lo he leído en español, para que luego digan que sólo leo libros en inglés ;-). De entrada, me gustaría dejar claro que admiro y respeto a los traductores, profesión complicada donde las haya en la que es imposible satisfacer a todos. Por si fuera poco, hoy en día es todo un reto traducir un libro en condiciones teniendo en cuenta los contratos basura y los plazos imposibles que las editoriales imponen a los sufridos currantes. La traducción de este libro me ha parecido muy buena y se agradece el trabajo de la traductora por documentarse y aclarar determinadas referencias haciendo uso de numerosas citas a pie de página. El problema es que determinados términos científicos no se traducen correctamente, por ejemplo el ínclito palabro "billones" se repite por toda la obra. Aunque se aclara en una nota que un "billón" anglosajón son "mil millones", no entiendo por qué no se ha sustituido esta palabra por su equivalente correcto en castellano, en vez de confundir al lector. En la página 156 se nos habla de "fuerza intensa" (strong force), cuando en realidad se refiere a la interacción nuclear fuerte. En la página 388 se emplea el término quantum, cuando la palabra castellana correspondiente es "cuanto". En la página 390 se traduce el libro de David Deutsch The Fabric of Reality como "La Fábrica de la Realidad", pese a que fabric sería más bien "la trama"o "el tejido". En la página 149 se explica en una nota que el término de Zona Goldilocks para la Zona de Habitabilidad se origina en la planta que lleva dicho nombre, lo cual es incorrecto, pues en realidad se creó basándose en la historia de Ricitos de Oro (Goldilocks en inglés). El propio título del libro está mal traducido, ya que debería ser "El Engaño de Dios", aunque supongo que escogieron la palabra "espejismo" por motivos editoriales, al resultar menos contundente y "ofensiva".
Sé que la mayoría de lectores pueden considerar estos fallos como algo menor, pero a mí me molestan particularmente (serán cosas de la edad), pues se habrían podido evitar con un simple asesoramiento (o un par de consultas en la Wikipedia) y me impulsan a seguir comprando en Amazon.
Como resumen del libro, nada mejor que este vídeo del gran George Carlin:
Spirit campeón
El rover Spirit superó el pasado mes de agosto los 1290 soles (días marcianos) de funcionamiento, adelantando al Viking 2. Aunque todavía le queda mucho para alcanzar al Viking 1 (2245 soles). Enhorabuena, pequeño.
Blog: Paleoglot
Paleoglot es un interesante blog creado por Allen Gordon sobre lenguas muertas, centrado especialmente en el proto-indoeuropeo. En él podemos encontrar joyitas como esta, la reconstrucción de la pronunciación del nombre de varias deidades egipcias:
O esta lista de vocabulario etrusco.
O esta lista de vocabulario etrusco.
Murió Alpher
El pasado 12 de agosto falleció Ralph Alpher, uno de los cosmólogos más influyentes del siglo XX. Será recordado especialmente por el famoso artículo Alfa-Beta -Gamma, llamado así por los nombres de sus autores, George Gamow y el propio Alpher. Hans Bethe fue añadido como autor para completar la broma, aunque no participó en su redacción. El artículo fue pionero a la hora de explicar la nucleosíntesis primordial de elementos tras el Big Bang.
Descanse en paz.
Descanse en paz.
Agujero en el Cosmos
La noticia astronómica de estos días es el descubrimiento de un "agujero" en una región del universo, con un radio de unos 500 millones de años luz (!) y situado a una distancia de 6 a 10 mil millones de años luz de la Tierra. Muchos se preguntarán qué tiene de especial esta noticia, pues tanto la teoría de formación de galaxias como las observaciones nos ofrecen la imagen de un universo lleno de agujeros rodeados por filamentos de materia (bariónica y oscura) cual espuma cósmica. La novedad radica en el tamaño monstruoso de la oquedad recién descubierta, que sobrepasa todo lo visto y previsto. El descubrimiento se ha llevado a cabo con los radiotelescopios del VLA, los cuales han detectado una densidad menor de galaxias en la dirección del agujero. Pero lo realmente sorprendente es que el equipo ha detectado una posible relación entre esta zona de baja densidad y el fondo cósmico de microondas, pues se puede observar una "zona fría" en dicho fondo cósmico en la misma dirección que el vacío recién detectado. De confirmarse, se trataría la primera correspondencia clara entre las anisotropías del fondo de microondas y una estructura real del universo, algo realmente increíble.
Es importante destacar que el descubrimiento es de naturaleza bidimensional, es decir, no se ha podido medir la estructura 3D de dicho agujero, ni siquiera se sabe si se trata de un "agujero" propiamente dicho, pues lo único que se ha detectado es una densidad de galaxias menor a la media en la dirección de la zona fría del fondo de microondas. Muchos se preguntarán cómo se puede saber que este vacío tampoco contiene materia oscura, pues se trata de algo imposible de comprobar mediante estas observaciones. La respuesta radica en que la zona fría del fondo cósmico se corresponde con una región de baja densidad de materia (bariónica y oscura), luego si existe una relación entre esta zona y la baja densidad detectada, se tratará también de una región con poca materia oscura.
En definitiva, un descubrimiento muy interesante para los cosmólogos, pues relaciona el fondo cósmico de microondas con las estructuras observadas, algo muy, pero que muy interesante.
Más info en el paper de los autores del descubrimiento.
Recreación del "agujero" cósmico. A la izqda. la "zona fría" detectada por el WMAP. A la dcha. las observaciones del VLA. La reconstrucción 3D del agujero que vemos en la imagen es hipotética.
Es importante destacar que el descubrimiento es de naturaleza bidimensional, es decir, no se ha podido medir la estructura 3D de dicho agujero, ni siquiera se sabe si se trata de un "agujero" propiamente dicho, pues lo único que se ha detectado es una densidad de galaxias menor a la media en la dirección de la zona fría del fondo de microondas. Muchos se preguntarán cómo se puede saber que este vacío tampoco contiene materia oscura, pues se trata de algo imposible de comprobar mediante estas observaciones. La respuesta radica en que la zona fría del fondo cósmico se corresponde con una región de baja densidad de materia (bariónica y oscura), luego si existe una relación entre esta zona y la baja densidad detectada, se tratará también de una región con poca materia oscura.
En definitiva, un descubrimiento muy interesante para los cosmólogos, pues relaciona el fondo cósmico de microondas con las estructuras observadas, algo muy, pero que muy interesante.
Más info en el paper de los autores del descubrimiento.
Recreación del "agujero" cósmico. A la izqda. la "zona fría" detectada por el WMAP. A la dcha. las observaciones del VLA. La reconstrucción 3D del agujero que vemos en la imagen es hipotética.
Wednesday, August 22, 2007
Cambios en el MIK
El edificio MIK 112 (o MIK RN) fue construido en los 60 para el montaje del cohete gigante N1. En los 70 y 80 fue usado para el proyecto Energía-Burán. En 2002 el techo del edifico se desplomó, destruyendo a la lanzadera Burán, algo que ya comentamos por aquí. Sin embargo, desde noviembre de 2006 las autoridades de Baikonur han decidido renovar el edificio, lo que podemos ver ahora en el Google Earth.
Antes de la reparación:
Después de la reparación:
Aquí lo podemos ver en Google Maps:
View Larger Map
¿Alguien sabe qué nuevos planes hay para este edificio?
Antes de la reparación:
Después de la reparación:
Aquí lo podemos ver en Google Maps:
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¿Alguien sabe qué nuevos planes hay para este edificio?
Google Sky
Ya se me están bajando todos la última versión del Google Earth (la 4.2), pues incluye una nueva funcionalidad demandada desde hace tiempo por los aficionados a la astronomía: Google Sky. Una vez instalado, nos aparecerá un nuevo icono en la barra de herramientas. Si lo seleccionamos, la Tierra desparecerá para dejar paso a una vista del cielo. La principal pega es que por ahora no tiene funcionalidad de planetario, es decir, no podemos ver cómo es el cielo en un determinado punto del planeta. Además la presentación gráfica, aunque funcional, es un tanto pobre. Si lo que buscamos es un buen planetario, ése es Stellarium. Lo que sí podremos encontrar en Google Sky (o Sky in Google Earth) es una gran cantidad de fotos, siendo especialmente destacables las imágenes en alta resolución del telescopio espacial Hubble. Además, al seleccionar Google Sky se nos abre toda una nueva serie de capas independientes de las de Google Earth, lo que deja lugar para futuras e imaginativas ampliaciones. Otra herramienta muy potente es la funcionalidad que nos permite ver los planetas y satélites en movimiento, parecida a la que podemos encontrar en el Starry Night.
Mejor veamos una explicación gráfica de la mano de Google Earth Blog:
Actualización: las imágenes astronómicas provienen del Digitized Sky Survey del Instituto del Telescopio Espacial (todo el cielo) y el Sloan Digital Sky Survey (25% del cielo pero con más resolución). Más info aquí.
Actualización 2: Google tiene una página dedicada a Google Sky. Aquí un vídeo sobre la aplicación presentado por la mismísima Sally Ride (ya está mayor, la mujer):
Mejor veamos una explicación gráfica de la mano de Google Earth Blog:
Actualización: las imágenes astronómicas provienen del Digitized Sky Survey del Instituto del Telescopio Espacial (todo el cielo) y el Sloan Digital Sky Survey (25% del cielo pero con más resolución). Más info aquí.
Actualización 2: Google tiene una página dedicada a Google Sky. Aquí un vídeo sobre la aplicación presentado por la mismísima Sally Ride (ya está mayor, la mujer):
Libro: Empires of the Word
Empires of the Word: A Language History of the World (Nicholas Ostler, 2005) me ha dejado con un regusto contradictorio. Tenemos por un lado una gran obra que intenta resumir en poco más de quinientas páginas cómo se han extendido por el mundo los principales idiomas hablados en la actualidad, tarea hercúlea donde las haya que sólo por su ambición merece ser elogiada. De hecho, nunca antes había leído un libro que intentase ofrecer una visión global de la historia de la difusión lingüística, ya que la mayoría de obras se nos hablan de la historia de la escritura o de la evolución de un determinado idioma o familia de lenguas, pero nunca se atreven a ir más allá. Por otro lado, está claro que en el tratamiento de un tema tan denso y complejo es imprescindible llegar a ciertos compromisos si no queremos que el libro se nos vaya de las manos. Algunos de esos compromisos son justificables: Ostler apenas hace mención a la historia de la escritura, aunque es el eje principal del libro, lo cual se puede entender, pues ya existen miles de obras en el mercado dedicadas a tal fin. Tampoco se pueden reprochar al autor los escasos detalles lingüísticos que aparecen sobre cada idioma, ya que está claro que el objetivo de la obra es presentar una visión de conjunto y no pretende ser una enciclopedia de las lenguas del mundo. Dada la nacionalidad del autor, también se entiende que el libro se explaye en el tratamiento dado al idioma inglés.
Otros puntos característicos de la obra no son tan justificables y son los causantes de que no me haya satisfecho del todo. Primero, la subjetividad del autor se hace a veces insoportable. Es normal que todos tengamos prejuicios, pero al elaborar una obra de estas características lo menos que se puede pedir es cierto distanciamiento "profesional". Efectivamente y por motivos que se me escapan, Ostler parece sentir un cariño especial por el portugués, el holandés, el sánscrito, el chino o (naturalmente) el inglés, frente al tratamiento un tanto despreciativo, cuando no abiertamente hostil, del árabe, el ruso, el español o el francés.
Esto es especialmente llamativo si comparamos los capítulos dedicados a la expansión del español y del inglés en América. Ostler no se puede resistir a la tradicional representación anglosajona de la historia de la conquista del nuevo mundo en la que los conquistadores españoles son unos diablos asesinos y genocidas que se dedican a exterminar bucólicos imperios indígenas a diestro y siniestro. Nada que objetar si no fuera porque unas cuantas páginas más adelante se nos presenta la expansión del inglés por los EE.UU. como un proceso de lo más natural, como si los nativos americanos se hubiesen reunido un día y hubiesen decidido en asamblea que lo mejor era adoptar el idioma del hombre blanco y cederles todas sus tierras sin protestar. Ostler hace mención a las "Guerras Indias", término eufemístico, imperialista y racista donde los haya inventado por los blancos de EE.UU. para lavar sus conciencias. El término "guerra" implica la existencia de al menos dos bandos enfrentados en cierta igualdad de condiciones (igualdad real o imaginaria), algo que difícilmente podemos aplicar a los enfrentamientos entre el ejército americano y los nativos americanos durante el siglo XIX. Eso sí, los españoles son malos malísimos (¿por qué no se habla entonces de "Guerras Aztecas" o "Guerras Incas"?) y los rusos son aún peor, aunque la expansión hacia el este del imperio del zar guarda cierta similitud con la conquista del oeste americana, con la diferencia eso sí de que el Imperio Ruso no se dedicó a eliminar sistemáticamente todas las tribus indígenas de Siberia (otra cosa es que le hubiese gustado hacerlo).
Este tratamiento "light" de la expansión del inglés roza la desfachatez cuando el autor se dedica a alabar las políticas de respeto hacia las minorías indígenas de los EE.UU. y cómo ciertas tribus incluso han aumentado el número de hablantes gracias a la bondad de la raza WASP. Desgraciadamente para Ostler, las cifras reales de hablantes valen más que mil palabras: el navajo, lengua que el autor pone como ejemplo de las benignas políticas indígenas de los EE.UU., cuenta hoy en día con unos 180.000 hablantes, número que podemos comparar con los 1,7 millones de hablantes del nahuatl, los 800.000 del maya yucateco, los 7 millones del guaraní o los 10 millones del quechua. Y eso que los españoles eran unos genocidas con cuernos y rabo, que si no...
Por otro lado, en su afán por hacerse enemigos, el autor machaca a gusto la importancia actual del inglés americano frente al británico, opinión bastante injustificada que merece todo mi respeto, aunque sea sólo por el valor de esgrimir un punto de vista que le puede enemistar con la mayoría de sus potenciales lectores.
Digresiones políticas al margen, otro punto que decepciona es la incapacidad del autor para sacar conclusiones. Es cierto que es un tema complejo, pero limitarse a decir tras quinientas páginas que "los idiomas más hablados son aquellos con más hablantes" es una perogrullada que ciertamente baja el nivel de la obra. Para ser justos, Ostler analiza con profusión los mecanismos de difusión lingüística, pero no se atreve o no quiere alcanzar una conclusión.
Podríamos resumir que los factores para la expansión de una lengua son los siguientes:
Naturalmente, en la mayoría de casos los idiomas más hablados del mundo se han extendido mediante una combinación de estrategias. El latín en Occidente llegó a hombros de las legiones, pero sin el prestigio cultural que esta lengua poseía y los siglos que duró el Imperio Romano hubiese sido imposible que todo el oeste de Europa renunciase a sus lenguas vernáculas en favor del latín. Sin embargo por lo general el aspecto clave es el número de hablantes de la lengua en expansión, ya que si éste es suficientemente grande no importa que entre en contacto con otras lenguas de mayor prestigio. Como ejemplos tenemos a los pueblos turcos, que pese a abrazar las culturas árabe y persa, jamás renunciaron a su idioma, gracias a que sus conquistas no eran debidas únicamente a la expansión de una élite militar, sino que iban acompañadas de colonizaciones y traslados de población en masa. A la inversa, si la cultura subyugada goza de un gran número de hablantes y mucho prestigio, puede llegar a ser impermeable a las invasiones militares, como es el caso de China bajo el dominio mongol o manchú: pese a las leyes promulgadas para defender la identidad cultural y lingüística de los conquistadores (que siempre fueron una minoría ante la inmensa población del imperio asiático), ambas dinastías acabaron asimiladas por la cultura china en pocas generaciones.
Sin embargo, hay casos en los que resulta difícil explicar por qué un idioma no ha desaparecido pese tenerlo todo en contra. Un ejemplo es el euskera: mientras el resto de lenguas de la península ibérica se desvanecían ante el empuje del latín, este idioma ha resistido todos los embates de la historia. Algunos equiparan esta resistencia a la de las lenguas celtas, también frente al latín, en las islas británicas. En ambos casos se trataba de zonas alejadas de las principales rutas comerciales del Imperio Romano, con un importante número de hablantes y ajenas en cierta medida a la cultura urbana de los romanos. Aún así es un caso que está lejos de ser explicado satisfactoriamente.
Por último, el libro nos ofrece una reflexión sobre el futuro de los idiomas globales. Siguiendo la tónica habitual de la obra, Ostler decide llevarle la contraria a todo el mundo y se abstiene de predecir un futuro tranquilo y dominante para la lengua inglesa. Todo lo contrario, pues esgrime, no sin razón, los numerosos casos en los que lenguas aparentemente sin rival han desaparecido de la faz de la Tierra, lo que nos debe hacer escépticos ante la noción del inglés como lengua universal para toda la eternidad. En este punto Ostler menciona de pasada el revolucionario papel de las nuevas tecnologías en la difusión de las lenguas, aunque no se atreve a asegurar si traen consigo un efecto positivo para los idiomas más hablados o, todo lo contrario, ayudará a la supervivencia de las lenguas minoritarias.
Otros puntos característicos de la obra no son tan justificables y son los causantes de que no me haya satisfecho del todo. Primero, la subjetividad del autor se hace a veces insoportable. Es normal que todos tengamos prejuicios, pero al elaborar una obra de estas características lo menos que se puede pedir es cierto distanciamiento "profesional". Efectivamente y por motivos que se me escapan, Ostler parece sentir un cariño especial por el portugués, el holandés, el sánscrito, el chino o (naturalmente) el inglés, frente al tratamiento un tanto despreciativo, cuando no abiertamente hostil, del árabe, el ruso, el español o el francés.
Esto es especialmente llamativo si comparamos los capítulos dedicados a la expansión del español y del inglés en América. Ostler no se puede resistir a la tradicional representación anglosajona de la historia de la conquista del nuevo mundo en la que los conquistadores españoles son unos diablos asesinos y genocidas que se dedican a exterminar bucólicos imperios indígenas a diestro y siniestro. Nada que objetar si no fuera porque unas cuantas páginas más adelante se nos presenta la expansión del inglés por los EE.UU. como un proceso de lo más natural, como si los nativos americanos se hubiesen reunido un día y hubiesen decidido en asamblea que lo mejor era adoptar el idioma del hombre blanco y cederles todas sus tierras sin protestar. Ostler hace mención a las "Guerras Indias", término eufemístico, imperialista y racista donde los haya inventado por los blancos de EE.UU. para lavar sus conciencias. El término "guerra" implica la existencia de al menos dos bandos enfrentados en cierta igualdad de condiciones (igualdad real o imaginaria), algo que difícilmente podemos aplicar a los enfrentamientos entre el ejército americano y los nativos americanos durante el siglo XIX. Eso sí, los españoles son malos malísimos (¿por qué no se habla entonces de "Guerras Aztecas" o "Guerras Incas"?) y los rusos son aún peor, aunque la expansión hacia el este del imperio del zar guarda cierta similitud con la conquista del oeste americana, con la diferencia eso sí de que el Imperio Ruso no se dedicó a eliminar sistemáticamente todas las tribus indígenas de Siberia (otra cosa es que le hubiese gustado hacerlo).
Este tratamiento "light" de la expansión del inglés roza la desfachatez cuando el autor se dedica a alabar las políticas de respeto hacia las minorías indígenas de los EE.UU. y cómo ciertas tribus incluso han aumentado el número de hablantes gracias a la bondad de la raza WASP. Desgraciadamente para Ostler, las cifras reales de hablantes valen más que mil palabras: el navajo, lengua que el autor pone como ejemplo de las benignas políticas indígenas de los EE.UU., cuenta hoy en día con unos 180.000 hablantes, número que podemos comparar con los 1,7 millones de hablantes del nahuatl, los 800.000 del maya yucateco, los 7 millones del guaraní o los 10 millones del quechua. Y eso que los españoles eran unos genocidas con cuernos y rabo, que si no...
Por otro lado, en su afán por hacerse enemigos, el autor machaca a gusto la importancia actual del inglés americano frente al británico, opinión bastante injustificada que merece todo mi respeto, aunque sea sólo por el valor de esgrimir un punto de vista que le puede enemistar con la mayoría de sus potenciales lectores.
Digresiones políticas al margen, otro punto que decepciona es la incapacidad del autor para sacar conclusiones. Es cierto que es un tema complejo, pero limitarse a decir tras quinientas páginas que "los idiomas más hablados son aquellos con más hablantes" es una perogrullada que ciertamente baja el nivel de la obra. Para ser justos, Ostler analiza con profusión los mecanismos de difusión lingüística, pero no se atreve o no quiere alcanzar una conclusión.
Podríamos resumir que los factores para la expansión de una lengua son los siguientes:
- Número de hablantes y emigrantes/colonos: factor decisivo y aparentemente obvio, pero que implica la existencia de un estado u organización que garantice a sus hablantes alimentos, estabilidad o, llegado el caso, medios para emigrar a otras tierras.
- Conquista militar: un factor popular que no vale de nada sin el anterior. Los diversos pueblos germánicos que se repartieron el Imperio Romano de Occidente fueron incapaces de imponer sus lenguas pese a conquistar su territorio. Naturalmente, en la actualidad los medios de destrucción modernos sí que pueden traer consigo la erradicación de una lengua por conquista militar. Un ejemplo es el exterminio de la mayoría de la población judía durante la II Guerra Mundial, que tuvo como consecuencia la práctica desaparición del yiddish en Europa. Otro ejemplo menos dramático es la casi total erradicación de las lenguas de los nativos americanos en los EE.UU.
- Prestigio cultural/religioso/tecnológico: el prestigio real o percibido de ciertas lenguas facilita sin duda su extensión o al menos su supervivencia, como fue el caso del sumerio en el segundo milenio a.C. o el francés en la Europa de los siglos XVIII y XIX. La religión también puede ser un factor decisivo, como es el caso del árabe, el latín medieval o, especialmente, el hebreo, lengua muerta que fue resucitada como idioma oficial del estado de Israel en los años 40.
- Existencia de otras lenguas "poderosas" en la zona: un idioma tendrá mucha más dificultades en extenderse por zonas donde ya se habla otra lengua franca o con prestigio. Un ejemplo es el fracaso de la expansión del latín en el Imperio Romano de Oriente, donde ya se usaban el griego, el arameo y el persa como lenguas de uso comercial, religioso y político.
- Tiempo de cohabitación: para que los hablantes de un idioma decidan de forma más o menos voluntaria renunciar a su idioma es necesario un cierto periodo de contacto entre la cultura "dominante" y la "subyugada". Un ejemplo es el español en América: hasta el siglo XIX el número de hablantes de esta lengua no llegó a ser mayoritario.
Naturalmente, en la mayoría de casos los idiomas más hablados del mundo se han extendido mediante una combinación de estrategias. El latín en Occidente llegó a hombros de las legiones, pero sin el prestigio cultural que esta lengua poseía y los siglos que duró el Imperio Romano hubiese sido imposible que todo el oeste de Europa renunciase a sus lenguas vernáculas en favor del latín. Sin embargo por lo general el aspecto clave es el número de hablantes de la lengua en expansión, ya que si éste es suficientemente grande no importa que entre en contacto con otras lenguas de mayor prestigio. Como ejemplos tenemos a los pueblos turcos, que pese a abrazar las culturas árabe y persa, jamás renunciaron a su idioma, gracias a que sus conquistas no eran debidas únicamente a la expansión de una élite militar, sino que iban acompañadas de colonizaciones y traslados de población en masa. A la inversa, si la cultura subyugada goza de un gran número de hablantes y mucho prestigio, puede llegar a ser impermeable a las invasiones militares, como es el caso de China bajo el dominio mongol o manchú: pese a las leyes promulgadas para defender la identidad cultural y lingüística de los conquistadores (que siempre fueron una minoría ante la inmensa población del imperio asiático), ambas dinastías acabaron asimiladas por la cultura china en pocas generaciones.
Sin embargo, hay casos en los que resulta difícil explicar por qué un idioma no ha desaparecido pese tenerlo todo en contra. Un ejemplo es el euskera: mientras el resto de lenguas de la península ibérica se desvanecían ante el empuje del latín, este idioma ha resistido todos los embates de la historia. Algunos equiparan esta resistencia a la de las lenguas celtas, también frente al latín, en las islas británicas. En ambos casos se trataba de zonas alejadas de las principales rutas comerciales del Imperio Romano, con un importante número de hablantes y ajenas en cierta medida a la cultura urbana de los romanos. Aún así es un caso que está lejos de ser explicado satisfactoriamente.
Por último, el libro nos ofrece una reflexión sobre el futuro de los idiomas globales. Siguiendo la tónica habitual de la obra, Ostler decide llevarle la contraria a todo el mundo y se abstiene de predecir un futuro tranquilo y dominante para la lengua inglesa. Todo lo contrario, pues esgrime, no sin razón, los numerosos casos en los que lenguas aparentemente sin rival han desaparecido de la faz de la Tierra, lo que nos debe hacer escépticos ante la noción del inglés como lengua universal para toda la eternidad. En este punto Ostler menciona de pasada el revolucionario papel de las nuevas tecnologías en la difusión de las lenguas, aunque no se atreve a asegurar si traen consigo un efecto positivo para los idiomas más hablados o, todo lo contrario, ayudará a la supervivencia de las lenguas minoritarias.
Tuesday, August 21, 2007
Bajas USA
Interesante documento del Congreso de los EE.UU. donde se listan las bajas de soldados americanos en diferentes escenarios bélicos.
De regreso
Pues ya he vuelto. No ha estado mal la misión STS-118. La ISS no ha experimentado grandes cambios en su apariencia externa tras esta misión del Endeavour, como podemos ver en esta imagen de los elementos añadidos (S5 y ESP-3):
Como no, aquí van unas cuantas fotos, que es lo que más importa tras cualquier viaje que se precie:
Como anécdotas de la misión, destacar los previsibles incidentes con las losetas térmicas dañadas y que tras 21 años la maestra-astronauta Barbara Morgan cumplió al fin el sueño de la fallecida Christa McAuliffe.
Ahora, si quieren una imagen realmente bonita como recuerdo, yo sin duda me quedo con esta:
Como no, aquí van unas cuantas fotos, que es lo que más importa tras cualquier viaje que se precie:
Como anécdotas de la misión, destacar los previsibles incidentes con las losetas térmicas dañadas y que tras 21 años la maestra-astronauta Barbara Morgan cumplió al fin el sueño de la fallecida Christa McAuliffe.
Ahora, si quieren una imagen realmente bonita como recuerdo, yo sin duda me quedo con esta:
Wednesday, August 8, 2007
Rumbo a la ISS
Parto a la ISS escondido en la bodega de carga del Endeavour, así que estaré unos días sin poder actualizar el blog.
Libro: Camuflaje
Camuflaje (2004) es una de las últimas creaciones del famoso Joe Haldeman. Sinceramente no logro comprender cómo este libro pudo ganar los premios Nebula 2005 y James Tiptree Jr 2004, pues es una novela bastante simple. Cierto es que en ocasiones se hace muy entretenida, pero el guión es sumamente flojo, una especie de pulp de los años 50 cruce de Starman con La Cosa. Lo mejor es el ritmo de la obra: si te descuidas, puede que te leas el libro de un tirón.
Lo peor es sin duda el final repentino y forzado.
Como no me gusta hacer críticas negativas, ahí va una positiva.
Lo peor es sin duda el final repentino y forzado.
Como no me gusta hacer críticas negativas, ahí va una positiva.
TrES-4
TrES-4 es el último exoplaneta descubierto por el Trans-Atlantic Exoplanet Survey mediante el método del tránsito y situado a unos 1400 años luz en la constelación de Hércules. Lo curioso de este Hot Jupiter es que se trata del planeta más grande y menos denso detectado hasta la fecha, aunque recordemos que sólo podemos calcular el volumen (y por lo tanto la densidad) de los planetas detectados por el método del tránsito. La mayoría de planetas han sido descubiertos por el método de la velocidad radial, que sólo nos ofrece información sobre la masa y órbita del objeto. Hasta ahora, el récord de baja densidad lo ostentaba HAT-P-1b. Otra particularidad de TrES-4 es su estrella, una gigante roja. Es decir, una estrella vieja que ha abandonado la tranquila juventud de la secuencia principal.
Más información en el paper del descubrimiento.
Más información en el paper del descubrimiento.
EVAs atadas para la Orión
Hace poco comentábamos que la nave Orión cada vez se parece más al Apolo. Ahora esta similitud aumenta un poquito más con la posible decisión de realizar actividades extravehiculares (EVAs) usando cables umbilicales para los trajes. La última vez que la NASA llevó a cabo una EVA de este tipo fue en febrero de 1974 durante la misión Skylab 4.
¿Pasado o el futuro? (Alan Bean durante la misión Skylab 3)
¿Pasado o el futuro? (Alan Bean durante la misión Skylab 3)
Evolución del Ares I
Sólo dos añitos de edad, pero el proyecto del Ares I (primero denominado CLV, el nuevo cohete de la NASA que llevará la nave Orión) ya ha pasado por varias fases de diseño. En www.nasaspaceflight.com podemos ver esta interesante secuencia:
ESAS significa Exploration Systems Architecture Study y se trata del estudio llevado a cabo en el verano de 2005 en respuesta a la VSE (Vision for Space Exploration) propuesta por la actual administración americana para sustituir al transbordador espacial tras el desastre del Columbia en 2003. La nave Orión y los cohetes Ares del Programa Constellation son la respuesta a la VSE.
ESAS significa Exploration Systems Architecture Study y se trata del estudio llevado a cabo en el verano de 2005 en respuesta a la VSE (Vision for Space Exploration) propuesta por la actual administración americana para sustituir al transbordador espacial tras el desastre del Columbia en 2003. La nave Orión y los cohetes Ares del Programa Constellation son la respuesta a la VSE.
Tuesday, August 7, 2007
Ciencia en la Luna
Se veía venir. Ya hemos comentado en este blog que la NASA está intentando justificar su propuesta de base lunar basándose en la astronomía, algo que no me parece una buena idea.
Ahora, la NASA ha preseleccionado varias propuestas de investigación astrofísica que podrían llevarse a cabo en esta futura base.
Ahora, la NASA ha preseleccionado varias propuestas de investigación astrofísica que podrían llevarse a cabo en esta futura base.
Libro: Essentials of Russian Grammar
Essentials of Russian Grammar (Nicholas Maltzoff, 1984) es la mejor gramática del idioma ruso que conozco. Las hay más extensas o más profundas, pero ninguna resume tanta información en un sólo volumen. Es posible que su diseño gráfico deje mucho que desear, pero hay que recordar que es una obra de los años 80. Imprescindible.
Libro: The Unfolding of Language
El lenguaje es quizás el invento más importante de la humanidad, sólo que nunca fue inventado. Así comienza The Unfolding of Language: An Evolutionary Tour of mankind's Greatest Invention (Guy Deutscher, 2005), probablemente la mejor introducción a la lingüística que haya leído jamás.
¿Cómo evolucionan los idiomas?. En esta obra, Deutscher da respuesta de forma magistral a esta cuestión. Desde tiempos remotos, todos los pensadores de renombre, políticos y escritores se han quejado del mal estado de su lengua materna, no importa que ésta fuera el latín de Cicerón o el español de Cervantes. Naturalmente esto no es más que un espejismo, pues desde el punto de vista lingüístico los idiomas no pueden permanecer constantes y siempre están cambiando, y no para peor, sino que simplemente evolucionan, a no ser que desaparezcan del mapa, claro está.
Deutscher procede primeramente a explicar las fuerzas "destructoras" causantes del cambio en las lenguas, ésas que los escritores y poetas de todos los tiempos han identificado como las culpables del estado de "degeneración" en el que se encuentra su amado idioma. Tras esta exposición, el autor pasa ilustrar cómo funcionan los mecanismos de las fuerzas constructivas, más sutiles y que suelen pasar desapercibidas para muchos expertos, pero no por ello son menos importantes. De hecho, son estas fuerzas las que originaron el sistema de declinaciones en latín o las distintas conjugaciones verbales del español.
Resumiendo, los mecanismos del cambio en cualquier idioma según Deutscher son los siguientes:
- Metáforas: el objetivo de cualquier idioma es obviamente la transmisión de información, pero los seres humanos no somos ordenadores, así que la precisión y la cantidad de información que se puede transmitir no son los únicos factores relevantes a la hora de comunicarse. La mayor parte de la información que intercambiamos cuando hablamos viene implícita en el contexto compartido por los interlocutores y no hace falta verbalizarla. Más importante es la carga emocional que ponemos en cada frase y un elemento fundamental a la hora de transmitir esta carga son las metáforas. Cuando decimos "el Sol se levanta por el Este" o "las ideas germinan", estamos empleando metáforas. El afán por aumentar nuestra expresividad también provoca que surjan expresiones reiterativas, como "persona humana" o "voy a bajar abajo". Estas son construcciones que hoy consideramos incorrectas, pero el origen de la palabra francesa "ajourd'hui" es precisamente una construcción reiterativa de este tipo (significa literalmente "en el día de este día").
- Erosión: una vez que un parte de la oración cumple una determinada función gramatical fija, ésta puede reducirse o fusionarse con otras palabras mediante cambios fonéticos siguiendo el principio del mínimo esfuerzo (el hablante siempre quiere ahorrar energía a la hora de expresar algo). De esta forma surgieron las declinaciones de las lenguas indoeuropeas, por mera asimilación de las posposiciones con las palabras que las precedían, o las conjugaciones verbales. El origen del francés "amaré" lo podemos resumir en la siguiente secuencia: amare habeo (latín) -> amar-ayo (romance) -> aimerai (francés actual) -> emre (¿futuro?).
- Analogía: una vez que se ha creado una nueva estructura gramatical, ésta se puede extender por analogía. Cuando oímos que alguien dice "pienso de que esta persona es buena",en realidad está simplemente extendiendo la construcción "de que + oración subordinada" a otro ámbito distinto del original. Con el tiempo, si esta novedad se hace popular, es posible que esta expresión sea la normal y "pienso que esta persona es buena" sea considerada una aberración lingüística.
La última parte del libro está dedicada al origen del lenguaje, una vez que el ser humano alcanzó la etapa que Deutscher denomina "yo Tarzán". Se trata quizás de la parte más especulativa del libro, pero el autor hace un buen trabajo al introducir los posibles mecanismos que guiaron la aparición de las complejas estructuras gramaticales de todos los idiomas actuales.
Hay un tema que a mí me parece crucial y que Deutscher trata de pasada en el epílogo: la aparente simplificación de las estructuras gramaticales en los idiomas actuales. Es este un tema tabú entre los lingüistas, quizás debido a que durante mucho tiempo se creía que las lenguas de las grandes civilizaciones (latín, griego, etc.) presentaban una gran complejidad morfológica frente a las simples lenguas de los indígenas de las regiones remotas del globo. Con el tiempo se comprobó que incluso los idiomas de las comunidades tecnológicamente más atrasadas, como los aborígenes australianos o los pigmeos, presentan una riqueza morfológica igual o superior a la del latín clásico. Por eso se suele decir que todos los idiomas son igual de "difíciles". De hecho, algunos afirman que existe una regla no escrita que nivela la complejidad lingüística relativa entre idiomas: lenguas con escasa complejidad gramatical presentan otras dificultades, bien sean fonéticas o de vocabulario. Sin embargo, creo que está lejos de demostrarse que todas las lenguas presentan la misma complejidad morfológica de forma objetiva. Es un hecho probado que las lenguas indoeuropeas han simplificado su morfología respecto al protoindoeuropeo (perdida total o parcial del sistema de declinaciones, simplificación de los modos verbales, etc.) y sin embargo ha pasado tiempo de sobra para que surjan nuevas estructuras. Este fenómeno también lo podemos encontrar en otras lenguas no indoeuropeas ampliamente extendidas, como es el árabe moderno o el mandarín. Deutscher sugiere de forma tentativa que esta simplificación de los idiomas modernos puede deberse al crecimiento casi exponencial de la población humana en los últimos siglos, algo con lo que estoy totalmente de acuerdo.
En definitiva, un libro esencial para introducirse en los misterios de ese gran no-invento en el que se basa toda nuestra civilización.
En Atenas, las metáforas van en camión.
Monday, August 6, 2007
Cohetes Bestiales
Los cohetes más grandes jamás construidos han sido el Saturno V, con una capacidad de 118 toneladas en órbita baja (LEO), el N1 (70 t en LEO) y el Energía (88t). Pero ha habido muchas otras propuestas de monstruos que podemos clasificar en dos grupos: las viables, basadas en tecnologías existentes y sólo limitadas por el presupuesto disponible, y las "idas de olla", auténticos desafíos, cuando no locuras, de la ingeniería moderna.
Cohetes Gigantes Viables:
Idas De Olla:
Y el ganador es...¡el UR-700M con sus 750t de carga útil en órbita baja!. A diferencia de los proyectos Ares X o Júpiter III, el UR-700M no fue propuesto por unos aficionados, sino por el mismísimo Vladimir Chelomey, es decir, se trataba de una propuesta seria para mandar una nave a Marte sin necesidad de múltiples lanzamientos. Ni que decir tiene, dicha propuesta no fue tomada muy en serio por las autoridades soviéticas.
Cohetes Gigantes Viables:
- UR-700 (capacidad máxima en órbita baja de 175 toneladas): propuesta de la oficina de Chelomey en los años 60 para mandar una nave a la Luna de forma directa (la LK-700). Estaba basado en la tecnología del UR-500 (Protón) y debía usar combustibles hipergólicos.
- UR-900 (240t): propuesta de Chelomey para suceder al UR-700.
- R-56: cohete propuesto por la oficina de Yangel competidor del N1 y el UR-700, aunque su capacidad era mucho menor (sólo 46t en LEO), versiones más potentes prometían alcanzar las 100t.
- Nova: toda una familia de cohetes americanos propuesta en los años 60 antes de que el diseño del Saturno V se concretase. Había propuestas para todos los gustos, pero en general el rango de carga útil oscilaba entre las 100t y las 200t en LEO.
- Saturno (100-500t): variantes del poderoso Saturno V para todos los gustos.
- RLA-150 (200t): predecesor del Energía.
- Vulkan (unas 100t): predecesor del Energía. También se propuso una variante del Energía con el mismo nombre con una capacidad de 200t.
- Shuttle C (77t): versión de carga del transbordador espacial.
- Ares V (130t): futuro cohete lunar de la NASA.
- Ares VII-X (190-260t): propuestas no oficiales para agrandar el futuro Ares V.
Idas De Olla:
- Júpiter III (200 a 700t): bestia mitológica de propuesta reciente que usa tecnología del transbordador.
- UR-700M (750t): propuesta de Chelomey en los años 60 para mandar una misión a Marte de forma directa (la nave MK-700).
- Sea Dragon (550t): propuesta de cohete de los años 60 con un diseño revolucionario.
- Boeing SPS SSTO (227 t): propuesta de los años 70 de la empresa Boeing para construir un cohete de una sola etapa capaz de poner en órbita los elementos de las estaciones de energía espaciales (SPS).
- Pegasus (unas 100t): o cómo usar un cohete para transportar pasajeros en los años 60.
- NERVA (unas 500t): éste era en realidad el acrónimo de un motor nuclear térmico, pero se propusieron muchos cohetes que podían utilizar estos potentes motores, entre ellos, uno que prometía mandar una nave a Marte de forma directa.
- ROMBUS (450t): revolucionario diseño de los años 70. A partir de este proyecto, se propusieron varios similares, como el Ithacus.
- Proyecto Ícaro, o cómo liarse a pepinazos nucleares con un asteroide.
- Paris VII (700t): propuesta no oficial absolutamente loca para agrandar el futuro cohete de la NASA, el Ares V.
Y el ganador es...¡el UR-700M con sus 750t de carga útil en órbita baja!. A diferencia de los proyectos Ares X o Júpiter III, el UR-700M no fue propuesto por unos aficionados, sino por el mismísimo Vladimir Chelomey, es decir, se trataba de una propuesta seria para mandar una nave a Marte sin necesidad de múltiples lanzamientos. Ni que decir tiene, dicha propuesta no fue tomada muy en serio por las autoridades soviéticas.
Sunday, August 5, 2007
Informe del Ares
Ya que estamos con el Orión, veamos el Ares Quarterly Report. Interesante. Me ha parecido curioso que el primer vuelo de prueba del Ares I incorporará un sistema de control de movimientos (RCS) formado por pequeños cohetes derivados del retirado ICBM Peacekeeper (MX).
Ares I-X: el vuelo de prueba deberá despegar en 2009 (antes denominado ADFT-0) desde la plataforma 39B.
Partes del Ares I.
Ares I-X: el vuelo de prueba deberá despegar en 2009 (antes denominado ADFT-0) desde la plataforma 39B.
Partes del Ares I.
Orión al agua
Se acabó el fingir que el Orión es una copia de los Apolo: al igual que éstos, la nueva nave de la NASA acabará su misión sobre la superficie del mar y no en tierra. Parece que se va a tomar esta decisión (previsible) en la nueva etapa de diseño del vehículo con el fin de ahorrar peso al eliminar los airbags asociados al aterrizaje. Hasta ahora, sólo se había contemplado la posibilidad de un amerizaje en caso de un aborto durante el lanzamiento.
La verdad es que me da pena: me hacía ilusión ver ese pedazo de cápsula aterrizando en Vandenberg como si fuera una Soyuz (sin los retrocohetes, claro).
Parece que ya no veremos esta imagen.
La verdad es que me da pena: me hacía ilusión ver ese pedazo de cápsula aterrizando en Vandenberg como si fuera una Soyuz (sin los retrocohetes, claro).
Parece que ya no veremos esta imagen.
Rusia y la Luna
Comentábamos el otro día como la agencia espacial rusa Roskosmos insistía ante el nuevo presidente de Energía que no habrá ninguna misión tripulada a la Luna antes de 2012. Sin embargo, ahora parece que una vez defenestrado Sevastyanov la agencia federal va concretando los futuros planes de misiones lunares. De entrada, Roskosmos va a presentar en breve al gobierno ruso sus propuestas sobre el rumbo del programa espacial tripulado ruso a partir de 2015. Según Alexey Krasnov, jefe de los programas tripulados de Roskosmos, la Luna formará parte de estas propuestas, lo que no es ninguna novedad, pues está claro que Rusia no se va a quedar con los brazos cruzados mientras que EE.UU. vuelve a la Luna. Krasnov también ha declarado que además de una nave tripulada de nueva generación (Klíper o Soyuz CSTS) hace falta desarrollar un módulo lunar. Vamos, algo bastante obvio, pero lo importante es que quien lo ha dicho es un representante de Roskosmos, así que eso significa que la agencia está pensando seriamente en planes de aterrizaje, no sólo de sobrevuelo lunar, que son los que se habían filtrado hasta la fecha. Naturalmente, ahora está por ver si el gobierno ruso se compromete a financiar un proyecto semejante. El futuro de la ISS depende de está decisión, pues cuando el transbordador se retire en 2010, la Soyuz se convertirá en la única nave que podrá llevar astronautas a la estación hasta que el Orión entre en servicio en 2014. Si los americanos van al final a la Luna (algo que está por ver) y Rusia también, la ISS debería ser abandonada, pues es imposible que Roskosmos pueda mantener un programa lunar y la ISS al mismo tiempo.
Phoenix ya vuela
Al fin ha despegado a lomos de un cohete Delta II (7925-9.5) la sonda Phoenix con destino a las regiones boreales marcianas, donde estudiará el permafrost y la posible existencia de compuestos orgánicos. El lanzamiento tuvo lugar a las 10:26 UTC del 4 de agosto desde la rampa LC-17A de Cabo Cañaveral.
Phoenix es la primera misión tipo Scout (misiones de bajo costo), con un precio de 284 millones de dólares. Ya hemos comentado en otra ocasión anterior la viabilidad de mandar una sonda fija en vez de un rover, pero sin duda todos esperamos que Phoenix tenga éxito. Recordemos que el nombre de Phoenix se debe a que su diseño es casi una copia de la Mars Surveyor 2001, misión cancelada tras el fracaso (eufemismo de porrazo) de su hermana Mars polar Lander. Dentro de 10 meses sabremos si tiene más fortuna que su predecesora.
Más info, aquí y aquí.
El cohete Delta II.
La nave lista para el despegue (680 kg, de los cuales 350 kg corresponden al aterrizador ).
Liftoff!!
Lugar del futuro aterrizaje: 68.4N 233.0E en coordenadas areocéntricas.
Instrumentación de Phoenix.
Logotipo de Phoenix.
Vídeo del lanzamiento:
Vídeo de la misión:
Vídeo del aterrizaje:
Otro vídeo sobre la misión:
Phoenix es la primera misión tipo Scout (misiones de bajo costo), con un precio de 284 millones de dólares. Ya hemos comentado en otra ocasión anterior la viabilidad de mandar una sonda fija en vez de un rover, pero sin duda todos esperamos que Phoenix tenga éxito. Recordemos que el nombre de Phoenix se debe a que su diseño es casi una copia de la Mars Surveyor 2001, misión cancelada tras el fracaso (eufemismo de porrazo) de su hermana Mars polar Lander. Dentro de 10 meses sabremos si tiene más fortuna que su predecesora.
Más info, aquí y aquí.
El cohete Delta II.
La nave lista para el despegue (680 kg, de los cuales 350 kg corresponden al aterrizador ).
Liftoff!!
Lugar del futuro aterrizaje: 68.4N 233.0E en coordenadas areocéntricas.
Instrumentación de Phoenix.
Logotipo de Phoenix.
Vídeo del lanzamiento:
Vídeo de la misión:
Vídeo del aterrizaje:
Otro vídeo sobre la misión:
Thursday, August 2, 2007
Space Race
Space Race es una serie de la BBC sobre el origen de la carrera espacial que podemos englobar en el subgénero del docu-drama. Por un lado, su estructura es la de un documental clásico, con una voz en off que nos va narrando los acontecimientos importantes. Por otro lado, toda la serie está rodada con actores y montada como si fuera una película. Este tipo de creaciones no suele convencer ni a los amantes del cine ni a los aficionados a los documentales, pero la verdad es que me ha gustado mucho y creo que puede servir para acercar al gran público este periodo clave de la historia.
La serie está centrada en dos personajes: Wernher von Braun y Serguéi Korolyov. Es posible que la elección de estos protagonistas sea simplificar en demasía la historia, pero no es del todo desacertada. Wernher von Braun consiguió poner en órbita el primer satélite americano con el misil Júpiter, construyó el misil Redstone que lanzó al primer astronauta de los EE.UU. y, naturalmente, fue el artífice del poderoso cohete Saturno V, sin el cual las misiones Apolo no habrían podido viajar a la Luna. Korolyov por su parte fue el creador del misil intercontinental R-7, que permitió el lanzamiento del Sputnik y, tras varias modificaciones, lanzar al espacio a Gagarin y a todos los astronautas de la URSS y Rusia, tarea que sigue llevando a cabo hoy en día. Otra semejanza entre ambos personajes es su difícil relación con la posteridad y la fama: el mundo se enteró de la existencia de Korolyov, "Diseñador Jefe" y genio de la cosmonáutica, sólo tras su muerte en 1966. Por otro lado, tras su momento estelar a principios de los 60, von Braun fue relegado poco a poco por los medios de comunicación oficiales, especialmente por la propia NASA, incómoda con la idea de que el público asociase los éxitos del programa espacial civil americano con un alemán ex miembro del partido Nazi que había llegado a ser Sturmbannführer de las SS y que se caracterizó durante la guerra por tener una tendencia desagradable a lanzar misiles V-2 contra poblaciones civiles, además de usar mano de obra esclava sin mucho pudor. Otro punto en común de ambos genios: los dos eran entusiastas de los cohetes y los viajes espaciales en en los años 20 y 30, cuando nadie apostaba seriamente por ellos. La II Guerra Mundial hizo que los políticos se sintiesen repentinamente interesados en los cohetes como posible arma ofensiva, especialmente el regimen Nazi, que con un suministro casi ilimitado de materiales, dinero y esclavos consiguió que von Braun crease para ellos el cohete A-4 (V-2). Tras la guerra y maravillados por la sofisticación del V-2, los gobiernos de la URSS y los EE.UU. se lanzaron a diseñar misiles cada vez más potentes con capacidad nuclear. Como sabemos, los EE.UU. se llevaron la mejor parte del botín de guerra: el propio von Braun, que inmediatamente empezó a construir misiles para los militares americanos. Sin embargo, aunque el trabajo inicial de Korolyov y von Braun era construir misiles, ambos no dejaron nunca de pensar en el espacio. La carrera espacial fue precisamente una carrera debido en gran medida a las ansias de ambos personajes por usar los misiles con los que trabajaban como instrumentos para la exploración espacial.
Naturalmente, también hay muchas diferencias entre ambos personajes: von Braun pudo quitarse el yugo de los militares cuando empezó a trabajar para la NASA, mientras que Korolyov jamás tuvo esa ventaja y tuvo que compatibilizar sus proyectos militares (prioritarios) con los civiles. Además, la oficina de Korolyov debía construir no sólo los cohetes, sino también los satélites y naves tripuladas que éstos lanzaban, mientras von Braun se centraba en los lanzadores. Curiosamente, Korolyov no podía diseñar ni controlar la manufactura de motores cohete, aspecto que recaía en manos de Valentin Glushko, mientras que von Braun sí que supervisaba el diseño y producción de los motores para sus cohetes. Este último punto sería de vital importancia en el desarrollo de ambos programas espaciales.
La serie nos presenta las dificultades del esfuerzo espacial soviético centrándose precisamente en la turbulenta relación entre Glushko y Korolyov. Ambos pasaron varios años en el Gulag, aunque Korolyov siempre pensó que Glushko fue su delator. La versión más difundida de su relación nos cuenta como Glushko se sintió celoso de los éxitos de Korolyov con el R-7 y favoreció a su competencia. También es famosa su discrepancia respecto al combustible que se debía usar en los cohetes: Glushko prefería combustibles hipergólicos (hidrazina y tetróxido de nitrógeno), de poco rendimiento y peligrosos, pero que podían permanecer más tiempo dentro del cohete y no necesitaban complejos mecanismos de ignición en los motores. Korolyov favorecía combustibles criogénicos, mucho más eficientes, pero que requieren motores más complejos.
La historia oficial nos presenta a un Glushko celoso, rencoroso y que rozaba la incompetencia, pues era incapaz de fabricar los complejos motores que Korolyov le demandaba, prefiriendo los más sencillos de tipo hipergólico. Personalmente encuentro esta visión de los hechos bastante injusta hacia la figura de Glushko. Rencillas personales aparte, el conflicto entre Korolyov y Glushko estaba motivada principalmente por la curiosa organización del programa de misiles soviético. Tras la guerra, el ejército de tierra y la fuerza aérea compitieron por el control de la nueva tecnología de misiles. Al final, el ejército se encargaría de los cohetes, pero la fuerza aérea consiguió mantener el control sobre la fabricación de los motores cohete. Este reparto tan poco práctico se agravó aún más con la consolidación de las oficinas de diseño (OKB), peculiares organizaciones soviéticas formadas en realidad por verdaderos complejos industriales que competían entre sí de manera pseudocapitalista por los pocos recursos económicos disponibles. Así, la oficina de Glushko (OKB-456, en la actualidad NPO Energomash) mantuvo su casi total monopolio sobre los motores cohete de alto rendimiento, mientras la oficina de Korolyov (OKB-1, hoy Energia) se encargaba del diseño de misiles y, posteriormente, de naves espaciales. Tener dos complejos industriales con intereses no siempre comunes diseñando un mismo vehículo es una fuente segura de conflictos y eso es precisamente lo que pasó entre Glushko y Korolyov.
Además, la mayoría de libros sobre astronáutica se olvidan de que el verdadero trabajo de Glushko y Korolyov no era la conquista del espacio. El gobierno soviético proporcionaba a ambos ingenieros sumas ingentes de dinero para que diseñaran misiles nucleares, ni más ni menos. Korolyov había conseguido junto con Glushko construir el primer misil soviético con capacidad nuclear, el R-5, lo que situó a ambos como figuras prominentes dentro del programa de misiles. Sin embargo, lo que las autoridades soviéticas deseaban por encima de todo era un misil intercontinental (ICBM) capaz de alcanzar el territorio de los EE.UU. con una cabeza nuclear. El resultado de este requerimiento fue el nacimiento del famoso R-7 Semyorka (SS-6 Sapwood), que abrió el camino al espacio.
Pese a ser un magnífico cohete, lo cierto es que el R-7 era un arma pésima, pues debido al uso de combustibles criogénicos, requería mucho tiempo para ser preparado para el lanzamiento. Mientras Korolyov luchaba por preparar el complejo R-7, Glushko conseguía poner en servicio los misiles de alcance medio R-12 (SS-4 Sandal) y R-14 (SS-5 Skean), misiles con combustibles hipergólicos (protagonistas de la Crisis de Misiles cubana, por cierto) construidos por la oficina OKB-596 (en la actualidad Yuzhnoe) de Mijail Yangel. Lógicamente, Glushko sabía que los militares eran los que pagaban todas las facturas, así que es normal que insistiese ante Korolyov en el uso de combustibles hipergólicos. Al ver que éste se negaba, es comprensible que Glushko favoreciese a Yangel ante la cúpula soviética. De hecho, la historia le daría la razón, pues el primer ICBM operativo que tuvo la URSS fue el R-16 (SS-7 Saddler), construido por Yangel y que entró en servicio en 1961. Pese a sus tremendos esfuerzos, la OKB-1 de Korolyov no fue capaz de poner en servicio un ICBM con combustibles criogénicos hasta 1964 (el R-9 o SS-8 Sasin), que sería de hecho el primero y último de este tipo: todos los demás ICBM usarían combustibles hipergólicos o sólidos.
Por lo tanto, se puede entender que Glushko prefiriese a Yangel o al niño mimado de Khruschov, Vladimir Chelomey. La oficina de este último (OKB-52) se encargaba, como no, de construir ICBMs (UR-100, UR-200, UR-500 o UR-100N), pero también empezó a desarrollar un programa espacial paralelo al de Korolyov, eso sí, usando combustibles hipergólicos. Korolyov necesitaba a Glushko para el cohete lunar N1, el competidor del Saturno V. Sin embargo, diseñar grandes motores criogénicos hubiera supuesto desviar muchos recursos de los motores hipergólicos que estaba construyendo Glushko en ese momento, además de derrochar toda su experiencia acumulada, así que no es de extrañar que viese con buenos ojos la cancelación del N1 a favor del UR-700 de Chelomey. Por último, pero no menos importante, el gobierno soviético no movió un dedo para solucionar este caos, en todo caso se dedicó a agravarlo con decisiones caprichosas, como aprobar a la vez dos programas lunares paralelos (L1 y L3) o no apoyar el programa de aterrizaje lunar hasta 1964, ya demasiado tarde. Sin fondos suficientes y con problemas de propulsión, el N1 estaba destinado al fracaso.
Mientras tanto, al trabajar en la NASA, von Braun podía concentrase en diseñar cohetes exclusivamente de uso civil, así que no tuvo ningún problema en decantarse por combustibles criogénicos para el Saturno V, además de contar con fondos ilimitados que hicieron posible la fabricación del poderoso y complejo motor F-1.
Lo cierto es que el estado de la tecnología soviética de la época hacía muy difícil que Glushko pudiese haber construido un motor equivalente al F-1 con combustibles criogénicos. No sería hasta los años 80 cuando la URSS pudo tener a su disposición los potentes RD-170 (y su variante RD-180 usado en cohetes americanos) y RD-0120 (el primer motor soviético de Lox/LH2, equivalente al SSME del transbordador).
Una última reflexión sobre este tema: ¿adivinan qué tipo de combustible usaban los primeros cohetes chinos o el Ariane europeo?
En definitiva, resulta injusto y maniqueo acusar a Glushko del fracaso del programa lunar soviético. También es injusto sugerir, como hace el documental, que el sucesor de Korolyov al frente de la OKB-1, Vasily Mishin, era un alcohólico incompetente que obstaculizó el programa lunar. Cierto es que Mishin no estaba a la altura de Korolyov (¿y quién lo estaba?), pero en todo caso la culpa la tuvo la cúpula soviética, incapaz de imponer un mínimo de orden en este asunto.
Lamentablemente, el documental no hace mención de Yangel ni de Chelomey, supongo que para mantener la trama fluida y con un mínimo de protagonistas. Y no todo es perfecto: los trajes espaciales que llevan los actores son totalmente pésimos (el de Gagarin parece sacado de un Todo a 1€) y hay unos cuantos errores (la Soyuz-1 que aparece en una secuencia es en realidad una moderna Soyuz-TM), pero pese a todo el resultado final es bastante exacto y entretenido, especialmente la primera parte.
Me quedo con esta frase que Korolyov espeta a Glushko en cierto momento del documental:
Aquí pongo un trozo del último capítulo donde vemos los problemas del N1 y Kuznetsov (el sustituto de Glushko elegido por Korolyov para fabricar los motores del N1)(YouTube):
Actualización: curiosamente acabo de ver por casualidad el primer episodio de la serie en una cadena española y me he quedado sorprendido, pues han censurado bastantes escenas (?). Además, por motivos incomprensibles, han traducido al español varios diálogos que en la serie original aparecían en alemán y ruso. Peor aún, el doblaje es bastante malo, aunque esto es algo a lo que estamos acostumbrados en España en lo que respecta a documentales. En definitiva, si quieres ver la serie como Dios manda, cómprala en DVD.
La serie está centrada en dos personajes: Wernher von Braun y Serguéi Korolyov. Es posible que la elección de estos protagonistas sea simplificar en demasía la historia, pero no es del todo desacertada. Wernher von Braun consiguió poner en órbita el primer satélite americano con el misil Júpiter, construyó el misil Redstone que lanzó al primer astronauta de los EE.UU. y, naturalmente, fue el artífice del poderoso cohete Saturno V, sin el cual las misiones Apolo no habrían podido viajar a la Luna. Korolyov por su parte fue el creador del misil intercontinental R-7, que permitió el lanzamiento del Sputnik y, tras varias modificaciones, lanzar al espacio a Gagarin y a todos los astronautas de la URSS y Rusia, tarea que sigue llevando a cabo hoy en día. Otra semejanza entre ambos personajes es su difícil relación con la posteridad y la fama: el mundo se enteró de la existencia de Korolyov, "Diseñador Jefe" y genio de la cosmonáutica, sólo tras su muerte en 1966. Por otro lado, tras su momento estelar a principios de los 60, von Braun fue relegado poco a poco por los medios de comunicación oficiales, especialmente por la propia NASA, incómoda con la idea de que el público asociase los éxitos del programa espacial civil americano con un alemán ex miembro del partido Nazi que había llegado a ser Sturmbannführer de las SS y que se caracterizó durante la guerra por tener una tendencia desagradable a lanzar misiles V-2 contra poblaciones civiles, además de usar mano de obra esclava sin mucho pudor. Otro punto en común de ambos genios: los dos eran entusiastas de los cohetes y los viajes espaciales en en los años 20 y 30, cuando nadie apostaba seriamente por ellos. La II Guerra Mundial hizo que los políticos se sintiesen repentinamente interesados en los cohetes como posible arma ofensiva, especialmente el regimen Nazi, que con un suministro casi ilimitado de materiales, dinero y esclavos consiguió que von Braun crease para ellos el cohete A-4 (V-2). Tras la guerra y maravillados por la sofisticación del V-2, los gobiernos de la URSS y los EE.UU. se lanzaron a diseñar misiles cada vez más potentes con capacidad nuclear. Como sabemos, los EE.UU. se llevaron la mejor parte del botín de guerra: el propio von Braun, que inmediatamente empezó a construir misiles para los militares americanos. Sin embargo, aunque el trabajo inicial de Korolyov y von Braun era construir misiles, ambos no dejaron nunca de pensar en el espacio. La carrera espacial fue precisamente una carrera debido en gran medida a las ansias de ambos personajes por usar los misiles con los que trabajaban como instrumentos para la exploración espacial.
Naturalmente, también hay muchas diferencias entre ambos personajes: von Braun pudo quitarse el yugo de los militares cuando empezó a trabajar para la NASA, mientras que Korolyov jamás tuvo esa ventaja y tuvo que compatibilizar sus proyectos militares (prioritarios) con los civiles. Además, la oficina de Korolyov debía construir no sólo los cohetes, sino también los satélites y naves tripuladas que éstos lanzaban, mientras von Braun se centraba en los lanzadores. Curiosamente, Korolyov no podía diseñar ni controlar la manufactura de motores cohete, aspecto que recaía en manos de Valentin Glushko, mientras que von Braun sí que supervisaba el diseño y producción de los motores para sus cohetes. Este último punto sería de vital importancia en el desarrollo de ambos programas espaciales.
La serie nos presenta las dificultades del esfuerzo espacial soviético centrándose precisamente en la turbulenta relación entre Glushko y Korolyov. Ambos pasaron varios años en el Gulag, aunque Korolyov siempre pensó que Glushko fue su delator. La versión más difundida de su relación nos cuenta como Glushko se sintió celoso de los éxitos de Korolyov con el R-7 y favoreció a su competencia. También es famosa su discrepancia respecto al combustible que se debía usar en los cohetes: Glushko prefería combustibles hipergólicos (hidrazina y tetróxido de nitrógeno), de poco rendimiento y peligrosos, pero que podían permanecer más tiempo dentro del cohete y no necesitaban complejos mecanismos de ignición en los motores. Korolyov favorecía combustibles criogénicos, mucho más eficientes, pero que requieren motores más complejos.
La historia oficial nos presenta a un Glushko celoso, rencoroso y que rozaba la incompetencia, pues era incapaz de fabricar los complejos motores que Korolyov le demandaba, prefiriendo los más sencillos de tipo hipergólico. Personalmente encuentro esta visión de los hechos bastante injusta hacia la figura de Glushko. Rencillas personales aparte, el conflicto entre Korolyov y Glushko estaba motivada principalmente por la curiosa organización del programa de misiles soviético. Tras la guerra, el ejército de tierra y la fuerza aérea compitieron por el control de la nueva tecnología de misiles. Al final, el ejército se encargaría de los cohetes, pero la fuerza aérea consiguió mantener el control sobre la fabricación de los motores cohete. Este reparto tan poco práctico se agravó aún más con la consolidación de las oficinas de diseño (OKB), peculiares organizaciones soviéticas formadas en realidad por verdaderos complejos industriales que competían entre sí de manera pseudocapitalista por los pocos recursos económicos disponibles. Así, la oficina de Glushko (OKB-456, en la actualidad NPO Energomash) mantuvo su casi total monopolio sobre los motores cohete de alto rendimiento, mientras la oficina de Korolyov (OKB-1, hoy Energia) se encargaba del diseño de misiles y, posteriormente, de naves espaciales. Tener dos complejos industriales con intereses no siempre comunes diseñando un mismo vehículo es una fuente segura de conflictos y eso es precisamente lo que pasó entre Glushko y Korolyov.
Además, la mayoría de libros sobre astronáutica se olvidan de que el verdadero trabajo de Glushko y Korolyov no era la conquista del espacio. El gobierno soviético proporcionaba a ambos ingenieros sumas ingentes de dinero para que diseñaran misiles nucleares, ni más ni menos. Korolyov había conseguido junto con Glushko construir el primer misil soviético con capacidad nuclear, el R-5, lo que situó a ambos como figuras prominentes dentro del programa de misiles. Sin embargo, lo que las autoridades soviéticas deseaban por encima de todo era un misil intercontinental (ICBM) capaz de alcanzar el territorio de los EE.UU. con una cabeza nuclear. El resultado de este requerimiento fue el nacimiento del famoso R-7 Semyorka (SS-6 Sapwood), que abrió el camino al espacio.
Pese a ser un magnífico cohete, lo cierto es que el R-7 era un arma pésima, pues debido al uso de combustibles criogénicos, requería mucho tiempo para ser preparado para el lanzamiento. Mientras Korolyov luchaba por preparar el complejo R-7, Glushko conseguía poner en servicio los misiles de alcance medio R-12 (SS-4 Sandal) y R-14 (SS-5 Skean), misiles con combustibles hipergólicos (protagonistas de la Crisis de Misiles cubana, por cierto) construidos por la oficina OKB-596 (en la actualidad Yuzhnoe) de Mijail Yangel. Lógicamente, Glushko sabía que los militares eran los que pagaban todas las facturas, así que es normal que insistiese ante Korolyov en el uso de combustibles hipergólicos. Al ver que éste se negaba, es comprensible que Glushko favoreciese a Yangel ante la cúpula soviética. De hecho, la historia le daría la razón, pues el primer ICBM operativo que tuvo la URSS fue el R-16 (SS-7 Saddler), construido por Yangel y que entró en servicio en 1961. Pese a sus tremendos esfuerzos, la OKB-1 de Korolyov no fue capaz de poner en servicio un ICBM con combustibles criogénicos hasta 1964 (el R-9 o SS-8 Sasin), que sería de hecho el primero y último de este tipo: todos los demás ICBM usarían combustibles hipergólicos o sólidos.
Por lo tanto, se puede entender que Glushko prefiriese a Yangel o al niño mimado de Khruschov, Vladimir Chelomey. La oficina de este último (OKB-52) se encargaba, como no, de construir ICBMs (UR-100, UR-200, UR-500 o UR-100N), pero también empezó a desarrollar un programa espacial paralelo al de Korolyov, eso sí, usando combustibles hipergólicos. Korolyov necesitaba a Glushko para el cohete lunar N1, el competidor del Saturno V. Sin embargo, diseñar grandes motores criogénicos hubiera supuesto desviar muchos recursos de los motores hipergólicos que estaba construyendo Glushko en ese momento, además de derrochar toda su experiencia acumulada, así que no es de extrañar que viese con buenos ojos la cancelación del N1 a favor del UR-700 de Chelomey. Por último, pero no menos importante, el gobierno soviético no movió un dedo para solucionar este caos, en todo caso se dedicó a agravarlo con decisiones caprichosas, como aprobar a la vez dos programas lunares paralelos (L1 y L3) o no apoyar el programa de aterrizaje lunar hasta 1964, ya demasiado tarde. Sin fondos suficientes y con problemas de propulsión, el N1 estaba destinado al fracaso.
Mientras tanto, al trabajar en la NASA, von Braun podía concentrase en diseñar cohetes exclusivamente de uso civil, así que no tuvo ningún problema en decantarse por combustibles criogénicos para el Saturno V, además de contar con fondos ilimitados que hicieron posible la fabricación del poderoso y complejo motor F-1.
Lo cierto es que el estado de la tecnología soviética de la época hacía muy difícil que Glushko pudiese haber construido un motor equivalente al F-1 con combustibles criogénicos. No sería hasta los años 80 cuando la URSS pudo tener a su disposición los potentes RD-170 (y su variante RD-180 usado en cohetes americanos) y RD-0120 (el primer motor soviético de Lox/LH2, equivalente al SSME del transbordador).
Una última reflexión sobre este tema: ¿adivinan qué tipo de combustible usaban los primeros cohetes chinos o el Ariane europeo?
En definitiva, resulta injusto y maniqueo acusar a Glushko del fracaso del programa lunar soviético. También es injusto sugerir, como hace el documental, que el sucesor de Korolyov al frente de la OKB-1, Vasily Mishin, era un alcohólico incompetente que obstaculizó el programa lunar. Cierto es que Mishin no estaba a la altura de Korolyov (¿y quién lo estaba?), pero en todo caso la culpa la tuvo la cúpula soviética, incapaz de imponer un mínimo de orden en este asunto.
Lamentablemente, el documental no hace mención de Yangel ni de Chelomey, supongo que para mantener la trama fluida y con un mínimo de protagonistas. Y no todo es perfecto: los trajes espaciales que llevan los actores son totalmente pésimos (el de Gagarin parece sacado de un Todo a 1€) y hay unos cuantos errores (la Soyuz-1 que aparece en una secuencia es en realidad una moderna Soyuz-TM), pero pese a todo el resultado final es bastante exacto y entretenido, especialmente la primera parte.
Me quedo con esta frase que Korolyov espeta a Glushko en cierto momento del documental:
This is not about fuel, isn't it Valentin? This is about you and me.
Aquí pongo un trozo del último capítulo donde vemos los problemas del N1 y Kuznetsov (el sustituto de Glushko elegido por Korolyov para fabricar los motores del N1)(YouTube):
Actualización: curiosamente acabo de ver por casualidad el primer episodio de la serie en una cadena española y me he quedado sorprendido, pues han censurado bastantes escenas (?). Además, por motivos incomprensibles, han traducido al español varios diálogos que en la serie original aparecían en alemán y ruso. Peor aún, el doblaje es bastante malo, aunque esto es algo a lo que estamos acostumbrados en España en lo que respecta a documentales. En definitiva, si quieres ver la serie como Dios manda, cómprala en DVD.
Wednesday, August 1, 2007
Nuevo Presidente de Energía
Tras la patada a Nikolay Sevastyanov, la empresa rusa Energía tiene nuevo presidente: Vitali Aleksandrovich Lopota.
De entrada, el amigo Vitali no va a llevar una maqueta del minitransbordador Klíper al salón MAKS 2007, asegurando que se va a reformar este proyecto por completo antes de ser ofertado de nuevo a finales de este año al gobierno ruso para su financiación. Este proyecto era uno de los puntos de fricción entre la agencia espacial rusa Roskosmos y Energía, así que veremos si el Klíper tiene todavía alguna oportunidad.
Por si acaso, el presidente de Roskosmos, Vitali Davidov, declaró que no se espera ningún vuelo tripulado ruso a la Luna antes de 2012, supongo que para recordar a Lopota quién manda. Recordemos que el defenestrado Sevastyanov no sólo se caracterizó por defender el Klíper en contra de la opinión de Roskosmos, sino también por defender planes de misiones lunares tripuladas al margen de la decisión de la agencia federal.
De entrada, el amigo Vitali no va a llevar una maqueta del minitransbordador Klíper al salón MAKS 2007, asegurando que se va a reformar este proyecto por completo antes de ser ofertado de nuevo a finales de este año al gobierno ruso para su financiación. Este proyecto era uno de los puntos de fricción entre la agencia espacial rusa Roskosmos y Energía, así que veremos si el Klíper tiene todavía alguna oportunidad.
Por si acaso, el presidente de Roskosmos, Vitali Davidov, declaró que no se espera ningún vuelo tripulado ruso a la Luna antes de 2012, supongo que para recordar a Lopota quién manda. Recordemos que el defenestrado Sevastyanov no sólo se caracterizó por defender el Klíper en contra de la opinión de Roskosmos, sino también por defender planes de misiones lunares tripuladas al margen de la decisión de la agencia federal.
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